Después de una tarde de juegos, ya que habían ido al parque de diversiones para pasar un divertido fin de semana, ahora se encontraban en el departamento de tu novio, Jimin, con varios botes de helados de distintos sabores debatiendo qué película iban a ver.
- Yo digo que veamos una de terror -dijo Jungkook sosteniendo entre sus manos el bote de helado con sabor a chocolate-
- No, después ______ no me va a dejar dormir -dijo Jimin pasando uno de sus brazos por detrás de tus hombros, ocultando una risa-
Lo fulminaste con la mirada seguido de colocar los ojos en blanco y te alejaste un poco de él, para que después él te agarre por la cintura y te siente sobre sus piernas con una sonrisa burlona en el rostro.
Ya habían pasado unas horas, al final terminaron colocando una romántica que nadie prestaba atención, solo tú porque sinceramente el actor se te hacía guapo. Aún seguías sobre el regazo de Jimin, sintiendo como acariciaba lentamente tus muslos mientras este conversaba entretenidamente con Hoseok y Nam sobre algunas entrevistas que tuvieron.
- ¡Oh vamos, no me digas que la vas a dejar plantada por irte con la puta esa! -le gritaste al gran televisor casi queriendo lanzar hacía este la cuchara que estaba en tu diestra. sentías como tus ojos poco a poco se cristalizaban, problemas por estar en tus días justo a ahora-
Soltaste un gruñido removiéndote incómoda sobre tu novio y lo agarraste por sus mejillas haciendo que te mirara, encontrándote con sus hermosos luceros color café. toda una drama queen.
- ¿Jimin, tú me quieres?
- Claro que sí, nena, ¿qué sucede? -te miró divertido, soltando una pequeña risa por como estabas apunto de llorar por una película-
- Es que... tengo miedo que me dejes por otra, hay muchas chicas más bonitas que yo y-
- Tranquila, de todas las que tengo tú eres la mejor.
Asentiste levemente volviendo tu mirada a la pantalla, pasando las mangas de tu polera por tu rostro. Hasta que te diste cuenta que había dicho, casi volteaste tu cabeza como el exorcista, y te levantaste con algo de brusquedad queriendo una respuesta a lo que había soltado hace unos minutos atrás.
- ¿Todas las que tienes?, ¿qué mierda, Jimin? -hablaste algo fuerte captando los siete pares de ojos. Nam que estaba a su lado codeó levemente a Jimin y pasó su mano por su barbilla, señalando a Taehyung con esta-
¿Acaso estaban ocultando algo?
- Jimin, maldición, responde.
- _____, tranquila, estamos viendo la película, por favor... -habló Jungkook levantándose del sofá y queriendo sostener tu brazo, pero fue imposible-
- Jimin, ¿te comió la lengua un jodido ratón?, ¿O tienes miedo porque ya lo soltaste todo?. Joder, lo sabía todos los putos hombres son iguales.
Te diste media vuelta para caminar hacía la puerta, tenías ganas de irte de ese lugar de una vez, y aún más por él, no había abierto la puta boca para nada. Sentiste un agarre en tu muñeca algo fuerte por lo que volteaste queriendo zafarte, era absurdo tenía mucha más fuerza que tú.
- Te quedas.
- ¿Qué?, en tus sueños, Jimin. y suéltame, me haces daño.
- No, te quedas porque yo lo digo, y por favor, compórtate; estamos pasando una tarde muy pacífica entre todos nosotros y no por un comentario vas a prenderte como fósforo.
- ¿Te haz escuchado?, ¿me estás siendo infiel?
- ¿Qué tonterías hablas, _____?, te quiero solo a ti, solo tengo ojos para ti, muero por ti.
- Puedes irte a la mismísima mierd-
- Controla ese vocabulario, _____, estás hablando con tu novio -murmuró enojado. Y abrió la puerta para salir de su hogar junto a ti, apretando cada vez más tu muñeca-
Escuchaste como varios pasos "disimulados" se acercaban a la entrada, suponías que eran los demás queriendo escuchar su conversación.
- Pareces una adolescente, sabes, hablo en serio cuando digo que te comportes -me soltó con fuerza y cruzó sus brazos apretando un poco su mandíbula. ¿En serio se había enojado?-
- Eres un idiota, pero no tanto como yo en creer que tú nunca me serías infiel. ¿es en serio, Park?, ¿yo soy la mejor de todas?. vete a la-
- Piensa lo que quieras, ya te dije que mis ojos están puestos en ti.
- ¿Y porqué carajos... -respiraste hondo, y masajeaste levemente tu muñeca que se encontraba roja con la marca de la mano de él- dices todo eso?, ¡lo peor de todo es que delante de los demás!
Bajaste la mirada, triste, decepcionada, quizás estabas exagerando un poco la situación pero sí te había dolido que él diga tal cosa, no sabías que pensar, ¿había sido una broma?, ¿pero porqué razón se tenía que enojar?
Alzaste tu rostro encontrándote con esos ojos que a simple vista se podía notar lo molesto que estaba.
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Hiciste un ademán de irte, pero volviste a sentir dos grandes manos en tu cintura que te jalaron y chocaste contra su pecho.
