CAPITULO 8

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Luke me esperaba afuera de la casa, vestía demasiado apropiado para ir solo a tomar un café.

-¿Esta lista señorita? -se frotaba las manos, debido al frió.
-Con este frió claro que lo estoy- su sonrisa irradiaba felicidad, mostraba un hoyuelo apenas perceptible del lado derecho de la cara.
-Nos iremos en mi auto. 
- ¿Tienes auto? -bueno era obvio si no por que lo habría dicho.
-Claro, como piensas que viajo.
-En tren.
-Si claro, este hombre que tienes frente a ti, jamás ha viajado en tren, nací en carro y moriré igual -alce la ceja, eleve un poco comisura de la boca comprobando que su ego sí que era enorme.
-Ok... eso se acaba hoy por que viajaremos en tren.
-No lo haré.
-Si tu no lo haces yo no tomo tu famoso café -sonrió jocoso.
-Te prometí que te encantaría el café y eso haré.
-¿Accedes a viajar en vagón?
-Sí no nos vamos ahora me arrepentiré -jalo mi mano apresurando su paso.

No llevaba ni una semana conociendo a Luke y ya me parecía agradable, arrogante, pero agradable. cuando llegamos a la ciudad me llevo al lugar del que tanto hablaba, era un local pequeño, acogedor y rústico, como a mi me gustan.

Nos dirigimos a una mesa cerca la ventana, se podía observar como las nubes comenzaban a juntarse para pronto ser una sola.
-¿Y bien que te parece?
-Es muy lindo, me agrada -me dio una sonrisa triunfante- me gusta el olor.
-Para empezar todo marcha como lo planee -reí.
-¿Qué? ¿Por qué lo dices?
-Como número uno en mi lista era,que el lugar te impresionara.
-No tiene nada que ver.
-!Claro que si¡ la primera impresión es lo importante, además ese olor, es café.

Era verdad las primeras impresiones suelen contar mucho aunque no lo aceptemos, y sí olía mucho a café.
-Amo este lugar, solía venir muy seguido -cerraba sus ojos mientras se deleitaba con el olor - mi madre y yo veníamos todos los fines de semana, no había día que no viniéramos.
-Y... ¿ahora ya no vienes?.
-No desde que... -ese silencio, el mismo que hizo cuando nos conocimos, el mismo cuando hablo de mi casa -mira ahí esta una mesera -levanto la mano, para seguido de esto ordenar-.Sabes siempre eh dicho que en los lugares con olores, es donde suelen ocurrir las mejores historias, olores como el de café o el que sale después de que termina de llover. Por ejemplo ahora comenzara una.
-¿Donde? -este chico tenia demasiadas sorpresas.
-Ahora cuando tu pruebes el mejor café de París-sonrió.
Finalmente llegaron con nuestro pedido, Luke estaba ansioso.
-Vamos tómalo tu primero -tenia su mirada fija en mi.
-Me permites me estoy preparando psicológica y físicamente -respire profundamente-.
-Enserio acabas de decir eso.
-Si, cállate -tome un sorbo, era dulce y a la vez amargo. Su sabor era especial, era exquisito y suave.
-Y bien...
-Mm eh probado mejores -Luke se inclino hacia mi, me miro a los ojos y se volvió a sentar.
-!¿Que?¡ oye como posible que no te...
-Pero este supera a los anteriores -lo interrumpí,le di una gran sonrisa- es dulce cuando tomas el primer sorbo y va obteniendo un sabor amargo cuando lo acabas de tomar.
-Me asustas, por un momento pensé que no lo había logrado, ahora ya viste y percibiste el porque me gusta.

El resto del día nos la pasamos paseando por la ciudad,eso me ayudaría a conocerla más. Luke tomaba fotos de cualquier cosa que le pareciera divertida o interesante, incluso la lluvia estaba ahí.

Estábamos cerca de la Torre Eiffel, el paraguas que Luke había comprado era transparente, era agradable ver las gotas de lluvia, que no te podían tocar, pero que tú si podías.

-¿A todo le tomas fotos?
-Claro que no -revisaba una captura que tenia segundos de ser tomada, y que por cierto no me la enseño -a las parejas no.
-Cierto... no te he visto que le tomes a ellos.
-Y no lo haré -su semblante había cambiado, de sonriente a serio-¿por que?
-Por que las fotos duran demasiado tiempo, pero su amor no y yo tendré la prueba-ahora no sabia que decir.
Lo que decía, cada palabra era totalmente verdad, el amor era dulce en su tiempo de inicio y amargo cuando se acababa, quedando solo recuerdos, era como el café,dejando un sabor en la lengua y un rastro cafe en el paladar.-Entiendo-Luke me regalo una sonrisa apenas perceptible.
-Creo que es hora de irnos no falta mucho para que último tren salga.

Camino a casa nadie de los dos hablo, no se él porque, sin embargo algo me dijo que Luke le había molestado la última charla que habíamos tenido.

-Gracias por el café, creo lograste superar mis expectativas.
-De eso se trataba ¿no? -dirijo la vista a su casa.
-Supongo sí.
-Te veo mañana. descansa -Luke atravesó la pequeña puerta, sin darme tiempo de responder.
-Adiós, descansa - que más podía esperar de un chico que casi no conozco, supongo que me conformo con eso.

LA MANSIÓN VERNONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora