Años después, los recuerdos siguen doliendo. La veo a ella, a la mujer de mi vida, cocinar mientras baila, despreocupada, y los pensamientos fugaces sobre todo lo que sufrió no se quieren ir. Sigo teniendo miedo de que pase una vez más. Pero, esta vez, ambas estaremos atentas. Porque estamos juntas, y ya sabemos a lo que nos enfrentamos. Gracias a lo que ambas pasamos, nos cuidamos mucho más. Y eso, al final, es lo que importa.
Sigo teniendo miedo de que se la lleven, una vez más. Se merece ser feliz, como lo es ahora mismo. Se merece todo lo bueno que el mundo es capaz de ofrecerle, y ella, poder disfrutarlo.

ESTÁS LEYENDO
Fantasma rosa
Non-FictionLe encanta cantar. Y tocar la guitarra. Pero, sobre todo, le encanta cantar tocando la guitarra. Sin embargo, hubo un tiempo en el que no podía: su cabeza no la dejaba. En ese momento, rompí nuestra promesa de cuidarnos a ambas - ya que ella sigue s...