Mi meta es enamorarte.

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*Editado*

Ha pasado un mes desde que aquel chico que es conocido como cupido entro a mi vida, todos los días deja una rosa en mi casillero, los demás nos han estado mirando mucho cada vez que estamos juntos. En sus tiempos libres él me busca y trata de sacarme conversación, la mayoría de veces lo ignoro, otras estoy tan aburrida que le sigo la corriente, he de admitir que estar con este chico me hace sentir extraño, por eso lo alejo y lo evito, pero él parece no entender la indirecta ya que nunca se va.

Ahora mismo acabo de salir de clases, son alrededor de las cuatro de la tarde y no tengo nada más que hacer, así que voy directo a los jardines del campus, este lugar me trae felicidad, me siento en el pasto recostando mi espalda a un árbol, el sitio en el que estoy no hay casi estudiantes, es viernes y todos están ocupados organizando una fiesta que harán en una de las casa de las fraternidades.

Creo que iré, tengo tiempo que no me divierto un poco, puede que sea divertido.

_Hola, hermosa Riley —no me hace falta levantar la vista para saber de quién se trata. Él es el unico que me llama hermosa Riley, por más que le diga que deje de hacerlo.

_Otra vez, Logan ¿Enserio? ¿No te cansas de que te rechace, verdad? —pregunte con diversión.

Él camino hacia mí y se sentó a mi lado, intento colocar su maño sobre la mía, que descansaba sobre el pasto, pero la aparte rápidamente.

_Oye —dijo llamando mi atención— no sabes cuánto me gustaría ser Anonymous —lo mire confundida— para hackearte el corazón —dijo de forma coqueta subiendo y bajando las cejas con diversión, reprimo mis ganas de reír por su patetico coqueteó, de a poco él ha empezado a entrar en confianza conmigo, pero no diría lo mismo de mí, tengo un problema con la confianza y me cuesta mucho dársela a alguien.

_Ni el mismísimo Anonymous podría enamorarme, no lo he hecho en un buen tiempo y no pienso hacerlo —llene mis pulmones de aire fresco para luego soltarlo, estar rodeada de árboles me hace sentir bien.

_Pues mi meta es enamorarte, no pienso rendirme hasta conseguirla —llevo su mano a su cabello y lo desordena un poco. La verdad me siento tentada a acariciar su cabello, pero no lo haré, al menos no ahora.

_ ¿Cómo piensas lograr eso? —Este chico es muy confiado de sí mismo, cree que va a poder enamorarme— muchos, al igual que tú, lo han intentado ¿Por qué contigo sería diferente?

_No me llaman cupido en vano —dijo en un susurro acercándose de a poco a mí. Pude notar sus intenciones de robarme un beso.

Coloque mi dedo índice sobre sus labios y lo aparte— y a mí no me dicen rompe corazones en vano. —Le guiño un ojo. Él me queda mirando de arriba abajo y luego clava sus ojos en los míos.

_ ¿Por qué eres así? —pregunta pero yo no entiendo bien a lo que se refiere. Se mueve un poco de donde está sentado para colocarse frente a mí— ¿Le tienes miedo al amor? —su pregunta me desubico un poco— ¿Quién fue el que te hizo tanto daño como para que ya no quieras amar? —su semblante estaba calmado y serio a la vez, me miraba esperando mi respuesta. No sé en qué momento lo hizo, pero para cuando me di cuenta, sus manos sujetaban las mías con gentileza. Tanto que me llega a poner nerviosa. Díos en serio no sé que hace esté chico para ponerme nerviosa tan rápido.

No pienso responder a eso.

_Ese no es tú problema, yo decidí ser así y estoy bien con eso —me encogí de hombros mirando a otra parte, por alguna razón mirarlo me hace querer decirle la verdad.

Él no hablo por un momento, pareciera como si se estuviera pensando bien en lo que va a decir, mientras me analiza de arriba a abajo con su mirada.

_No sabes de lo que te pierdes. El amor es... Algo hermoso —sus gestos transmiten dulzura, y una tonta sonrisa adorna su rostro, se puede notar a simple vista que anda perdido en sus pensamientos, tal vez imaginando algo o a alguien. Supongo que estuvo o está enamorado, ya que lo demuestra al hablar sobre el amor.

Recuerdo que por un tiempo que yo fui así, enamorada de un lindo chico, creía que era el indicado, pero solo jugo conmigo, no me gusta hablar a fondo del tema, a pesar de que fue hace años, aun duele un poco, y el hecho de hablar sobre lo tonta que fui y lo que llegue a sentir me hace sentir incomoda y molesta a la vez.

_El amor te hace sentir cosas diferentes, te hace sentir especial y te llena de felicidad. No sabría describirte exactamente lo que es... —nuevamente dirigió su vista a mí— no tienes idea de cuál es el verdadero poder del amor... —lo interrumpí.

_Claro que lo sé —él parecía no esperarse a que hablara, ya que se sorprendió un poco— el amor tiene el poder de destruir por completo a una persona, de destrozar su alma y corazón, volviéndola... fría. Deja dola vacía por dentro. Dices saber todo sobre el amor, solo porque sabes cómo conquistar y ayudas a los demás con sus problemas, te haces llamar cupido. Pero déjame decirte que estas ciego —él no habla, solo me escucha atento y en silencio— si te pusieras al menos un día a ver a tú alrededor, te darás cuenta que la mitad de las parejas que has formado ya han terminado en las peores condiciones,  o se entan siendo infiel a escondidas, y te digo que en la mayoría yo no he tenido nada que ver.

_Amar solo te trae dolor —añadí.

_El amor no es el que trae dolor, es la traición, la decepción y la desilusión lo que te hacen sufrir —suspiro pesadamente—solo dices eso porque nunca te has enamorado ¿O acaso lo hiciste y te rompieron el corazón? Por eso eres así ¿Verdad?

No respondí a lo que dijo, en su lugar solo me cruce de brazos y fruncí en ceño.

_Tomare tú silencio como un sí.

_Solo me enamore una única vez, él fue mi primer amor y jugo cruelmente con mis sentimientos —disimuladamente pellizque mi brazo, eso me ayuda a concentrarme en el dolor físico y no en el sentimental, así evito llorar— no estoy dispuesta a pasar nuevamente por eso —me levante del pasto y el hizo lo mismo— así que por favor... déjame tranquila y aléjate de mí.

Y escape de allí.

Nuevamente huyendo de quienes me hacen sentir cosas, evitando aquello que considero una amenaza a mi decisión de no volverme a enamorar.

El Cupido Y La Rompe Corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora