𝗗𝗢𝗚 𝗗𝗔𝗬𝗦 𝗔𝗥𝗘 𝗢𝗩𝗘𝗥 | ❝La fuerza de la manada es el lobo, la fuerza del lobo es la manada...❞
ㅡ Leah Clearwater decide formar su
propia manada compuesta únicamente
por mujeres, y además, elige amar a la
menor de los Uley, Sasha.
( ᴛᴡɪʟ...
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CAPÍTULO CINCO:
Marley
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Marley Lahote había abandonado Forks y la Reservación cuando tenía cuatro años. Su madre, Karen Lahote, había decidido abandonar a su padre por otro hombre que acababa de conocer en el trabajo (una cafetería de paso en la carretera) y llevarla con ella a Seattle. Su papá no resistió el dolor y la vergüenza al ser señalado en la pequeña microsociedad que era esa reservación, y se lanzó de la parte más alta del acantilado de La Push.
¿Después de eso, qué podía salir mal? Pues todo al parecer. El apuesto príncipe se convirtió en un violento hombre por el cual su madre perdió sus ganas de vivir y su estabilidad emocional para transformarse en una adicta a la heroína y prostituirse por drogas. Su padrastro era un pervertido de mierda que trató de abusar de Marley a sus tan solo 11 años. Afortunadamente para ella, pudo defenderse apuñalando a su padrastro en el ojo con un bolígrafo.
Esa fue la gota que derramó el vaso, su madre podría arruinar su vida más de lo que estaba pero no la de ella, así que llamó a 911 y quedó a cargo de Servicios Infantiles; y después de investigar y pasar casi cuatro años en casas con familias temporales, el Estado de Washington decidió que lo mejor sería que viviera con su único familiar vivo aparte de su madre, su primo hermano Paul Lahote, que vivía en Forks. Si bien el muchacho no contaba con estudios más allá del instituto, no tenía ningún tipo de antecedente de agresor sexual o violencia ni registros de abuso de sustancias, era su única y mejor opción, además la trabajadora social asignada a su caso estaría vigilando su progreso.
Marley miraba como pasaban los árboles y la lluvia golpeaba con fuerza contra la ventana del auto del Jefe Swan, junto a ella estaba la trabajadora de Servicios Infantiles de Forks y al frente en el asiento del copiloto estaba Sam Uley, el representante del Consejo Tribal que aprobaba su llegada a la reservación. La de cabello castaño y recortado acaricia a la tortuga del tamaño de la palma de su mano que reposa en su regazo, su amada mascota "Tortita", una tortuga que había rescatado en uno de los hogares temporales.
La casa de su primo era modesta y simple, no le molestaba en lo más mínimo que solo fuera un baño o que su habitación estuviera en la planta baja, después de andar de hogar temporal en hogar temporal tantos meses, eso era como un palacio.
— ¿Cómo te sientes?— preguntó Paul sentándose enfrente de ella en la mesa de madera de la cocina después de que Marley se dedicará toda la tarde de ese día a desempacar. Cenaron pizza de jamón con queso y soda de cola; otra prueba que estaba en el paraíso pues en los refugios a penas y probaba alimento.
A la adolescente le gustó esa pregunta, el sentimiento naciente de sentirse protegida se instaló en su pecho y se aferró a él un momento.— Bien.
— Solo quiero decirte que estás en confianza en la casa— Paul asiente con la cabeza y por su lenguaje corporal Marley deduce que está igual de incómodo que ella—. Este es tu hogar y la habitación es toda tuya, puedes decorarla a tu gusto, solo que no tengo mucho dinero.
