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- que solo es un rasguño Joder - se quejó Thalia tratando de apartarse de nosotros

Al ser golpeado por la piedra, Thalía había ido en mi busca haciéndose camino entre el fuego por sus poderes sobre el viento, lo que no esperaba era ser atacada por un perro del infierno, solamente le había golpeado la pierna, pero este parecía profundo y sangraba sin parar.
A Grover le había tocado hacerle un torniquete o algo tapandole la herida pero la muy terca intento levantarse y se puso peor.

- pero que coño haces? - empezó a chillar como loca cuando la alce en brazos a modo nupcial

- tenemos que irnos antes que lleguen más y tu no puedes caminar - le dije con tranquilidad caminando hacia la puerta con mis amigos detrás riéndose de los intentos de Thalía por bajarse, a pesar de sus movimientos insistentes no los hacía muy bruscos como si temiera a que la soltaste, algo que yo obviamente no haría

- puedo caminar y bajame que tu también estas sangrando - me reprochó mirando hacia mi abdomen dejando de moverse

- solo es un rasguño - le resté importancia, a penas sentía dolor , quizás era por la adrenalina que todavía circulaba por mi cuerpo o el echo de que ya me estaba sanando - ¡y deja de mirarme así!

Ella inmediatamente dejó de mirarme el pecho casi descubierto por los prendas quemadas y volteó hacia otro lado dejando de insistir de que la bajara. Luego disimuladamente se agarró de mis hombros con fuerza para mantener el equilibrio.
Me mordi el labio evitando reír al sentir como su pelo me hacia cosquillas en la piel descubierta del antebrazo , a pesar de lo sucios que estamos ella sigue teniendo el pelo sedoso, tan suave que me hace preguntar que se unta en el....quizás sirva para domar a mi pelo

- mierda apurense - nos metió prisa Grover pasando a nuestro lado al escuchar un rugido a lo lejos, un rugido horriblemente familiar

- tienes la rueca? - le preguntó Thalía removiendose en mis brazos para poder mirarle

- sip - afirmó contento señalando a la bolsa de cuero que traía colgada de la espalda

¿ la rueda era tan pequeña?
Pensaba que sería más grande, vamos que no soy tan estúpido, es uno de los principales objetos de las Moiras debería medir alrededor de 1 metro o más pero bueno yo ya no se que pensar, quizás se encoja igual que mi espada contracorriente.
Nose para que me pongo a pensar en eso al final la misión era entregarla pues ya la tenemos.

- ¿y la cogiste así de fácil? - indagó Clarisse mirando hacia atrás con la lanza en alto

- ¿así de fácil? ¡Casi me matan! la suerte fue el revuelo que formaron ustedes y se fueron todos para allá dejándome solo con unas empuzas - murmuró restándole importancia mientras las orejas se le ponían coloradas - toque algo lento en la flauta y calleron  redonditas...

Le creía capaz, con el pasar de los años se había vuelto realmente bueno con la flauta, no querría que algún día la utilizara contra mi.

En cuanto a mis poderes, pues los estaba evitando yo habría podido acabar con todos aquellos monstruos en un santiamén pero eso requeriría que utilizara toda mi fuerza y poderes y no podía arriesgarme a que mis amigos salieran heridos, a veces no puedo controlarlo así que lo evito al máximo, quizás Orden me ayude con eso....

-Grover ayúdame! - le exigió Clarisse a mi amigo mientras se apoyaba en el capo del auto

Se pusieron a empujar al coche hacia atrás, al principio no entendí que rayos hacían hasta que luego de unos metros el carro volvió funcionar como si nada

- solo había que alejarlo del  alcance del aparato - nos explicó Clarisse

- maneja tu, tengo que hacer algo con la herida - le dije mientras colocaba a una perezosa Thalía en los asientos traseros

- pues claro que manejo yo ¿que te crees? - habló con chulería mientras se montaba a toda prisa y empezaba a sonreír como loca diciendo que el coche estaba echo para ella.

Apresurandome di la vuelta y entre a este colocando la pierna mala de Thalía sobre mis muslos.
Con un quejido de dolor se acomodó mejor apoyando la cabeza en la puerta y mirándome fijamente.
Estaba un poco pálida como era de entender, había perdido mucha sangre esperaba que no se desmayase.

- toma! - me lanzó Grover una java de nailon, iba a decir que para que la quería hasta que ví su contenido.

- de donde la has sacado? - le pregunté entusiasmado de tener algo limpio a mano

- las compró Clarisse para los nudillos,  ya sabes... para entrenar y no hacerse daño - me explicó mirando de reojo a la conductora que iba a toda prisa por el camino dejando una enorme nube de polvo atrás

Me sorprendió no lo iba a negar, pensaba que iba a ser descuidada y loca al manejar pero me atrevía a decir que era mejor conductora que yo.

Salí de mis pensamientos y me concentré en deshacerme de las tiras extras que habían envuelto alrededor de la pierna herida.

- anda no jodas ! - se quejó Grace al ver como le quitaba los zapatos

Hice caso omiso a sus quejas y seguí con lo mío.
El entrenamiento con Orden incluía conocimiento sobre los primeros auxilios, yo como comandante tenía que saber más de la cuenta.
Raje la tela del pantalón hasta el muslo sin hacer mucha fuerza, luego invoque un poco de agua esta vez dulce y le enjuague la pierna deshaciendome de la sangre.
Sinceramente no me importaba que el coche terminara siendo un desastre después de todo no podría llevarmelo de aquí.

Ahora agradecía el echo de ver las botellitas transparentes en el suelo, necesitaba alcohol para desinfectar y eso era lo más cercano que tenía.

- Jackson te voy a matar - gruñó con fuerza al sentir como pasaba la tela mojada en alcohol sobre sus heridas, debería agradecerme , me estaba tomando las molestias de ser lo más cuidadoso posible.

Se veía claramente la marca de tres garras de manera irregular a lo largo de la pierna, por suerte la herida cerraría pronto y eso era gracias a la Ambrosia que había comido y el haber utilizado mis poderes de curación con agua.
Luego de todo eso empecé a enrollar las vendas a lo largo de la pierna cubriendo las heridas. Esa era la parte difícil para mi, nunca conseguía hacerlo parejo, siempre me salia desorganizado y el nudo mal echo e incómodo, esta vez me esforcé pero aún así quedó echo un asco.

Levanté la mirada llevándome la sorpresa al ver que me seguía observando, no pude evitar sonrojarme y desviar la cara, su mirada era tan intensa como llamativa y ahora lo menos que quería era quedar en ridículo por quedarme viéndola.
Acomodandome mejor en el asiento, todavía con la pierna encima invoque Ambrosia para mis amigos y para mi que a pesar de salir bien podía sentir todavía la fuerza de la piedra en mi abdomen, era algo más incómodo que doloroso, había sufrido cosas peores así que esto no era nada

- deberías revisarte el abdomen - me sugirió Thalía señalandome

- solo es un rasguño - le resté importancia, total se me curaría pronto sino es que ya lo ha echo

- no me hagas obligarte Jackson  - me miró amenazante mientras bajaba su pie y lo colocaba con cuidado en el suelo a pesar de mis negativas, la carretera estaba buena pero el coche se movía bruscamente de vez en cuando y podria hacerse daño

- no es nada...y ¿como? estas coja - le sonreí travieso pero me arrepentí al ver que sus ojos empezaban a brillar con diminutos rayitos alrededor de la iris y su cara se volvía roja, vaya que cambio de humor , al parecer no le gusta que le recuerde su estado de convalecencia - oh...sabes que si lanzas un rayo harás volcar el coche ¿verdad?

- Percy...

- ¿no que era Jackson?...

Oh rayos ¿para que mierda hable?

My life 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora