Chapter XI: Self control.

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Poner en orden sus emociones siempre fue una característica muy propia de él. Desde que ingresó a ese centro ha forjado una personalidad sumisa y firme a la vez, no le gustaban los problemas y discusiones innecesarias, mostraba una empatía increíble hacia los demás y es por eso que congeniaba tan bien con todo mundo, humanos, híbridos o animales, el aura que lo rodeaba la mayoría del tiempo irradiaba amabilidad, con una linda sonrisa y ojos brillantes lograba que cualquiera confiara en él, mostrando comprensión por los sentimientos ajenos.

Sin embargo, en ese momento no podía entender ni un poco el comportamiento de ese lobo tan terco.

— ¿Cuál es tu problema? – Preguntó con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Estaba sentado en el sillón y observaba como Jungkook le daba la espalda acostado en la cama.

Desde que Seokjin los dejó solos se había dedicado a ignorarlo y gruñía en respuesta a cualquier cosa que le dijera.

—Me traen aquí en contra de mi voluntad y ahora piden que me comporte como un perro doméstico para hacerlos felices. Ese es mi problema.

Taehyung no pudo evitar el agudo gruñido que se formó dentro de su pecho en ese momento. El pelinegro volteo a mirarlo sobre su hombro, lo sorprendió esa reacción en el contrario era la primera vez que escuchaba aquel sonido y veía esos ojos destellando con enojo.

Jungkook lo había amenazado, rechazado, perseguido e incluso ofendido y jamás obtuvo esa respuesta, Taehyung solo suspiraba y procedía a hablarle con voz suave para entenderse con él.

Ese no era el caso ahora.

— ¿Por qué todo el tiempo tienes que ver lo peor de la situación? – Pronunció entre dientes, a diferencia del lobo sus ojos no chispeaban con color dorado cuando estaba molesto, aún así Jungkook pudo percibir cierto brillo peligroso. – Mal interpretas todo y te niegas a abrir, aunque sea un poco, tu mente. Tampoco estoy de acuerdo en que te fuercen en tan poco tiempo, pero si no hay opción lo más inteligente es enfrentar la situación.

La cola del felino se movía de un lado a otro dando latigazos y sus orejas se habían inclinado hacia atrás de forma inconsciente, estaba frustrado y enojado, no importaba lo que dijera, hiciera o le mostrara a Jungkook, si él no estaba dispuesto a entender todo sería en vano y la ira tan grande que sentía nacía también de su preocupación.

—Es fácil para ti decirlo, ya congenias con ellos, creerás cualquier cosa que te digan. – Jungkook había vuelto a su posición de antes sentado en la orilla del colchón para ver la cara de su compañero.

—También estuve en tu lugar. – Recordó. – Y puedo entenderte hasta cierto punto, pero tú quieres ponerte en peligro por cabeza dura, ¿Que es lo que quieres probar? ¿Que eres más fuerte que unos humanos?

Esas oraciones lograron alterar la poca paciencia que tenía el lobo y gruñendo entre dientes respondió de igual forma.

— ¿Quién es el cabeza dura que quiere ponerse en peligro? – Preguntó y Taehyung enarcó una ceja al no entender del todo a que se refería. – Dije que no te necesitaba allí y aún así insistes en ir.

Taehyung relajó el entrecejo y un nudo se formó en su garganta, aún enojado no se tomó la molestia de apaciguar su tono.

— ¿El problema es mi presencia? – Jungkook notó como la voz le temblaba y tuvo el instinto de retractarse, explicarle mejor lo que quería decir, sin embargo creyó que era mejor que lo tomara de esa manera para que se mantuviera alejado.

El silencio que embargó la habitación le dio a entender al castaño híbrido que no se equivocaba y tomando un profundo suspiro se puso de pie.

—Eres un imbécil. – El insulto lo dejó mudo y los ojos acuosos que lo observaron con dolor hicieron que su pecho se apretara. – De verdad eres incapaz de notar cuando alguien se preocupa por ti.

Hybrid Alpha 🐾 KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora