"Hasta el viento sabía que te pertenecía"
Narrador Omnisciente
-Vamos Ska tienes que salir de esta madriguera, no puedes morir aquí triste y sola - la regaño-
-Qué más da si quiero morir así? - su vista seguía fija en el libro, sabía que en cuanto menos atención le presta más rápido se cansaría y iria-
-Bueno como tu mejor amiga no dejaré que lo hagas y te arrastraré hasta el bar, son solo un par de copas y es fin de semana - se justificó-
-La última vez que fueron copas tranquilas termine manejando yo y mi auto lleno de tu vómito - la miro mal-
-Bueno ha pasado mucho tiempo, por favor Ska acompáñame -Valeska conocía a su amiga y sabía que jamás se daría por vencida-
-Bien de acuerdo pero yo elegiré mi outfits y no podrás opinar absolutamente nada -Tenía condiciones-
-Bien pero no te vistas como un abuelita, tienes un cuerpo espectacular, tal vez esta noche - antes de que pudiera continuar Valeska le lanzó un mirada matadora y la mandó a callar-
-Ire arreglarme a mi habitación, date prisa - podía ser su mejor amiga y comprenderla en muchas cosas pero definitivamente no la entendía en su dolor-
Se alejó de la rosada habitación de su amiga y entró en su ya tan conocido ambiente donde los colores neutros dominaban, cerró la puerta y respiró profundo, se dedicó a bailar por aquí y por allá dentro de su habitación escuchando música y buscando que ponerse y no parecer una abuelita como lo había mencionado Amber pero tampoco una mujer sin vergüenza, hacia tanto tiempo que no disfrutaba de esas pequeñas cosas .
Cuando por fin tuvo las prendas adecuadas en sus manos las dejó sobre la cama y fue hasta la ducha donde duró 1 hora limpiando su cuerpo y analizando los pro y contras que tenía el ir a ese bar que hasta el momento no sabia cual era, pero por alguna razón se sentía menos triste que de costumbre y decidió ignorar a su cabeza que la mandaba a recostarse sobre su cama, pero aunque fue extraño para ella se dedicó a arreglarse rápidamente y de una manera poco habitual.
Los toques en su puerta la hicieron dejar de cantar, estaba lista solo faltaban sus tacones que pondría al subir a su auto pues no pensaba cansarse mientras ponía en orden aquel lugar que no sabía cómo logró desordenar ella sola.
-Wow!- esas fueron las palabras de su amiga al verla-
-No exageres, te vez hermosa - le sonrió-
Tomó su bolso en el que metió celular, maquillaje, gas pimienta y un arma que la ayudara a defenderse en caso de ataque, en su otra mano sus tacones y las llaves de su bello aventador negro que Gerardo le había regalado como agradecimiento cuando lo ayudó a ganar la Golden Gate una de las carreras ilegales más famosas de San francisco y del país.
Al subir al auto Amber sabía las reglas, no tocar nada era la principal pero importando poco puso música en el estéreo ese bebé como ella lo llamaba tenía un equipo de sonido a otro nivel, por extraño que pareciera en aquel momento Valeska solo sonrió y se dedicó a conducir, hasta mirar el gran letrero con letras rojas que iluminaban "Pandemonium" enseguida miró a su amiga quien sonreía con inocencia había escuchado hablar de aquel lugar y no exactamente cosas buenas, era un antro-bar de mucha categoría pero cosas ilegales se movían dentro de este y ella hacía muchos años que había dejado de formar parte de ello.
-Por favor ya estamos aquí-hizo cara de cachorrito-
-No me gusta este sitio Amber sabes lo que ocurre adentro-
-Solo será una hora mientras tomamos un par de tragos y celebramos que por fin después de años la mitad de ti parece tomar vida - sonrió-
-Y de paso celebramos que la otra mitad permanece muerta para siempre- la miro mal-
Amber rodó los ojos ante el sarcasmo de su mejor amiga y se bajó del auto y solo a jalones y empujones llegaron al cadenero que en cuanto miró a Valeska abrió el cordón dejándolas pasar ocasionando los gritos y abucheos de las personas que llevaban esperando ahí por horas, ellas sonrieron extrañadas pero aun así entraron, aquel cadenero la había reconocido, ella seguía siendo la mujer del Capo Mexicano, para el y para todos los integrantes de la mafia.
Valeska observaba el lugar con extrañeza, era un antro normal ni siquiera sabía por qué tanto alboroto aunque lo supuso al ver a un barman entregar una charola llena de droga como si fuera pan caliente.
-Relájate Ska deja de estar mirando todo - le sonrió-
-Ni siquiera se por que te hice caso, debería estar en casa en pijama y leyendo - renego-
-Iré por bebidas quédate aquí y no se te ocurra escapar - la acusó-
Valeska siguió observando todo de manera acusatoria sin percatarse que desde el segundo piso un par de ojos color tormenta la miraban con una sonrisa ladeada.
Outfits de Valeska
Chicas, chicos despues de tanto aqui ahi un capitulo nuevo de verdad espero que lo disfrute.
Besos A.
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Mi Destino
Dla nastolatkówAlgunas almas no están destinadas a construir vidas juntas, otras están condenadas a cruzarse una y mil veces hasta que se den cuenta de que siempre, fueron hechas una a la otra.