-¡Vamos Linky! ¡Diles que me dejen jugar! – Lana le imploro a su hermano mayor, pues desde hace rato Linka y Liberty no la dejaban jugar su videojuego.
-¡Ya te dijimos que esperes! Hemos llegado muy lejos en este nivel como para perder todo el progreso – Liberty bufo molesta mientras su atención se posaba en la televisión.
-Lo siento Lana, pero esta vez estoy de acuerdo con Liberty. Solo espera un poquito para dejarnos pasar este nivel – Linka por otro lado fue más considerada. Esas respuestas no fueron satisfactorias para la pequeña.
-¡Llevan diciendo eso desde hace media hora! – Lana se quejo en un tierno berrinche. – ¡Diles algo Linky! – La pequeña mecánica volvió a implorarle a su hermano.
-Algo – Lincoln sonrió al ver como la expresión molesta de Lana se intensificaba con su respuesta. – ¡Jajajajaja! No te enojes Lanita. Déjalas jugar
-¡Pero...! – Antes de que reclamara nuevamente, Lincoln puso su dedo en sus labios silenciándola.
-Silencio, mejor ven a mi cuarto. Te voy a mostrar un secreto mío... - Bajo la voz para evitar que las demás los escucharan. Así fue pues cada una estaba metida en sus propios asuntos. – Es algo muy divertido, ven sígueme – Se levanto y le guiño un ojo a su hermanita.
Esta se emocionó, pues Lincoln le iba a mostrar algo exclusivo solo a ella. Ambos subieron las escaleras y entraron al ático que era la habitación del albino.
-¡¿Dónde está esa cosa que me dijiste, Linky?! – Lana chillo emocionada.
-Baja la voz – Lana se tapo la boca mirando a su hermano. – Bien, observa bien Lanita – El chico albino se movió hacía su mueble de ropa. Saco totalmente el último cajón y metió su mano en el fondo. Saco una caja envuelta en papel de regalo.
-Esto era una sorpresa para Linka y Liberty, pero viendo que no te dejan jugar. Mejor te la regalo a ti – Le dio el regalo con una sonrisa socarrona.
Lana reprimió un chillido de emoción y tomo la caja eufórica. Sin más comenzó a abrirla rompiendo la envoltura y al destaparla. Al ver lo que era Lana se quedo sin palabras. Era la más nueva y preciada consola portátil. La más nueva y cara del mercado.
-¿En serio me la vas a regalar a mí? – Lana miro a su hermano con estrellitas en sus ojos.
-Claro, a no ser que se lo quieras regalar a alguien más – Lincoln volvió a guardar su cajón de ropa en su lugar mientras le sonreía a su hermana.
Lana se quedo mirando la caja, maravillada por semejante regalo. - ¡Muchas gracias Linky! ¡Ahora podre jugar lo que quiera! – Se puso a pensar en todas las cosas que podría jugar.
Miro como en la caja incluía varios juegos que sus hermanas Linka y Liberty le contaron y que lucían divertidos. Luego de que las gemelas albinas cruzaran por su mente la pequeña rubia reflexiono.
Ellas le habían comenzado a involucrar en el mundo de los videojuegos. Habían jugado juntas varios juegos muy divertidos. Esta consola había sido la obsesión de ambas para poder conseguir, pues la consola incluía juegos que pertenecían a sus franquicias favoritas. Ellas siempre hablaban sobre todos los juegos que podrían jugar en esta consola.
Ellas habían comenzado ahorrar y a trabajar para conseguir el dinero suficiente para poder comprarse la consola. Nada las haría más felices a las dos que tener la consola.
Luego de unos momentos pensando las cosas bajo la mirada interesada de su hermano. Lana tomo una decisión. – ¿Sabes qué Linc?, ten, mejor guárdaselas a Linka y Liberty. Ellas han estado ahorrando mucho para comprarse la consola. A ellas las haría mucho más feliz esto que a mí – Lana le dio la consola ante la mirada complacida de su hermano.
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La enfermedad llamada "AMOR" [CANCELADA]
Mistério / SuspenseOdio que las miren de forma en la que yo siempre hago, ¡NO NECESITAN A NADIE MAS QUE YO! y me asegurare de que nadie nunca jamas se encargue de separarnos y repito NADIE me separara de mis adorables, hermosas y queridísimamente amadas y adoradas her...