I'm one of a pair.

¿Caminante de piel o persona?

WOO!!! Ya es viernes, eso fue muy rápido.

Tuve que poner una alarma para que no se me olvidara actualizar.

Disfruten.

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Condujo toda la noche, las últimas horas jugando como una película en su mente. Pensamientos que se repetían en bucle una y otra vez, ni bien terminaban comenzaban nuevamente.

Alrededor de las dos horas de carretera el auto se quedó sin gasolina, recordó que se suponía que hoy era el día de recargar el tanque, su madre y él se habían acostumbrado a llenar los tanques (tanto de la Van de su madre como del jeep que le pertenecía a su padre y que ahora es suyo, era) semanalmente, ya que ninguno de los dos salía demasiado en los vehículos.

La cosa es, que después de un par de horas de descanso en los asientos traseros, no le quedaba de otra que seguir su camino a pie. Miraba frenético en todas direcciones, sintiéndose aún más indefenso y en el blanco sólo rodeado de bosques en medio de una carretera desierta. Vivían a las afueras del pueblo porque a sus padres les gustaba la tranquilidad, por lo que no se había topado con nadie en el camino, fue demasiado tranquilo, tanto para darle la oportunidad a un asesino de entrar a su casa y...

Tomó esa sudadera estúpidamente roja (en serio, ¿cómo alguien usaba una cosa tan brillante?) que había dejado dos semanas atrás en el auto de su madre y así cambiar la que tenía empapada en su propia sangre y la de su... Elizabeth y los anteojos de repuesto que su madre siempre insiste en guardar a pesar de que Eric no había vuelto a romper los suyos desde que tenía 12 años (cuando los demás niños dejaron de molestarlo el día que llevó su bate del equipo de béisbol a la escuela y golpeó a uno de ellos, no más lentes rotos).

Sabía que había un pueblo, su madre dijo que era a unas horas de distancia de su casa, un pueblo abandonado por Dios que se llamaba Beacon Hills o algo, dónde su madre le había dado a luz porque la tormenta de ese día había dejado el hospital deshabilitado en la ciudad.

Caminaría lo que quedara del camino y reportaría lo que sucedió a la policía.

¿Cómo era esta su vida?

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Para cuando encontró una gasolinera, sus pies lo estaban matando. Casi vio la gloria resplandecer alrededor del edificio un poco viejo o era el resplandor del sol de las seis en sus lentes, no estaba seguro.

El chico del mostrador le dio un mirada vacía cuando lo vio entrar, pero por lo demás volvió a mirar su teléfono sin prestarle atención.

Eric estaba hambriento, cansado y la herida en su costado dolía como los mil infiernos. Necesitaba comida, agua, alcohol y vendas; podría tratarse a sí mismo, su padre le enseñó de esas cosas.

Porque somos cazadores hijo, si sales solo a cazar o acampar, sólo tú y un arma, debes saber cómo cuidarte a ti mismo chico.
Solía decir su padre.

Tomó lo primero que vio de comer en un estante, un pequeño paquete de algodón, un rollo delgado de cinta y un desinfectante de manos de los de bolsillo, no era alcohol, pero seguro que funcionaría, cuando se movió hacia los refrigeradores para tomar una botella de agua vio una mancha de sangre en su mandíbula, frenético y sabiendo que era sangre de su madre, rascó la sangre seca con su manga hasta que la piel le escosió.

Palmeó su bolsillo trasero, pero no había nada, ni en el delantero, ni en ningún otro bolsillo, mierda, su billetera aún estaba en casa, junto con su teléfono y cualquier efectivo que pudiese tener guardado, su madre dejaba dinero en la van, pero no pensó en eso cuando dejó el auto hace tres putas horas.