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Hablar con Carla había sido una buena idea, sus concejos he incluso indirectas habían sido de gran ayuda para que logrará entender algunas cosas.
Sincerarme con alguien era justo lo que necesitaba y más con ella que era justamente la persona que me diría la verdad, sin rodeos y sin colorearmela.
Comentarle acerca de Thalía había sido buena idea cuando me empezó a darme consejos, diciendo que le diera su espacio, que le diera tiempo a reflexionar y pensar las cosas sin presión porque sino se frustraría y haría cosas sin pensar de las cuales se arrepentiría. Pero como dije antes había sido una buena idea hasta que empezó a atosigarme con el tema de que según ella me estaba comenzando a enamorar, lo cual yo negué rotundamente.
Estaba claro que estaba exagerando, eso le pasaba cuando se concentraba mucho en un tema, sacaba conclusiones erróneas las cuales ya me estaban atormentado.
Por suerte desistió del tema luego de ver que yo era más terco que ella y me invitó a ir a un club que se encontraba a la orilla de la playa no muy lejos de la cabaña con la escusa de que necesitaba divertirme y liberar un poco el estrés.
A nuestra salida se habían unido mis tres amigos quienes no aceptaron el echo de quedarse encerrados en una cabaña mientras yo me divertía sin ellos.
A esto también se unió Pedro, un amigo de Carla que según ella el padre de este era el dueño del club Cóctel (que era así como se llamaba) lo que nos daba la ventaja de bebidas y entrada gratis, obviamente los aceptamos con los brazos abiertos.

El camino hacia ese club era largo y para mi... aburrido.
Caminabamos por una estrecha senda que estaba adornada por los laterales por un murito de piedras blancas de lo más curiosas las cuales eran acompañadas de algunas plantas de las cuales no tenía idea, cada unos cuantos metros aparecía un poste del cual colgaba una lámpara que irradiaba una tenue luz alumbrando con dificultad el camino.

Frente nuestro caminaban Grover, Carla y su amigo Pedro. Por suerte Thalía había echo gran uso de estos años practicando la manipulación de la niebla permitiendo a Grover caminar sin tener que mantener las apariencias al usar unas muletas, ahora troteaba dando saltos intranquilos recibiendo el regaño de Carla alegando que su amigo, Pedro, no sabía de nuestro "mundo " como para ver a un joven con apariencia de a penas 24 años estar saltando y berreando como una cabra.

Yo por mi parte iba en el centro de Clarisse y Thalía quienes parecían ser más mis guardaespaldas que mis amigas.
Ambas caminaban a paso lento y tranquilo agarrándome de los brazos evitando mi caída por no estar mirando hacia el frente .
No tenía la culpa de nada, estaba muy intranquilo y miraba hacia todos lados menos al frente, quizás buscando algún monstruo aunque sabía que gracias a mi aura primordial los bichos esos se lo pensarían antes de acercarse.

- wow que chulo - murmuró Grover

Frente nuestro se encontraba el club que nos recibía con el habitual cartel de "bienvenidos al Cóctel " .
Por fuera no era gran cosa, simplemente un club normal pintado de azul fuerte y lleno de parejas besándose en los rincones.
Adentro nos recibió una enorme pista de baile con sorprendentes juegos de luces que animaban a las personas a bailar al ritmo de la música de manera descontrolada pero divertida , a la izquierda se encontraba el bar el cual era respaldado por una enorme estantería repleta de diversos tipos de bebida de las cuales no tenía ni idea.
Al fondo se encontraban las mesas en donde se sentaban grupos de jóvenes que bebían y conversaban tranquilamente, no, lo último era mentira, los chicos se gritaban y al pasar a sus lado se veía a la legua de que estaban borrachos.

- nunca había visto este lugar - comenté mientras me sentaba con tranquilidad

- fue inaugurado hace dos años así que... - se encogió de hombros Carla mientras se acomodaba su vestido de tal manera que no se arrugada al sentarse en la silla

- no me extraña

- oye tengo una duda - alzó la voz Thalía llamando la atención de Carla

- solo somos amigos - se defendió esta rápidamente al ver como la hija de Zeus miraba hacia la barra en donde se encontraba Pedro comprando alguna bebida

- si claro

- ¡por favor! se huele que se gustan - habló Grover causando el sonrojo de mi amiga

No lo puedo creer, yo hijo de Afrodita y no me había dado cuenta, bueno dejamos en que Grover es un sátiro y se da cuenta de eso.

- ¿porque no me lo dijiste? - chillé haciéndome el enfadado

- porque no es nada - me explicó mi amiga apartando la mirada

- mira, ahí viene tu novio

- callate! - le grito Carla a Clarisse quien lo había dicho más alto de lo normal y había sido escuchada por el chico

- ejem... traje whisky... no sabía que les gustaba - comentó Pedro mientras ocupaba puesto al lado se mi amiga, ambos con la cara roja, estoy al pensar que son las luces

- espero que este fuerte - murmuró la hija de Ares sirviéndose en un vaso de manera bruja y bebiendoselo hasta el fondo - ¿que ? tenía sed

No lo dudaba, el camino había sido algo largo...

- bueno... proveemos - susurre mientras me acercaba me daba un trago

El líquido bajo por mi garganta dejando un camino ardiente pero delicioso. No era bebedor todo lo contrario pero esta noche tenía la sospecha de que esa no sería la primera botella y creo que mis amigos pensaban igual

My life 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora