08 •Más Allá De Lo Superfluo

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"¿Podrías contarme más sobre ti?"

Esa pregunta resuena cómo un eco dentro de mí cabeza, espero con ansias cualquier respuesta que el hermoso chico que tengo enfrente pueda darme, sé que Aizawa tardará por lo que quisiera que pudieras compartir un trozo de tu realidad, quiero, anhelo desesperadamente conocerte más, poder formar parte de tu mundo, como tú lo eres del mio desde aquella tarde cuando entraste por primera vez a nuestra cafetería, mas tu rostro ligeramente entristecido hace que me arrepienta de esa pregunta casi de inmediato.

—... ¿Izuku?– quizás soy un tonto, pero soy un tonto enamorado, aún no pierdo la esperanza de que al menos dejes una pequeña grieta por la que pueda ver un poco de tu ser.

—N-no soy una persona tan interesante Shinso-kun— veo tus labios temblar mientras respondes, quizás soy un egoísta, pero aún no quiero renunciar a saber más de ti.

—Esa sería una frase que quedaría bien conmigo... Pero no en alguien tan especial como tú— veo tus ojos iluminarse con una sonrisa en tu rostro, mientras por fuera me veo normal, mas dentro de mí se arma una  una revolución, mi pecho explota de emoción mientras mis neuronas hacen corto circuito. ¿Así se siente coquetear con tu crush? No lo sé, pero espero que mis palabras, carentes de estilo o gracia, logren alcanzarte.

—A mi me pareces genial, preparas el mejor café que he probado— verte beber lo que preparé para ti y escucharte halagarme hace de pronto quiera abrazarte, nunca había sentido algo así en mi corta existencia, esa extrema necesidad de protegerte del mundo, de hacerte sonreír así a cada instante.

—Nada comparado contigo Izuku, por favor cuéntame de ti— quizás parezca un necio, pero mi pecho me exige información sobre ti, conocer tus alegrías y tus temores, tus aciertos y fracasos, todo, quiero saber todo de ti.

Veo como tu mirada divaga un momento hasta que suspiras.

—No sé por dónde empezar... ¿Qué tanto puedo contarte? — de pronto veo la incertidumbre en tus ojos, como si tuvieras tanto qué decir, que temes aturdirme o disgustarme, me haces sonreír ¿acaso no te das cuenta de lo mucho que deseo conocerte?

Claro que no, si algo he aprendido en mi carrera de psicología es que no debo suponer, sino que es mejor preguntar o afrontar.

—Todo, lo que quieras o puedas decirme, claro... Aunque he de decir que estoy dispuesto a intercambiar— veo la duda y la curiosidad naciendo en la comisura de tus labios que se curvan hacia arriba mostrando una sonrisa traviesa que casi hace que mi corazón se detenga.

—¿Sí? ¿Qué podríamos intercambiar Shinso-kun?— El juego comienza y no estoy tan seguro de ganar, pues no tengo mucho que ofrecer, y esos ojos distantes y soñadores tuyos se tornan tan intensos y firmes que siento que me puedo perder en ellos infinita cantidad de veces, siempre y cuando me veas a los ojos como ahora.

—T-te parece bien... ¿Tu historia por la mía? Creo que es un trato justo ¿no?— notas mi nerviosismo y el intento de sonrisa que cruza por mi rostro, trato de actuar relajado, pero ante ti me siento vulnerable, desnudo, como si con una sola expresión tuya estaré rendido ante ti, pues es así.

—Acepto... espero no extenderme demasiado— veo a detalle como tus dedos finos y delgados juegan incesantemente con la servilleta de papel que dejé junto a tu bebida, yo no he podido moverme desde que me senté frente a ti, así que no tengo nada que juzgar de tu método para canalizar tus emociones.

—No importa, estoy dispuesto a escucharte por siem... todo lo que gustes— sí ese tipo de idiota soy, mi torpeza social ha de estar disfrutando mi intento de ser genial. Pero es que verte de frente mientras los débiles rayos de luz solar del atardecer se filtran por la ventana, haciéndote ver con un brillo especial, que sin dudas me gustaría ver todos los días de mi existencia.

Mi chico con aroma a café [ShinDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora