Hybrid Alpha 🐾 KookV

Chapter IV: Essence.

Como era costumbre cuando estaba concentrado la cola de Taehyung se movía agraciadamente de un lado a otro con lentitud sin que este se diera cuenta. Observaba con atención al lobo comer sobre la cama apoyando la espalda en la pared y manteniendo las piernas extendidas, recién les habían llevado el desayuno y el decidió pasar de los alimentos sólidos tomando no más que el vaso grande con chocolate que seguramente Seokjin pidió le sirvieran.

Se encontraba sentado de rodillas en el suelo y luego de meditarlo gateó hasta un costado de la cama cruzando los brazos sobre el colchón para apoyar la barbilla sobre ellos y escrutar a Jungkook con la mirada sin molestarse en disimular. El pelinegro tragó pesado, queriendo saber de la razón de por qué aquellos insistentes ojos no lo habían abandonado desde que despertó.

— ¿Por qué me mentiste? – Inquirió repentinamente en una voz calma y melodiosa, cómo la que solía usar cuando quería convencer al contrario de obedecer. Jungkook pasó la comida que tenía en la boca y lo miró con los ojos achicados aun somnoliento.

— ¿De qué hablas? – Respondió con otra pregunta ignorante de a lo que se refería el castaño.

—Sobre mi olor. – Explicó. – Dijiste que "apestaba" y te "sofocaba" ¿Por qué mentiste? – Lo miró atento. Le fue imposible olvidar las palabras que pronunció la noche anterior, era muy curioso y estaba en su instinto querer inmiscuirse hasta en lo más mínimo de algún asunto. El pelinegro rodó los ojos, no pudiendo creer que haya sacado aquel tema a colación.

Con su aguda audición le era muy difícil dormir algunas veces, hasta el más mínimo sonido lo ponía alerta y no fue sorpresa que se despertara al instante que Taehyung abrió la puerta del cuarto en la madrugada. No se esforzó demasiado en escucharlo hablar con aquel humano que por alguna razón no lograba ver y la culpa que sintió al momento que tocó el tema del rechazo a su olor fue dura de soportar. Por ello quiso calmar el desconsuelo del castaño cuando regresó, pero no contaba con que este verdaderamente le pediría una explicación de aquello.

—No existe explicación. – Se encogió de hombros restándole importancia. – Sólo no me molesta y ya, no le des tantas vueltas.

—Mientes. – Habló de inmediato manteniéndose impasible. – Ahora que recuerdo, el día que entré aquí lucias muy interesado en olfatearme. – Jungkook suspiró bastante fuerte haciendo que su pecho vibrara como si gruñera sin quererlo realmente.

Veía en los ojos de Taehyung que, como ya se le había hecho costumbre, no pararía de preguntar hasta conseguir una respuesta. La compañía del felino se volvió una constante, de alguna manera sentía que podía confiar en él y en parte agradecía que estuviera encerrado junto a él, no se imaginaba lo que habría hecho a esas alturas estando solo en aquella cúpula.

En realidad, la razón por la que algunas veces le gustaba mantenerse alejado de su olor era bastante personal, si se abría de esa manera tenía miedo que luego no pudiera detenerse y pensaba que las personas que lo observaban día tras día obtuvieran lograrían obtener algo para manipularlo. Sin embargo, extrañamente se sentía en el deber de contárselo al híbrido, no entendía exactamente por qué.

—Había un gato montés... - Inició evitando mirarlo directamente. - ...En el pueblo donde pase la mayor parte de mi infancia. Iba todas las tardes a la puerta de mi casa, era como un juego, yo cambiaba de forma y lo perseguía por todo el bosque. – Tragó pesado con una sonrisa formándose inconscientemente en su rostro. – Tu olor es similar al de ese animal y me trae recuerdos. Aunque son buenos recuerdos, a veces rememorar la felicidad alguna vez vívida duele mucho más que memorias trágicas. – Escucharlo no hizo más que lograr aumentar la culpabilidad que sentía. La sonrisa se esfumó casi tan rápido como apareció y en su lugar había una expresión de abatimiento.