CAPITULO 10: MORGUE

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Una vez dejada atrás la morada donde no parecía que fuésemos a pasar la noche, continuábamos caminando sin rumbo alguno a mi parecer, el uso del equipo que teníamos no parecía ayudar mucho a disfrazarnos, pues lo médicos eran sinónimo de muerte en estos años, aunque después de 150 años creo que las cosas no han cambiado mucho, digo, para estas épocas deberían tener un mejor sistema de salud creo. Nos adentramos en lo diría es el lado lúgubre de la ciudad, pues las personas nos veían con más desapego que antes, las calles se empezaban a vaciar de gente, como si de un mal olor se tratara, voltee a ver a Ametz y tenía puesta la máscara cosa que no me dijo en ningún momento, - "Eh porque no me dijiste que me pusiera la máscara"- le reclamaba mientras me ponía la mía, hasta que llegamos a una casa algo grande, "MORGĂ" tiene escrito en la puerta, ahora entendí el por qué todos nos miraban raro, al acercarnos a la puerta sujete a Ametz por el brazo derecho, -"Ahora que, si esta es la morgue supongo que vamos a investigar a los ya sabes, "Vampiros", o al menos sus víctimas"-, Ametz no me miro siquiera solo hico un ademan para que no me quitara la máscara, nos dirigimos a la parte trasera de la morgue por la cual pensaba que iba a ser alguna especie de entrada secreta, alguna secta o algo, Ametz se dirigió directamente a una puerta que al parecer se usaba para tirar los cuerpos para luego quemarlos, en esto toco 3 veces, espero 3 segundos y toco 2 veces, se escuchó como caminaban hacia la puerta, el sujeto se paró detrás de, abrió una pequeña rendija, nos dio una mirada de sospecha y la cerro, se escuchó bastante ruido, después abrió la puerta un joven más o menos de mi edad, parecía algo asustado pero no de nosotros sino de algo que estaba dentro de la morgue, pasamos y el joven cerró la puerta detrás nuestra con varios pares de cerrojos incluyendo un tablón de madera bastante grueso, seguido se giró hacia nosotros, -"Por aquí señores"- nos dijo con una voz algo temblorosa para después guiarnos a través del sótano de la morgue, hay bastantes muertos pero todo normal, lo usual para un morgue, justo antes de subir por una escalera el sujeto se hizo hacia un lado por uno de los pasillos que estaban a los lados de la escalera para pasar al almacén donde guardaban la sal vendas y todo tipo de cosas que usaban para embalsamar a los cadáveres, ya cuando estábamos casi al final nos dijo que esperáramos, después se acercó a una montaña de cajas, intento moverlas pero eran bastante pesadas para el:

JOVEN M – Me podrían ayudar a mover las cajas por favor.

HG AMETZ – Danos espacio un momento.

Luego de decir eso ambos nos acercamos para cargar las cajas, y si bien si estaban pesadas más me intrigaba saber que tenían adentro, ni siquiera la sal pesaría tanto en unas cajas así de pequeñas, luego de terminar de ponerlas en el piso se revelo una puerta echa de plata, supuse que, o la tenían para mantener algo adentro, o no dejar entrar algo de afuera, deduje que era lo primero, por curiosidad me agache para tomar una de las cajas y abrí un poco la parte de arriba solo para revelar que eran balines de plata pura, al hacer esto el joven me tomo del hombro para levantarme, pensé que me estaba quitando de la caja, pero al voltear vi que no me estaba viendo a mí, si no a la puerta por la que habíamos entrado, me enderece para estar alerta, Ametz no hizo nada más que voltear a la misma puerta de donde llegamos, en ese momento entro un señor grande de unos 50 años, ya tenía algunas canas en la cabeza, se nos quedó viendo, después volteo a ver al sujeto que estaba a mi lado, - "MUCHACHO, sal de aquí no estas listo para esto todavía"-, se le noto bastante determinado al no dejar que el joven se quedase para ver lo que sea que fuese estuviera detrás de esa puerta, luego de esto el joven solo asintió y salió caminado de manera bastante rápida, tan pronto él se fue el señor volteo para ver que nadie nos viera o a él, camino directo hacia nosotros para luego abrir la puerta mientras nos decía. – "Señores, estoy seguro que ustedes están más que acostumbrados a ver este tipo de cosas, pero aun así estoy seguro que nunca se cansan ni se cansaran de ver todo el tiempo, estos... monstruos"-, cuando termino de decir esto, abrió la puerta para dejar ver una habitación vacía con solo una mesa en el centro cullas esquinas estaban encadenadas de forma en la que esta bajara o subiera por medio de un mecanismo de engranes, encima de la mesa yacía un cuerpo inerte bastante grande, conforme nos íbamos acercando me daba cuenta de lo realmente grande que era, parecía tener más de 2 metros y medio de alto, algo amorfo pero humanoide, elongado del torso y antebrazos, para su tamaño los bíceps eran igual que los míos de largo, la noche anterior no puse mucha atención en los vampiros que había enfrentado, ya que Ametz los quemo tampoco tuve tiempo de analizarlos bien, el sujeto se dirigió directo a la parte trasera donde había una pequeña mesa de madera y tomo los aditamentos médicos para hacer la disección del funesto amigo que teníamos en la mesa, nos acercamos para poder ver mejor, el señor se paró al otro lado de la mesa para ofrecernos los artilugios, Ametz se volvió hacia mí y regreso la mirada al señor que teníamos enfrente:

Sin S.O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora