S I E T E

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- ¿¡Que es lo que dice!? - pregunto la pelirroja bastante emocionada. 

- Es obvio que lo se. - dijo sarcásticamente. 

- ¡Entonces léela! - animo continuamente. 

El castaño abrió lentamente aquel sobre de color azul claro, estaba pensando si era coincidencia que el sobre fuera de su color favorito o si el azabache tendría ese gesto con el. Al parecer era una tarjeta con un paisaje, no parecía ser de esas tarjetas que venden en cualquier tienda de regalos, parecía mas como una fotografía, aunque el lugar fuera hermoso, no reconoció de donde era. 

''Solecito eres tan brillante que adoro mirarte, se que será complicado ganarme tu confianza, pero mi amor conmoverá al tuyo, ¿Podrías darme una oportunidad?

Siempre tuyo, D ''

Lydia noto la sonrisa que se formo en el rostro de Stiles, sin duda lo que estaba escrito en esa tarjeta esta trabajando lentamente en el, y si pudiera tomar un bando, sin duda estaría de lado de Derek, había algo en el que le decía a ella que sus intenciones eran genuinas

Quizá solo es intuición femenina. 

- ¿Entonces me dirás que es lo que dice, o serás un poco egoísta? - pregunto con lo brazos cruzados y una sonrisa de lado. 

- Me gustaría guardarlo para mi. - contesto con un ligero tono rosado en sus mejillas. 

- ¿Te dijo ''solecito'' de nuevo? - pregunto de manera burlona. 

- Si Lydia, si lo hizo, no molestes con eso. - comenzó a reír junto a ella. 

No podría engañar a nadie, a Stiles le encantaba que le dijera así, o de cualquier modo, simplemente con que fuera un apodo exclusivo a el, pero no seria tan fácil para Derek, si algo había aprendido de su padre, era que el que persevera, anhela y el que fracasa, olvida. Entonces probaría si el cariño e intenciones del azabache eran genuinas. 

Y para el castaño, el gran Derek Hale, no estaría detrás de un nerd e inseguro como el. 


(...)


Derek se encontraba de camino a casa de Stiles, cuando unos metros antes de llegar, noto el auto en el aparcamiento de la casa, algo extraño para el, ya que no era el del Sheriff, ¿Entonces de quien era?

Un pensamiento que abarco con totalidad la mente del azabache, se acerco lentamente y de manera sigilosa, registro el auto desde el exterior y lo primero que noto fue el fuerte aroma a perfume femenino, gesto que no paso desapercibido, sin duda estaba celoso, subió al techo donde siempre miraba la ventana de Stiles, relajo su cuerpo y mente, para escuchar detenidamente quien podría estar dentro de casa con Stiles. 

Para su pesar, lo único que escucho fue el latido de dos personas, y claro que sabia reconocer el de Stiles, así que con ello aclaro toda duda de su mente y comenzó a escribir notas para el. 

Sabía que no estaba en derecho de seguir reclamando, aún no era suyo, haría cualquier cosa por tenerlo, por besarlo y abrazarlo, incluso si eso fuese amarrar sus más profundos deseos e instintos. 


(...)


Stiles se despertó y noto la ausencia de la pelirroja en su cama, esa mujer estaba casada con despertarse temprano e ir a correr, así que coloco las cobijas a un lado y se levanto, sobo su cuello con la mano derecha, mientras buscaba sus sandalias con el solo tacto de sus pies. Se las coloco y camino hacia el baño para lavarse los dientes y liberar sus necesidades. Y sobre todo, tomar una ducha. Al paso de unos minutos escucho el cerrar de la puerta y escandalosos movimientos en la cocina, esa solo podría ser Lydia.

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⏰ Última actualización: Jun 29 ⏰

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