Que débiles nos hace el amor.

88 9 3
                                    

*Editado*

Hola, me presento, yo soy Riley, y soy la rompe corazones de la universidad de California los Ángeles (mejor conocida como la UCLA).

Algunos me dicen fuckgirl, y tienen toda la razón en hacerlo, juego con los sentimientos de los chicos sin sentir remordimiento. Me rijo de varias reglas para ser una fuckgirl, sí, hay reglas para serlo, y al menos de que quieras que te rompan el corazón debes seguirlas.

La primera: es que no debes enamorarte, porque si lo haces pierdes, y yo no pierdo.

La segunda: es tener a varios chicos detrás de ti, dales pequeñas esperanzas, pero también debes hacerles saber que eres inalcanzable.

La tercera: es que tienes que cuidar tu cuerpo. Siempre tienes que verte bien.

La cuarta: es que debes tener confianza en ti misma, el único amor que debemos sentir es el amor propio. Primero tú, luego tú, y después tú. Y no olvides que no eres de nadie.

La quita: es que no debes encariñarte, eso solo causara que puedan lastimarte. Recuerda que hay chicos que dicen cosas solo por decirlas, que te digan que te aman no siempre significa que de verdad lo hagan.

La sexta: si llegaras a enamorarte puedes dejar de ser una fuckgirl y después puedes volver a serlo.

Estas son las más importantes, obviamente hay algunas que no mencione, pero con el tiempo las voy a ir mencionando.

Diariamente se me acercan uno o dos chicos y chicas, pidiendo de mis servicios de romper corazones. No me molesta, de hecho es divertido jugar con los sentimientos de los chicos, ellos lo hicieron muchas veces con el mío, ahora es mi turno de jugar.

_ ¿Riley? —me llamo una chica acercándose a mí sacandome de mis pensamientos. Estoy en camino a mi próxima clase, lo que ella quiera debe ser rápido.

Detuve mi caminar para escuchar lo que la chica de ojos azules tiene por decirme. Postura firme y pequeña sonrisa, acomode mi cabello detrás de mí cabello y ella hablo.

_ ¿Eres Riley? ¿Verdad? —Yo asentí y le hice un gesto con mi mano para que continuara— bueno... yo solo venía a preguntarte... si tú... ¿podías ayudarme?

_Todo en esta vida tiene un precio, lindura —le sonreí con superioridad— primero dime de quienes estamos hablando.

_Elizabeth Rodríguez y Adrián Johnson, ellos están saliendo hace más de un mes y es como una tortura —dijo con enojo y tristeza a la vez— quiero que me dejes el camino libre con Adrián—pidió.

Adrián Johnson, mejor amigo del cupido, esto será un verdadero reto, Johnson nunca ha sido conocido por engañar a sus novias, siempre es al revés. Y el hecho de que Logan sea su mejor amigo vuelve todo más complicado, Logan sabe lo que yo hago, cuando me vea cerca de su amigo sabrá que tramo algo.

Creo que esto será divertido.

_Ok, son 50 Dólares —sentencie mirándola a los ojos.

_ ¡Tanto! —exclamo.

_Oye, estamos hablando de dejarte el camino libre, y ambas sabemos que hacer que Johnson le falle a su novia será difícil porque él es un chico bueno —hable mientras me miraba la pintura de mis uñas— pero claro... si prefieres seguir viendo cómo se besuquean y caminan agarrados de las manos es tu problema, no el mío. —ella parece que se lo sigue pensando ya que no dice nada.

Sin decir nada, me di la vuelta y empecé a caminar en dirección contraria a la chica.

Tres... dos... uno...

_Espera —dijo ella corriendo atrás de mí.

Siempre aceptan, que débiles nos hace el amor ¿No es así?

Me volví hacia ella de brazos cruzados.

_Te pagare lo que pides, solo haz que se alejen y no quieran volverse a ver —pidió— pero no quiero que te acuestes con él o que lo beses, ingéniatelas de alguna otra forma pero no hagas ninguna de esas cosas. Y ni se te ocurra decir que fui yo quien te mando —ordeno tratando de mostrar superioridad ante mí.

Ja, ¿Quién se cree ella poniéndome ordenes? Está muy equivocada si piensa que puede hacerlo.

_Bien, 50 dólares en efectivo para esta tarde y te dejare el camino libre con él. Y para que sepas; a mí nadie me da órdenes, yo soy quien manda aquí ¿te quedo claro? —di un pasa hacia ella, provocando que retroceda un poco— así que si no me traes el dinero, le diré a ambos lo que me acabas de pedir que les hiciera, no creo que eso les agrade —amenace, ella solo se encogió en su lugar, abandonando aquella superioridad que creía tener conmigo— que te vaya bien —le sonreí inocentemente y seguí mi camino a mi clase, a la cual ya voy tarde.

No crean que soy tan mala, nunca sería capaz de hacerle eso a alguien (a menos que se lo merezca) tengo una gran confidencialidad con quienes ayudo, por así decirlo, eso solo fue una amenaza que no me molestare en cumplir, no gano nada al hacerlo, solo le estoy dando un poco de presión para que no se arrepienta de pagarme. No me juzguen, esta universidad, más la ropa y comida, cuestan mucho y necesito mantener mi estilo de vida.

Bueno, por ahora solo tengo que pensar en cómo separarlos sin que nadie sospeche, sobre todo Logan. Fácil.

El Cupido Y La Rompe Corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora