ɓєS̶τ F̫̫яıəղ∂Ş | 𝕓𝕪𝕝𝕖𝕣 |

8th Part

Mike lo cogió por los muslos y lo subió a la encimera, pegó sus labios a los contrarios sin esperar un segundo más, Will suspiraba entre los besos acalorados del peli negro. Mike paseó sus manos por los muslos del ojiverde hasta llegar a sus nalgas, lo manoseó a su gusto para luego apretujarlo y atraer aún más su cuerpo hacia el propio.
Los labios bajaron al pálido cuello, haciendo que Will echara la cabeza hacia atrás y soltara un pequeño gemido.

Mike se levantó acalorado, estaba todo sudado e hiperventilando. Se giró mirando a Will, se sonrojó al instante, las imágenes de su calenturiento sueño no paraban de rondar en su mente. No le quedó otra que mirar debajo de la manta, la levantó lentamente sabiendo lo que se iba a encontrar y en efecto, había una erección. Sintió como Will se estaba moviendo. Aterrorizado, volvió a tumbarse sin darse cuenta de que su erección abultaba en la manta. Will se levantó lentamente, quería un vaso de agua. Mike abrió un ojo observando las acciones de Will, vio como se quitó la manta para poder levantarse e ir a la cocina. Cuando por fin salió de la habitación se dio cuenta de que todo ese rato estuvo aguantando la respiración. Suspiró resignado y volvió a bajar la mirada, no sabía que hacer, decidió esperar a que bajara solo. Cuando menos se lo esperó vio a Will entrar por la puerta .

Punto de vista de Will

Me desperté en medio de la noche, tenía la garganta muy seca. Miré de reojo a Mike, parecía estar dormido, me levanté y fui a la cocina para saciar mi sed. Cuando volví pude ver a Mike suspirar, cuando me vio pegó un pequeño salto y giró hacia un lado tapándose el abdomen bajo. Lo miré extrañado, me acerqué lentamente acostandome a su lado.

-Mike, ¿estás bien?- Me tapé con la manta tirando un poco de ella, dejándolo a él casi sin manta, vi como la cara de Mike cambió completamente. Agarró la manta y se tapó de cintura para abajo. Intrigado volví a agarrar la manta tirándole al suelo, esta vez Mike se giró al lado contrario, dándome la espalda.
-¡MIKE!, DATE LA VUELTA.- Alcé la voz mínimamente. No me quedó otra que subirme encima suya, me senté en su regazo enfrentando nuestras caras.
-¿Qué te pas-...?- Callé mis palabras debido a que sentí algo, algo debajo de mi.

Narrador omnisciente

Will bajó su mirada lentamente para subirla inmediatamente a los ojos nerviosos de Mike. Mike se estaba muriendo de vergüenza, llevó sus manos a su cara, tapándola con estas, al instante sintió el ardor de sus mejillas.
-Will, n-no es lo que crees.- Sí, era lo que Will creía.
El ojiverde agarró las manos de Mike y las apartó lentamente, besó su nariz manteniendo la cercanía, pudo observar el brillo de sus ojos, sonrió levemente y acercó sus labios al oído contrario.
-Mike, relájate, sabes que es lo más normal del mundo.- le susurró -¿Quieres que te ayude a bajarlo?-
Will sintió cómo Mike subía sus manos por sus caderas.
El castaño se alejó para juntar sus labios, cerró los ojos y al instante empezó a mover las caderas hacia adelante y hacia atrás. Mike echó la cabeza hacia atrás jadeando, lo ayudó agarrandó aún más fuerte sus caderas, moviendolas con más intensidad.

-Oh Will, no sabes cuanto te quiero, pequeño.- Subió la mano que agarraba la cadera del castaño para colocarla en su nuca y volver a juntar sus labios, solo que este beso era más salvaje que nunca, Will se movía frenéticamente, soltando pequeños suspiros.

Mike no aguantaba más, y Will se había dado cuenta de eso, empezó a hacer círculos mientras aún se movía, la fricción era inexplicable.
-Will, cariño, estoy ap-punto de-...- Will calló sus palabras con sus labios, Mike gimió en estos, un dulce escalofrío recorrió el cuerpo de Mike. El peli negro acostó su cabeza en el cabezero de la cama y se echó el pelo hacia atrás, Will se quedó en la misma posición, mirandolo con ojos lujuriosos.
-¿He estado bien?- Preguntó con una voz tímida.
-Has estado más que bien, has estado espectacular.- lo tumbó debajo suya. -Pero creo que tú también tienes que disfrutar, cariño.- Mike empezó a besar lentamente su cuello mientras bajaba su mano al pantalón de pijama del contrario, sobando gustosamente. Pudo ver como los ojos cambiaban de expresión. Sonrió levemente y acercó más su cuerpo al propio, juntando así sus caderas. El oji verde curvó su cuerpo, juntandose aún más, si es que eso era posible. Hubo un momento en el que Mike se refrotaba a una velocidad infernalmente lenta, Will no lo soportaba, necesitaba más.

-Mike, p-por favor.- Entendió lo que le quiso decir. Metió su mano por el pantalón, agarrando su pene erecto. Will abrió sus ojos por completo, gimió con la boca cerrada, intentando retenerlo, fallando en el intento. Mike empezó con el movimiento, una velocidad más rápida a la anterior, acción la cual Will agradeció.
Este tenía el pelo revuelto, una mirada brillante, que observaban las facciones del rizado. Mike se dio cuanta de eso, subió su mano libre al cuello apretando levemente. Will no creyó que eso le fuera a gustar tanto, puso sus manos en la de Mike, dando leves apretones, dándole a entender que lo estaba disfrutando. Llegó un momento en el que Will no aguantaba más.
-Más rápido, p-por favor.- Mike siguió con la mano en su cuello, acercándose, juntando sus labios, fue entonces que Will llegó al orgasmo. Mike quitó su mano de ahí, para posicionar sus labios. Fue dando pequeños besos en el caliente cuello del contrario y repartiendo caricias por todo su cuerpo tembloroso, era perfecto para después de tan acalorado orgasmo.
Will lo abrazó por el cuello, haciendo que sus miradas se encontrasen , ambos cerraron los ojos, acortando la distancia hasta que sus labios se juntaron. Will subió su mano a la nuca del contrario, proporcionando caricias, las cuales iban bajando por el cuello.
Mike se acostó al lado de Will, abrazándolo y repartiendo besos en su frente. Will adoraba como estaba siendo tratado. Sus ojos verdes cada vez parpadeaban más lento, y por lo tanto los de Mike también. Will se acurrucó en el pecho del peli negro dejando unos cuantos besos en su pecho.
Ambos se quedaron, por fin, dormidos. Justo entonces llegó Jonathan. Asomó su despeinada cabeza por la puerta del cuarto de su hermano pequeño. Al ver a los dos amigos acurrucados sonrió y sacó una foto, cerró la puerta y se fue a hacer sus cosas.

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