Narra Daisy:
El día estaba perfecto, el cielo azul y el radiante sol se hacían presente. Pasamos toda la tarde entre risas, historias para Instagram, fotos y cosas así.
Una vez que empezó a oscurecer, todos salimos de la piscina y fuimos a darnos una ducha. Eran como las 19:30 p.m
— Pediremos Pizza para cenar — anunció mi mamá al vernos bajar por las escaleras.
— Bien — dijimos todos al mismo tiempo con una sonrisa.
— Pensamos que tal vez podemos ir mañana a la playa — les dijo Dixie a papá y mamá.
— Suena bien — respondió papá —¿irán solos?
— si quieren nos acompañan — sugirió Noah.
— No, pensándolo bien nos quedaremos aquí — habló mamá.
Asentimos y empezamos a grabar TikToks
Tiempo después de cenar...
Todos fuimos a acostarnos, hoy trataríamos de dormir temprano para ir mañana a la playa. No es que quede lejos, simplemente queremos aprovechar el día.
Estaba conectado mi teléfono al cargador cuando me llegó un mensaje y sonreí al ver que se trataba de Noah.
Chat privado de WhatsApp.
Noah💚
No puedo dormir 🥺
¿Y que quieres que haga?
No seas cruel y ven a hacerme compañía
No lo haré, estoy bien aquí
Ok, entonces yo voy.
Noah no lo hagas
Tarde
¿Que?
Fin del chat de WhatsApp.
Escuché unos golpes suaves en mi puerta. Suspiré, no puedo creer que haya venido. No es que no quiero que esté aquí, todo lo contrario, amo estar con él pero hay veces que tengo miedo. ¿De que? La respuesta es bastante simple. Tengo miedo de lo que siento.
Fui a la puerta y la abrí encontrándome con él y su estupida sonrisa.
— pasa — le dije para luego ir a mi baño y cepillarme los dientes.
Al salir encontré a Noah viendo una foto mía con Dixie y Charli. Notó mi presencia y dejó la foto en su lugar para luego caminar hacia mi.
— Noah es mejor que te vayas a tu habitación — le dije a lo que él frunció el ceño — mañana nos levantaremos temprano y sabes que si no duermo temprano, no habrá Cristo que me despierte.
—¿quieres que me vaya? — preguntó Noah colocando sus manos en mi cintura y atrayéndome a él.
Dios, estamos muy cerca y así no puedo pensar bien. Él me conoce y sabe cómo ponerme nerviosa.
— ¿de verdad quieres que me vaya? — preguntó dejando un casto beso en mis labios.
— no — susurré a lo que él sonrió — no quiero Noah.
Al escuchar mi respuesta atrapó mis labios con los suyos. ¿Como es posible que yo no me canse de besarlo? Es como una droga, es adictiva.
Al separarnos por la escasez de aire, nos miramos a los ojos y cuando él iba a volver a besarme, yo me solté de sus agarre y caminé a mi cama para luego sentarme en esta. Tenía un sentimiento raro, me apretaba el pecho, tenía miedo.
— Dai ¿que pasa? — me preguntó Noah sentándose a mi lado.
— Nada.
— te conozco Daisy ¿que te pasa?
— Tengo miedo — cubrí mi rostro con mis manos — tengo miedo Noah, miedo a esto que tenemos, miedo a arruinar esto, miedo a salir lastimada o a lastimarte a ti, tengo miedo de que esto se vuelva tóxico.
Noah lentamente agarró mis manos e hizo que lo mirara a los ojos. Sus ojos transmitían tranquilidad y seguridad, de alguna forma me hicieron sentir segura.
— no tienes que sentir miedo, no vamos a arruinar nada entre nosotros — apretó suavemente mi mano — se que es raro que de ser mejores amigos pasamos a esto, no sé como describirlo, solo sé que no quiero dejar esto Daisy. Me encanta sentirte cerca mío y estar contigo.
— tampoco quiero dejar esto que tenemos Noah — sonreí — aunque no es oficial, sé que solo quiero estar contigo. Realmente no sé lo que siento, pero me gusta.
— Somos Exclusivos — susurró Noah juntando nuestras frentes.
— Somos Exclusivos — repetí yo para luego juntar nuestros labios.
