Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)

Capítulo 25. El infierno de Hawtz.

De pronto se iluminó mi habitación haciéndome estremecer.

-¡Emi! -Me había llamado Axel en un grito. Ahora apreté los ojos para no terminar de despertar. -¡Arriba! -Decía él molesto mientras se acercaba. Fui abriendo los ojos lentamente, pero me eché la almohada a la cara porque la luz me encandilaba.

-Axel ¿Qué pasa...? -Murmuré aun con sueño.

-¿Qué demonios hiciste?

-¿de que hablas? Yo sólo dormía...-Murmuré aun de ojos cerrados. Axel me quitó la almohada de la cara por lo que me llevé el brazo a los ojos.

-¿Qué hiciste, Emi? ¡Estás en problemas!

-¿Por qué? -Pregunté bajando mi brazo intentando verlo. -No hice nada malo. -Me quejé al notar su molesta expresión.

-¡Ariana Millikan dice que tienes un romance con Fresco! -Se quejó él haciéndome suspirar cansadamente.

-Por supuesto...-Susurré de mala gana apenas recordando la amenaza de Ariana de hace un par de horas. -¿y tú le crees? -Pregunté con ridiculez.

-Claro que no, tú no eres de esas, pero no me has hecho caso, te has tomado todo a la ligera, y mira, ahora todos creen que tienes un romance con el perdedor más grande de mi semestre ¿Por qué no piensas antes de actuar?

-Yo no hice nada malo, Ariana sólo quiere molestar. -Me defendí.

-Obviamente Ariana quiere molestarte, y va a funcionar, ella me dijo lo de Fresco, y se encargó de que la mayoría de la fiesta se enterara, y muchos te vieron salir de la casa con él, todos piensan que es verdad.

-No me importa lo que piensen. -Me quejé cruzándome de brazos.

-Te va a importar el lunes. -Me advirtió él.

-Es ridículo...-Susurré volviéndome a acomodar para dormir.

-¿Por qué demonios te fuiste con Dante? -Me reclamó.

-Porque quería venir a casa. Te dije desde un principio que no quería ir a esa tonta fiesta. -Me quejé ya en mis almohadas y de ojos cerrados.

-Sólo quiero ayudare, Emi, pero lo estás empeorando todo. -Me dijo él con un tono de seria decepción. Di un suspiro.

-¿puedo volver a dormir? -Le pedí. Se vio desesperado, pero intentó recobrar su tranquilidad. Asintió un poco.

-Gracias...-Murmuré volviéndome a acomodar en la cama.

-Pero mañana hablaremos. Cuando estés más descansada entenderás todo esto. -Decía él. Le asentí sin siquiera haber entendido bien. Me volví a cubrir con la cobija. Axel salió de aquí apagando las luces.

El sábado por la mañana, Axel y yo nos juntamos en su habitación antes del desayuno para poder hablar de lo que había pasado. Le conté con exactitud todo lo de Dante, Chrissy, Ariana. Axel se molestó conmigo repitiéndome que era una imprudente.

Me sentí como una tonta todo el sábado, porque él parecía muy preocupado. Pero durante el domingo, él ya estaba más calmado y de mejor humor. No mencionamos nada de la fiesta. Sin embargo, el lunes por la mañana, Axel volvía a parecer muy nervioso.

-Tranquilo, no entiendo tu nerviosismo. -Me atreví a reír un poco.

-No los conoces, Emi...-Lo oí diciendo en voz baja.

-No me importa si no le agrado a los alumnos de Hawtz, Axel.

-¿sabes lo que le hacen a los alumnos que no les agradan? -Me retó.