𝘉𝘭𝘢𝘤𝘬 𝘔𝘢𝘴𝘬;: Ƚαҽƚҽɳ

𝘛𝘩𝘦 𝘯𝘦𝘸 𝘣𝘰𝘺 𝘰𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘤𝘭𝘢𝘴𝘴𝘳𝘰𝘰𝘮

Taeyong

Me encontraba caminando por los amplios pasillos del tan asqueroso Instituto como es el mío. Llevo algunas semanas estresado a causa de que cada vez me atraen menos las mujeres. No es que no me gusten, solo que desde que fuí al bar de un amigo y ví a un chico, cuerpo estrecho, abdominales, poco definidos pero se hacían notar, piernas finas y blancas, una máscara negra que solo dejaba al descubierto sus felinos ojos y sus dientes tan perfectamente alineados y blancos, y lo poco que dejaba ver su entrepierna......Dios Lee Taeyong cálmate son las ocho de la mañana no puedes ir fantaseando con un chico ya.
Me dirigía algo distraído a clase por estar pensando en ese chico de cabello azabache, que no me di cuenta y me estrelle con algo, o mejor dicho, con alguien.

Ten

Solo son las ocho de la mañana. Caminaba tranquilamente por aquellos pasillos del Instituto.. ¿Perdón? ¿Instituto? Quería decir infierno. Es un día cualquiera, un día tranquilo; estaba algo nervioso ya que últimamente no paraba de trabajar en aquel bar. ¿Qué? No está mal enseñar un poco de más. Solo sé que es temprano, y comienza otro día de mierda.
Iba mirando mi teléfono, como de costumbre. Sentí como uno de mis auriculares inalámbricos se cayó al suelo a lo que rápidamente me agaché a recogerlo en lo que, en chico alto y pelirrojo chocó conmigo, curioso, sus ojos eran penetrantes y tenía la cara muy definida.

Taeyong

–Disculpa no era mi intención iba distraído y... —me quedé maravillado. Era tan precioso, ¿como alguien como él puede existir? No podía ni describir lo bello que era. Ahora Taeyong, guarda tu homosexualidad por unos minutos, gracias.

–Eeh.. No pasa nada, la culpa a sido mía.. iba distraído.

No sabía bien que hacer ni como reaccionar así que simplemente hice una pequeña reverencia en forma de disculpa y entre a clase rápidamente, dios enserio calmate Taeyong, es solo un simple chico.

Ten

Quedé impactado por los nervios que parecía tener el chico con el que choqué. Es raro, esto solo suele pasar en las películas, el chico es demasiado guapo y me da esa sensación de hormigueo por mi pierna, exacto, también me puse nervioso  –Eeh.. No pasa nada, la culpa a sido mía.. iba distraído –su voz era muy profunda y no pude evitar presionar mis labios.
Lo miré con el ceño fruncido. La verdad que no sabía cómo podía tal chico ponerse nervioso por eso.. Es de los más populares de todo el "infierno" Y yo solo soy.. Nadie.

Taeyong

Justo cuando entré a clase, todas las chicas y algún que otro chico también, empezaron a mirarme como si quisieran violarme en ese mismo momento. Por muy popular que sea, que en cierto modo no sé ni porque lo soy, no tienen porque mirarme así, me da repulsión de solo pensar que soy una fantasía de alguna de esas que se pasan por la piedra hasta al conserje. Tuve mi época de tener muchas "follamigas" en el Instituto, pero de un momento a otro me dejó de gustar eso y ahora no me relaciono con casi nadie, solo con mi mejor amigo Yuta, y mi amigo el del bar, Lucas, que ni siquiera es estudiante.
Estaba sentado en la escuchimizada silla de metal, con la cabeza entre mis brazos mientras pensaba en que haría esta noche, cuando de repente escuché que alguien golpeó muy despacio la estropeada puerta de madera del aula. Ni siquiera levanté la cabeza, seguramente será un alumno que llegó tarde o el conserje para entregar unos papeles a la profesora.

En lo que pensaba que hacer esta noche, escuché unos pequeños pasos y un suspiro algo nervioso. Levanté mi cabeza para ver que era eso que parecía angustiado y ahí estaba él, el chico con el que me había chocado en el pasillo antes de entrar a clase.

Ten

Estaba algo nervioso ya que era mi primer día en aquella nueva clase, ¿que debía hacer? Una parte de mi quería salir de allí e irme a otro lugar, lejos de toda aquella mierda. Supongo que tenía que entrar a la clase y presentarme cuando mi profesora me lo ordene. No me hacían caso en mi antigua clase de esta misma escuela, nada me da las esperanzas de que en esta clase me vayan a tirar flores. Pegué un suspiro mientras caminaba despacio por el pasillo hasta quedar frente la puerta, me costó llamar pero conseguí golpear débilmente la madera de aquella puerta para poder pasar.
Entré a clase después de escuchar la repugnante voy de la profesora dándome paso, sonaba a drogadicta. Entré a clase y, vaya, los alumnos me miraron, yo solo miré a cada uno de ellos y luego a aquella profesora mal vestida y peinada. Suspiré e hice una pequeña reverencia.