Todos merecen una segunda oportunidad, ¿cierto?
No fue todo su culpa, su mente fue débil y sucumbió ante la presencia de "su madre".
El intentaba buscar una señal de esperanza en medio de un mundo roto y corrompido. Y lo único que encontró fue malda...
El encuentro con Sandman y su equipo fue sorpresivo, pero lo que no fue, era que su equipo fuera capaz de tal azaña.
Durante el viaje todos se mantenían en silencio, solo se escuchaba el sonido del las hélices del black hawk que combinaba con los estruendosos del ambiente bélico.
Al llegar al Brooklyn battery las fuerzas estadounidenses se estaban reuniendo a lo largo de la costa para el ataque final.
Alex en ningún momento se separó del equipo metal. Sandman se lo pidió con amabilidad.
Si bien no le gustaba seguir órdenes. El sargento primero Sandman le daba una señal de gran confianza, lo era aún más en su tono de expresarse hacia su equipo y hacia el mismo Alex.
Alex estuvo en el momento que se planificó la misión y está no era muy difícil de seguir.
Consistía en que el equipo metal, con el apoyo de los Navy Seals, se inflintraria en el submarino Ruso Óscar ll. Este submarino contaba con varios misiles que podrían llegar a arrasar toda la costa este. Al momento de entrar, debían de tomar el puente de mando, redirigir todos los misiles hacia la flota rusa y escapar en lanchas que los llevaría al punto de extracción.
Sandman y su equipo se preparaba para el asalto, vistiéndose adecuadamente con trajes de buzo.
-¿Y donde están los Seals?-. Preguntó Alex, observando que solo los 4 se ponían los trajes de buzo. El equipo iría en un humvee que los dejaria cerca al tunel de Brooklyn Battery.
-Nos estarán esperando a medio camino, te quedas aquí-. Nada más decir esto y el vehículo ya estaba en marcha dejando a Alex por su cuenta.
Este dio media vuelta y se dirigió al túmulo de soldados, esperando encontrar un lugar aislado donde estar tranquilo. Todo el farullo que armaban era para las defensas por si el ataque al submarino fuese un fracaso.
Su plan fracasó al ser llamado por un soldado para que le ayudase a colocar barricadas como protección.
Luego, otro le pidió que estuviese en la torreta de un tanque. Toda línea de fuego, tanque, helicóptero, estaba apuntando hacia la zona marítima, esperando alguna señal.
Las defensas estaban siendo preparadas por el Coronel Marshall, quien estuvo en el asedio de Washington y fue uno de los primeros en llegar a Manhattan.
Después de 10 minutos, a través de un binocular, un soldado aviso que las compuertas del submarino estaban empezando a abrirse.
-¡Todavía no disparen! ¡Tenemos que estar seguros de que el ataque haya sido un éxito!-. De su boca senil salió una gran voz que estremeció a las tropas. De la misma manera avisó al resto por radio, de manera más calmada.
En tan solo un par de minutos, los misiles salieron disparados al aire. Aún así, era incierto en donde caerían.
Todas las miradas se elevaron. Para la mayoría del ejército norteamericano, los misiles parecia que su ascender de estos era eterno, haciendo demorar su caída.
Un capitán le recomendó en atacar de inmediato, orden el cual el Coronel rechazó, poniendo su confianza en la delta force y los Seals.
Finalmente los misiles cayeron sobre cada embarcación rusa.
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-Atención a todas las unidades-. Se escucho la voz de overlord en cada radio.-Se registró varios impactos confirmados en múltiples objetivos rusos de la zona marítima. Amenazas principales neutralizadas. Cambio y fuera.
La zona estallo de júbilo viendo tal espectáculo, el coronel autorizó solo el ataque aéreo de parte de los helicópteros y cazas.
Alex veía todo esto aún con una extraña sensación de rareza. La misma sensación que sintió al ver los enormes rascacielos que se caían a pedazos y ardían en llamas.
-Será mejor que te des la vuelta, desgraciado-. Una voz muy conocida le habló por el radio.
Y efectivamente, a solo unos metros atrás, un helicóptero estaba en descenso. Alex se bajó del tanque y se acercó al Heli que estaba abriendo su zona de carga del cual salió un rostro conocido en traje militar seguido de un par de otros militares.
-James Heller-. Saludó, Alex.-¿Donde estabas?
-Arriesgando mi culo y embarrandome en mierda para poder salvar el tuyo-. Habló en su forma característica de siempre.-Además, tengo que entregarte esto-. Le extendió un folder amarillo.
Alex lo recibió y preguntó.-¿Que es lo que hay dentro?
-Problemas, y uno de ellos involucra a Dana indirectamente.
Alex arrancó el seguro del sobre. Su hermana, ¿Ahora en que se había metido?. Este contenía una imagen que dejó en jaque a Alex.
-Heller, ¿Qué...que mierda es esto?
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John Price
John "Soap" MacTavish
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Crimenes: Actos de terrorismo mundial, actos violentos contra el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
