Capítulo 23. ¿Qué sigue?

532 61 15
                                    




La mañana siguiente, me preparé para la escuela sintiéndome nerviosa con el momento en que viera a Axel por primera vez esta mañana ¿Por qué tenía que vivir con mi exnovio? Esto debía ser lo más incómodo que me había pasado en la vida. Sólo esperaba que él no estuviera resentido conmigo. Yo necesitaba a mi mejor amigo, no podía perderlo.

-Buenos días. -Quedé paralizada cuando escuché su voz en lo que yo me lavaba los dientes después del desayuno.

-Ah buenos días. -Dije apurándome a dejar mi cepillo en su lugar. Miré a Axel, recargado en la entrada, ya en su formal uniforme.

-¿no vas a desayunar...? -Pregunté porque no se había sentado con mis hermanos y conmigo. Negó un poco.

-¿no quisiste...sentarte conmigo...? -Pregunté lo que me había supuesto cuando no bajó a comer. Me miró con desaprobación.

-Me quedé dormido. -Pretextó él.

-¿Seguro...? Yo...no quiero que me odies por lo de ayer. -Admití haciéndolo ahora verse preocupado.

-Hey...no te odio. -Lo oí diciendo suavemente. Lo miré. -Entiendo que necesitas tu tiempo, está bien. No estoy molesto. Sigues siendo mi linda de siempre ¿no? -Preguntó haciéndome suspirar con alivio. Asentí.

-Claro...-Murmuré.

-Entonces todo bien, vamos. -Me pidió él ya iniciando camino a la cochera. Me apuré a levantar mi mochila para correr tras de él.

De camino a la escuela, estuvimos hablando como si nada, conversando de un proyecto que él tenía que hacer para su clase de robótica. Aunque la conversación era normal y entretenida, yo no podía dejar de pensar en lo extraño que era que hubiéramos terminado. Y seguro él pensaba en lo mismo mientras hablábamos de otro tema.

-Te veo en literatura. -Me despedí cuando ya íbamos por el pasillo de la escuela.

-O en el almuerzo. -Me recordó él. Intenté no hacer mala cara, le asentí nada más. Me asintió también. Me di la vuelta para alejarme a prisa.

Llegando a mi salón, me senté sin haber saludado ni mirado a nadie. Al menos durante toda la clase nadie me hizo conversación.  

Probablemente hubiera pasado la hora del almuerzo con Jasmine, sino fuera porque apenas cuando yo iba llegando a la cafetería vibró mi celular. Era un mensaje de Alec preguntándome si podía irlo a ver a la florería esta tarde.

Emi: No.

Me atreví a mandarle eso al estar aun molesta con lo incomoda que me había hecho sentir estos pasados días. Si él no me hubiera acusado de que aún me gustaba, si no hubiera confesado que aún le gusto, si no me hubiera besado, entonces yo no habría pasado tan mal fin de semana. No habría terminado con Axel.

Alec: Por favor, no puedo cerrar la florería, pero tenemos que vernos.

Me lo pensé unos segundos.

Emi: ¿Para qué?

Alec: Tenemos que hablar de lo que pasó el sábado.

-No, no, no. Nunca. -Murmuré para mí misma nerviosa. No podría hablar de nada de lo discutido el sábado, mucho menos si mencionaba el beso. Y en parte me parecía incorrecto ir a visitarlo justo un día después de haber terminado con Axel, él pensaría mal de la situación.

Emi: No puedo, Axel tiene entrenamiento. Le escribí de pretexto.

Alec: Y...... ¿Eso qué tiene que ver?

Emi: Me gusta verlo en sus entrenamientos.

Después de eso, Alec ya no me respondió. Di un suspiro más tranquila. Me apuré a comprar algo, pues ya había desperdiciado buen tiempo del almuerzo. Me llevé mi comida al jardín para sentarme en una de las bancas. Comí sola y continué con el día escolar.

Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora