𝟑𝟎 𝐝𝐚𝐲𝐬 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐉𝐨𝐡𝐧𝐌𝐚𝐫𝐤. ♡

₊˚✧ 𝟐𝟓 | 𝐈 𝐝𝐨

DÍA 25: casándose.

HolAAAA BEBÉS

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Mark está sentado en el borde de su cama, el silencio de su propio hogar es reconfortante mientras observa el traje colgado en la esquina de su habitación, luce hermoso, definitivamente con el que que siempre soñó casarse, se siente bien poderlo apreciar con tranquilidad, una tranquilidad que tiene por fin después de toda la inquietud que le rodeaba conforme el día se acercaba.

Una sonrisa de filtra entre sus labios al escuchar el timbre, camina fuera de su habitación dándole un último vistazo a el traje, baja las escaleras caminando directo a la puerta principal donde al abrirla mira hacia arriba agrandando su sonrisa.

—Hola cielo.—La aterciopelada voz de John causa un estremecimiento en su cuerpo al igual que esa mirada que le hace sentir especial.

—Hola amor ¿nos vamos?

Él asiente tomando la mano de John cuando el mayor se la ofrece, cierra la puerta detrás suyo, caminando mientras siente los dedos de John entrelazarse con los suyos, la sensación de calidez y mariposas se extiende por su cuerpo, siempre la misma, demostrando cuan enamorado está.

Ellos han logrado escapar de sus frenéticos padres para poder pasar tiempo juntos y lejos del estrés que el organizar una boda requiere, para tranquilizarse juntos mientras anticipan la llegada del gran día en el que unirán sus vidas para siempre.

Conforme su camino luce más conocido Mark se ríe suavemente caminando por el parque que frecuentaron miles de veces.—¿lo recuerdas? Todas aquellas veces, solíamos salir del colegio y caminar por aquí Justo como ahora, tomados de la mano.

John asiente.—La diferencia es que antes eras mi amigo.—Un beso cosquillea los labios de Mark.—Después fuiste mi novio.—Uno más prolongado desemboca su corazón que aunque pasen los años aún reacciona al toque del mayor.—y ahora eres mi prometido, la próxima que caminemos por aquí serás mi esposo.

—Es lo que mas deseo.

El camino está lleno de niños jugando y corriendo por ahí, algunas aves volando cerca y la sombra de los grandes árboles cubriendo sus pasos hasta cruzar la avenida, donde una cafetería se encuentra situada y es familiar a sus ojos, entran notando como sigue siendo la misma de siempre, no hay diferencia, se sientan en la mesa del fondo y Mark no puede evitar reír.—Nuestra primera cita fue un desastre.

John le acompaña, riendo a su lado.—aunque las siguientes fueron mejores.

Ellos habían sido mejores amigos por años que cuando supieron que gustaban el uno del otro había sido extraño, porque había una gran diferencia entre salir como amigos que salir como ¿enamorados?¿novios? Habían sido ambos un manojo de nervios y silencios incómodos, su primera parada había sido aquella cafetería y todo había empezado mal porque John estuvo tan ocupado intentando sacar tema de conversación que se golpeó con la puerta de cristal, aquello había logrado que Mark se riera fuertemente relajándose por fin, fueron torpes pero aprendieron a sobrellevar sus sentimientos y pronto todo estuvo bien, bromeando como siempre, la única diferencia es que ahora, sabían que se querían.

La lámpara sobre ellos es emite luz fuerte y Mark sonríe porque hace brillar el anillo en su dedo anular, John lo atrapa mirándolo y acaricia su mano con cariño, le gustaba ver como Mark se sonrojaba pero sus ojos lucían brillantes al ver el anillo, ambos estaban demasiado emocionados por el oso que estaban a punto de dar.