Solíamos ser dos.

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Como siempre, gracias a AngelTold por la hermosa portada.

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Ese día fue el más feliz de la vida de John y Claudia Stilinski. 9 meses de espera para los pequeños retoños que están a punto de nacer el día de hoy.

John no mentiría, estaba nervioso como la mierda. Desde que el embarazo había comenzado, no había estado tan lejos de su esposa, era un embarazo riesgoso y complicado, uno de los gemelos no había estado recibiendo suficiente alimento, por lo que corría el riesgo de nacer desnutrido, bajo el peso normal o  con algún órgano aún en formación, cosa que tenía a ambos padres preocupados.

Eran optimistas, sus niños eran fuertes, iban a estar bien.

Hoy John, diputado en la comisaría, era sólo un manojo de nervios, había una fuerte tormenta, lo cual era ridículo porque se supone que las grandes tormentas azotaban Beacon Hills a mediados de Junio y Noviembre, ¿acaso no podía haber otro día para que golpeara una tormenta eléctrica? Nadie le decía nada y debido a que era una cesárea no podía estar en la sala de cirugías.

Tres horas después de esperar en completo suspenso, el doctor a cargo de Claudia se acercó a él. Su corazón estaba a punto de estallar.

--¿Cómo está Claudia? ¿Mis bebés están bien? ¿Nacieron sanos?-- John atestó al pobre médico cansado con preguntas.

--Señor Stilinski, calma, calma.-- El doctor sonrió suavemente.-- Todo salió bien.

Un suspiro salió del hombre más joven, pasando sus manos por su cabello, cara y cuello de forma instantánea, cayendo rendido en una de las incómodas sillas en la sala de espera que no había podido ocupar antes con el nerviosismo en su sistema.

--Podrás ver a Claudia en unos minutos cuando ya esté en su habitación.-- El médico que conocía desde hace meses le dijo tranquilizante, poniendo una mano suave en su hombro.-- Los bebés nacieron bien, los llevaron al ala de maternidad, ya sabes, la gran habitación llena de bebés.-- Bromeó el hombre.-- Uno de los niños como estaba previsto, nació un poco más pequeño, por lo que aún debemos mantenerlo bajo vigilancia.

--¿Puedo ver los bebés mientras llevan a Claudia a su habitación?-- John inquirió emocionado. Mieczyslaw y Genim Stilinski, sonaba perfecto.

--Por su puesto, tómate tu tiempo para admirarlos.-- El hombre mayor asintió con una sonrisa.-- Una enfermera te buscará para avisarte cuando Claudia esté en su habitación.

--De acuerdo Doctor, muchísimas gracias.-- John apretó su mano efusivamente.

El camino por la sala de maternidad y pediatría se sintió pesado y ligero, su corazón estaba acelerado y no cree haberse sentido tan feliz en su vida, una sonrisa estúpida casi rompiendo su rostro.

--Disculpe.-- Dijo a la enfermera en el lugar.-- Vengo a ver a mis hijos, son gemelos.

--Oh sí, los gemelos inquietos que llegaron hace una hora.-- Sonrió la enfermera.-- Por aquí.

Lo guió adentro en la habitación, habían al menos 10 bebés en la gran habitación, entendible, ya que era un pueblo pequeño.

--Hoy sólo recibimos 3 bebés.-- La enfermera asintió dirigiéndolo a la parte posterior de la habitación.-- Los demás están aquí desde hace unos días.

Cuando llegaron frente a tres de las cunas, habían tres bebés increíblemente hermosos, miró las etiquetas; la de la esquina firmaba "Mieczyslaw Stilinski", la de en medio "Eric S. Evans" y la siguiente "Genim Stilinski".

I'm one of a pair. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora