No estás solo // R I V A M I K A ♡ //

1.Entrevista

El concreto de la pared hacían el lugar completamente frío, obviamente los gendarmes que eran lis que más concurrían aquel lugar no se percatan por la cantidad de cosas que llevaban encima.
—Me dijeron que estaría aquí a las 9, 55 minutos tarde- le comenta al guardia a cargo de la seguridad de esa área.
- Ud. Sabe como son las cosas, los reos son hostiles.
Mikasa, la Fiscal a cargo de la investigación se encontraba impaciente afuera de la sala de entrevistas, paseándose de un lado a otro.
Según leyó en la carpeta, aquel caso era horrible, con el solo llamado policía encargado de visitar el sitio del suceso se le revolvió el estómago y se dirigió rauda al lugar.
- lo sé- contestó la asiática apretando los puños recordando aquel día. En sus 5 años como abogada jamás había visto algo así.
De repente suena el radio del uniformado avisando la llegada del criminal.
-Entendido, el área está limpia, ya pueden bajarlo.
Mikasa se acomodó su cabello tras la oreja y junto sus dos manos el agarre del maletín para apretarlo hasta poner sus dedos rojos. Ella no lo conocía, solo en la foto de la carpeta investigativa lo había visualizado, sin embargo su rostro no era de un criminal.
Sin duda debía controlarse y aguantarse las ganas de botarle un par de dientes.

-Buenas tardes, mi nombre es Mikasa Ackerman y soy la Fiscal a cargo de esta investigación. Y antes que nada quiero dejar en claro que, te pudriré en la cárcel maldito bastardo.
El hombre que se encontraba con la cabeza gacha mirando las esposas no se inmutó con el golpe que ella dio en la mesa.
-Ahora necesito que me conteste ciertas preguntas y me relate los hechos mencionó tomando asiento en la silla de al frente, sacando de su maletín donde apuntar.
-Ya di mi declaración...
- Necesito que me la dé a mi.
Al fin pudo tener la atención de sus ojos que se posaron en los de ella, una chica muy linda, de rasgos finos, cabello negro un poco más abajo de los hombros que brillaba aún con la poca luz del lugar. Sin embargo sus ojos demostraban una furia incontrolable que independiente de eso, a él no le hizo sentir nada.

-Maldito cerdo infeliz puedes creer que no me dijo nada, solo respondió las preguntas sobre sus datos.- la azabache abandonaba la fiscalía ofuscada por la renuencia del criminal.
-Era de esperar, que haras ahora? Te parece si esta tarde paso por tu casa a dejarte una copia de la declaración que le dio a los policías?
-No Jean, prefiero que me la envíes por mail, estaré ocupada en la tarde.
-Disculpa si sonó imprudente, no fue mi intencion- Jean, el abogado que trabaja en conjunto con Mikasa en fiscalía y un eterno enamorado de ella.
-No te preocupes, cualquier cosa informarme.

-Señorita Ackerman, buenas tardes, viene a ver a la niña?
-Si señora Lisa, como esta hoy?
Ambas caminaron por los corredores que Mikasa a visitado los últimos 4 días desde que la bebé llegó al hogar.
Ella no podía hacer vista gorda con esa niña, la cual conoció el mismo día que esta se quedó sin nada.
Ella también había crecido sola y ahora esa bebé tendría que vivir esa realidad, es por ello que se prometió no abandonarla nunca o por lo menos mientras no encontraran a sus familiares.
Ahí estaba ella, llorando como cada día que la visitaba, con sus grandes ojos azules, ropita rosada y una mantita en su mano. No tenía más de 1 año, 9 meses para ser exactos.
-Hola preciosa- se dirigió a la cuna para alzarla en sus brazos- pero que llorona eres.
Al tener contacto con Mikasa la menor se tranquilizó e hizo el ademán para amamantar, gesto que no pudo evitar causarle un gran dolor en el pecho a la azabache quien apretó fuertemente sus ojos.
-Lisa tienes el biberón de la niña por ahí- la anciana fue a buscarlo y se lo entregó-muchas gracias, toma preciosa- dirigiéndose a la bebé.
Y como cada día pasó toda la tarde ahí hasta que se acabó el horario de visitas.

Cuando estaba apunto de ducharse, ya en su departamento, suena su teléfono.
teléfono.
-Jean, cuéntame.
-Encontramos a un familiar, es el hermano de la fallecida, sin embargo no hemos podido contactarlo- Mikasa sintió un alivio al escuchar esas palabras.
-Esta bien, mañana me encargaré de eso, me enviaste la declaración?- contestó afirmando su toalla.
-Si, la del policía y la del imputado.
-ok- luego de una pausa y de forma muy sincera agradeció a Jean.- Muchas gracias Jean, buenas noches.
Mikasa dejó su celular en su velador y se dirigió al baño de su habitación, donde se hundió en un baño tibio con una mezcla de sales y lágrimas.
Sus pensamientos vagaban entre su llegada al departamento aquel sábado, donde todo parecía perfecto, la zona era residencial, de clase media alta, el departamento estaba muy limpio, todo en su lugar, pero a medida que iba avanzando la situación se volvía más escalofriante. Al llegar a una habitación que tenía letras rosas en su puerta con el nombre Kira vio la escena del crimen, aquella pieza rosa que lo único que debió presenciar eran los sueños de una niña estaba manchada con sangre, allí había una mecedora en la que se encontraba el cuerpo, ensangrentado, con múltiples puñaladas que no dejaban más en evidencia que un odio profundo del victimario a la víctima.
Flashback
-Fiscal, buenas tardes
La azabache logra salir de su shock al ver esta horrible postal y responde con un asentamiento de cabeza.
-Al parecer el marido apuñaló en reiteradas ocasiones a la víctima, al parecer antes habían discutido pues presenta hematomas en su rostro y marcas de estrangulamiento leve en su cuello. El ya se encuentra detenido y el bebé está abajo siendo atendido.
Mikasa dirigió la mirada al oficial al instante.
-Le hizo algo?
-No, al parecer el menor solo presenció la situación pues lo encontramos en su cuna con sangre no perteneciente a el, en su rostro y vestimenta.
-Mierda ese hombre es un enfermo- la fiscal siguió investigando en la habitacion- como supieron de esto?
-Los vecinos nos llamaron al escuchar gritos y el incesante llanto del bebé, al llegar el perro este estaba viendo un partido de fútbol como si nada.

Fin del flashback

Mikasa se levantó de sopetón de la bañera, tenía que dejar de pensar en ese día, por lo menos cuando no esté trabajando.
Se tiró un poco de agua en la cara y recordó las palabras de un viejo amigo, el Juez Pixis
"El primer homicidio nunca se olvida niña, te marcará para siempre, pero de ti depende darle justicia a esa alma, y a ti te dará tranquilidad también"

Fin del capítulo.