Capítulo 33. Nunca es tarde.

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Después de unos minutos de llanto, escuché que alguien entró al baño, yo estaba escondida en uno de los cubículos con inodoro. Me esforcé por calmar mi llanto, pero entonces vi los zapatos de Becka bajo la puerta.

-¿Emi...?-Me llamó dudosa.

-No quiero hablar...-Advertí yo.

-¿Por qué no? -Preguntó pacientemente.

-No quiero que me veas llorando...-Admití.

-No es tu culpa, es una situación complicada. -Dijo ella amablemente. Se quedó en silencio un rato, pero veía sus pies bajo la puerta del baño. -¿puedes abrir? Quiero ayudarte. -Pidió haciéndome dudar, pero finalmente suspiré y abrí un poco la puerta. Ella hizo una mueca de lastima al verme y se agachó para tomar papel y limpiarme las mejillas. El papel quedó negro, lo tiró a la basura y arrancó más papel.

-De verdad lo siento, Emi, no sabía que Axel vendría, perdóname. -Me pidió Becka culpable mientras me pasaba trozos de papel higiénico que yo usaba para limpiar mis lágrimas.

-Lo sé, Becka, no es tu culpa que sean así. -Le dije aún con voz débil.

-Y lo que pasó afuera tampoco es culpa tuya. -Aseguró.

-Tal vez...toda la culpa la tienen ellos. -Dije molesta. Ella asintió.

-Sí. -Me aseguró. Entonces se escuchó que se abría la puerta del baño otra vez haciéndome avergonzar porque alguna extraña me viera de esta forma. Becka miró a un lado. Hizo una ligera mueca y me vio.

-¿Estarás bien?-Previno. Asentí un poco intentando dejar de llorar. Ella asintió un poco también. -Quiero ir a ver a Benjamin, temo que se sienta culpable por haber traído a Axel. -Dijo. Le asentí.

-Claro. Nada fue su culpa. -Dije en voz baja.

-Gracias. -Asintió con una sonrisa. Yo igual intenté sonreírle. Ella vio a un lado. -Toma. - Murmuró ella extendiendo el papel higiénico a su derecha, entonces vi a Alec acercándose para aceptar el papel. Becka salió de ahí sin siquiera mirarme. Desvié la mirada sintiendo como regresaba el coraje a mí.

-Yo...lamento que... ¿Llores? -Lo oí decir dudoso.

-No puedes estar aquí... -Susurré mirando el suelo.

-Lo sé...pero...quería verte. -Dijo sonando incómodo.

-Ya me viste, puedes irte. -Le dije conservando mi voz baja y mirando el piso.

-Bueno, en realidad quería ver que estuvieras bien...y...parece que no. -Dijo. Esta vez levanté la vista.

-No quiero ser grosera, pero enserio me gustaría que te fueras. -Pedí en voz baja. Él me inspeccionó por pocos segundos y asintió con un suspiro.

-Lo sé. -Dijo. Yo esperaba que se diera la vuelta y se fuera, pero en vez de eso se agachó y limpió una lágrima que bajaba por mi mejilla. -Pero creo que ya fue suficiente de estarme ocultando de ti. -Dijo. Lo miré extrañada.

-Ya me acostumbré a tu ausencia. -Fui honesta. -Y a la de Axel, ambos son unos hipócritas al decir que les importo, y luego aburrirse o fastidiarse de mí y dejarme otra vez. Sólo fingen que les importa para usarme de pretexto para poder pelear. -Me quejaba yo.

-Sabes que me importas. -Dijo él, pero honestamente, yo no lo sabía. Le negué un poco.

-Y no me he aburrido ni fastidiado. Tú no eres el problema. Somos nosotros. Nos alejamos porque tenemos algún conflicto y no queremos transmitírtelo. -Aseguró. Yo negué levemente. Esas palabras me habían recordado un poco a Axel, él solía confortarme diciendo cosas como esas.

Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora