5th Part

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Empezó a llover. Will se quedó con las palabras en la boca porque Mike estaba tirando de su brazo para resguardarse debajo de algún árbol.

Se metieron debajo del árbol en el que habían dejado sus cosas, que por suerte era lo suficientemente frondoso como para que la lluvia lo atravesase,

Will agarró su mochila y la abrió rápidamente sacando una toalla para que ambos se secasen.

–¿Por qué tienes una toalla en la mochila?– preguntó Mike entre risas.

–Bueno, te dije que tenía de todo –rió también, entregándole la toalla para que se secara.

Cuando los dos estaban secos, cogieron su ropa y se vistieron, Mike vio como Will sacaba una manta para poder taparse.

–Will, te adoro, en serio, es genial como siempre te anticipa a todo. –Afirmó el de pelo rizado, dándole un beso en la mejilla y a continuación abrazandolo por el hombro para ocupar menos espacio y para estar más junto a él.

–Muchas gracias Mike, pero no exageres… No soy tan… genial. –Miró al suelo con una sonrisa triste.

–Hey…– Lo cogió del mentón para que sus miradas se encontrarán. Will seguía sin mirarlo.
–Mírame.– Will, al llevar su vista a los ojos del contrario, pudo ver lo intenso que era el color, un gradiente entre distintos tonos de marrón oscuro.

Will se quedó, durante unos segundos, hipnotizado, hasta que Mike acercó sus labios una vez más, para saborear el ligero sabor a cereza que poseía los del contrario.

Will subió sus manos a la camiseta de Mike, sin saber que más hacer, apretando ligeramente, haciendo que esta se arrugara.
Mike colocó sus manos debajo de los muslos del contrario y los alzó para colocarlo en su regazo.
El castaño se sorprendió ante el repentino movimiento del contrario por lo que se separó del beso para mirar los ojos de Mike, volvió a fijar su mirada al suelo y abrazó el cuello de este, cerrando los ojos, intentando asimilar lo que había pasado, lo que Mike había hecho.

–¿Estás bien?– preguntó, al ver la reacción de Will, subiendo su mano a la nuca del contraria, masajeando la zona.

–Eso creo…– Mike al escuchar la respuesta, le devolvió el abrazo, acariciando su pelo, haciéndole saber que estaría para él en cualquier momento.

–¿Quieres volver ya?–

–Aún no, ¿podemos quedarnos así un rato más, por favor?– Respondió.

Sin darse cuenta se había movido de más en el regazo de Mike, provocándole a este una pequeña erección. Mike, obviamente, lo notó y quiso moverlo para no incomodarlo.

–W-Will, podrías bajar, por favor
–No aguantaría por mucho tiempo.

–¿Pero por qué, no me quieres?– Hizo un puchero, mirándolo triste.

–No, Will, no es eso. Pero…– Tenía que pensar algo rápido para que Will no malentendiera nada, no quería verlo triste, de echo, eso era lo último que quería.
–Pero creo que se estarán preocupando, hemos estado fuera por bastante tiempo, ¿no crees?–

–Es verdad, pero no quiero irme.–Will se movió aún más.

–Ah, Will, por favor, para.–

–Pero no estoy haciendo nada.– Respondió indignado. Will se levantó de su regazo y empezó a rebuscar algo, Mike rápidamente se tapó la entrepierna, para seguidamente mostrar toda su atención en él.
–¿Qué estas buscando, Will?– Preguntó curioso.

–Un paraguas– Respondió aún buscándolo.
–Aquí está– Dijo sacándolo.

–Bien, ¿entonces ya nos podemos ir?– Cuestionó el de pelo rizado.

ɓєS̶τ F̫̫яıəղ∂Ş | 𝕓𝕪𝕝𝕖𝕣 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora