Sexta Página

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-¿Ese es tu moto?

-corrección, ese es mi tesoro.

Sus ojos brillan cuando lo observa, ante mis ojos es una simple moto, ante los suyos es su tesoro más preciado.

-¿y? ¿Darás un paseo?- cuestiono aún confundida

Estamos en medio de la nada, fuera de la ciudad, nos tomó 2 horas en llegar, solo para ver una moto.

-Daremos un paseo, el mejor de tú vida- reí por que ya me había acostumbrar escuchar palabras como esas, cada día lo hacía sentir como si fuera único e inolvidable, este tipo de cosas era las que WangYibo estaba haciendo por mi.

-A ver, señorito crea "memorias inolvidables" no quiero morir joven así que más te vale tener cuidado- agarro el casco y me lo coloco, nunca en mi vida me he puesto uno, así que trato de adivinar como es que se usan, el ríe y después viene en mi socorro.

-¿No crees que sería injusto que mueras cuando recién estas comenzando a vivir? -mis ojos se encuentran con los suyos y me siento una niña, tan sola y tan cálida, con solo mirarlo había un remolino dentro mio, era extraño.

-Ya vas a comenzar de nuevo... Ni que hubiera sido un fantasma- dejo que me coloque el casco y controlo el ritmo cardíaco de mi corazón, algo debe andar mal conmigo.

-Puede que seas como un fantasma para los demás, pero para mi, eres más real que la moto que ves frente a ti- me siento ofendida por la comparación, pero estoy riendo.

¿Este es el color al que denominan "alegría"?

En medio de la nada, solo él y yo.

Donde nuestras risas se convierten en una melodía.

Aún estoy aturdida cuando lo veo subirse en la moto, si lo veo bien, él tampoco parece de este mundo, nunca me detuve a ver su apariencia, él no era igual al resto, ahora podía comprender sus palabras.

-¿No piensas subir? O quieres que te cargue? -sonríe de lado y yo salgo de mis pensamientos, al parecer el no haberme puesto a pensar en todos estos años hace que ahora ande pensativa en todo momento.

-¿A donde iremos? -pregunto insegura, mientras me subo detrás de él.

-No preguntes, solo disfruta.

Suspiro abatida y mi gran interrogante es de donde me voy a sujetar, busco por todos lados y no hay nada.

-Eh... ¿De dónde se supone que debo sujetarme? -cuestiono esperando su rápida respuesta.

-De aquí -Su acción fue tan rápida que no tuve tiempo de negarme, mis brazos alrededor de su cintura, era una situación incomoda, pero suponía que todas las personas lo hacían, aunque si tuviera opción, no lo haría.

Escucho el rujir de la moto y tengo ganas de salir corriendo, es muy diferente a viajar en auto, aquí no hay puertas, ni ventanas, si tan solo me suelto, saldría volando.

Tengo miedo, pero a la vez me sujeto fuerte por que el viento hace que mis miedos se vayan, lo escucho reír, lo está disfrutando, esta parte de él es nueva.

Se supone que el libro que estaba siendo leído, era el mio.

Pero ahora puedo leerlo a él.

Acomodo mi cabeza en su espalda, es una sensación cálida que me da ganas de llorar, es como si hubiera estado encerrada entre paredes de cristal, solo necesitaba a alguien que me extendiera una mano.

-¡CHOCOLATE! ¡PIDE UN DESEO!

no logro escucharlo claramente, solo sé que me quiere decir algo.

-¡CHOCOLATE! ¡PIDE UN DESEO!

Al fin logro escucharlo, estamos en medio de la carretera, no hay ningún auto, solo árboles y paisaje alrededor.

¿Un deseo? Es una interrogante para mi misma, nunca me atreví a soñar algo, solo vivía cada día....

Miré a mi alrededor a pesar del fuerte viento, vi mis manos sujetadas fuertemente.

-Deseo no despertar de este sueño.....

-¿QUÉ? ¡NO TE ESCUCHO!

-YA DIJE MI SUEÑO, NO LO REPETIRÉ

-JAJAJA ESTO ES DIVERTIDO ¿NO LO CREES?

no tenía ganas de seguir gritando así que me límite a asentir pese a que sabía que el no podía verme.

En un principio tenía miedo, pero verlo conducir así, me daba la impresión que llevaba años haciéndolo.

En todo el recorrido, no hice más que disfrutar, un lujo que nunca antes me lo había dado.

Hace unos meses atrás no creía para nada en el destino, es más, me reía de él, por que mi futuro y mi presente eran controlados por mi, eso es lo que creía hasta que perdí mi libro y lo conocí a él.

Cuando volvimos al lugar de partida, me sorprendió mucho ver  5 carros negros, con lunas polarizadas, como si el FBI viniera en busca de nosotros.

Vi como frenó la moto en seco y me asusté, Yibo no se veía para nada contento, me cuestioné el por qué, hasta que vi a una chica bajar de uno de ellos.

Figura esbelta, ropa fina, tacones, lentes de sol, la burguesía, era como si el lugar se hubiera partido por la mitad, Yibo y yo en Jean's, poleras y zapatillas  mientras que al otro lado solo había ternos, vestidos y tacones.

-¡Yibo! ¡No sabes cuanto te extrañé!

Cuando escuché la voz esperanzadora de la joven que corría hacia nosotros como si al fin hubiera encontrado lo que tanto buscaba, mientras yo ni tenía idea de qué estaba sucediendo.

Antes de que la joven llegara hacia nosotros, Yibo se apresuró a bajar, yo aún seguía procesando todo, me bajé de la moto, pero aún tenía el casco puesto.

Cuando ella se acercó, Yibo se cruzó de brazos.

-¿Estas bien? ¿Haz comido bien? ¿Dónde están viviendo ahora? Podemos ir y hablar con tú abuelo, si se lo pido yo, él aceptará.

-¿Qué haces aquí?

-Yibo, lo siento por venir tarde, estaba en New York, pero ya estoy aquí.

-Yo no te pedí que vinieras.

-Aunque no me lo hayas pedido estoy aquí! Y haré todo lo posible para ayudarte, porque te amo.

Toda la conversación era interesante, me sentía en una película, cada palabra era expresada con tal sentimiento, hasta que ese "te amo" me dolió, no entendía porqué, ni la razón del dolor, pero sentía que la persona que sobraba ahí no eran los señores de traje negro, sino, yo.


White [Wang Yibo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora