🌸05🌸

476 45 5
                                    

Narra Tenochtitlan.

Al no fijarme por dónde corría, choque contra algo.
Caí de espaldas y empecé maldecir en todas las formas que podía.

No quería abrir los ojos por miedo a que me iba a encontrar.
Sentí como alguien me abrazaba. Abrí mis ojos para encontrarme a ese hombre de dos colores brillantes abrazándome.
Después de apartarse de mí, sostuvo mí cabeza como si tuviera miedo de que se fuera a romper.

— Oh Nueva España. Tenía miedo de que algo te hubiera pasado. Aquí estás... Sana y salva.—

Nueva qué? Porqué mencionaba su nombre? Si no mal lo recuerdo, ese es su nombre. Le tome confianza. El no estuvo involucrado en todo esto... ¿O si?
Ahora solo quiero estar sola, no quiero ver a nadie que no sea mí nanstin, solo quiero ver a nanstin... Mí nanstin...

El solo pensar que mí nanstin ya no está, me hace llorar.
Al parecer el hombre bicolor se dio cuenta y comenzó a hablar.

—... No porfavor, no llores, me haces sentir mal...— trató de sonar lo más consolador posible, sin éxito alguno.

Solo me hace sentir peor. Yo quiero a mí nanstin, que ella sea la que me consuele, la que me abrace y la que me de cariño.
La quiero a ella y nada más a ella.

— Nueva España, te cuento algo?—

¿Qué me dirá? No quiero escuchar nada a menos de que sea de que nanstin esté viva y esperándome con los brazos abiertos... Le asentí lentamente.

—... Yo sé que en estos momentos no te sientes segura, pero pase lo que pase... Siempre vas a contar conmigo. No te preocupes ¿Sí? Ahora todo va a estar mejor.—

Mientras más hablaba más me incomodaba, ese hombre escondía algo detrás de esa sonrisa, ¿Cómo que mejor? Todo va a cambiar si nanstin no está. Quién será quien le de los sacrificios a los Dioses? Quién cocinará pozole? ¿¡Qué es a lo que se refiere ese hombre!?
De lo tan incómoda que estoy no puedo evitar que trate de alejarme de él.
Entonces el si tiene algo que ver en la muerte de nanstin.

Lo empuje lo más fuerte que mis brazos podían y me heche a correr tan lejos como pude.
No fue mucho lo que corrí porque por la falta de alimento me desmayé a medio camino.

...

Me desperté cuando un olor extraño inundó mis fosas nasales. Estaba un poco aturdida pero me incorpore casi inmediatamente.
Seguía con mí ropa, ahora sucia, maltratada y rota. Estaba en otro templo? Que raro, no recuerdo templos así en mí vida. Me dolían las piernas, así que con cuidado me levanté de dónde me encontraba. Todo aquí es diferente, en donde anteriormente me levanté, había como una especie de de piso, solo que cómodo y color blanco? O hueso. El punto es que aquí todo es diferente a otros templos.

Cuando trate de salir choque contra una pared(?) Esta en cambio es blanca, no como las paredes. Tratando de salir de nuevo, volví a chocar; ahora entiendo, no estoy en un templo... Estoy en un... Un... Un... No sé que es pero definitivamente no es un templo. Ahora con más intensidad corrí contra esa pared.

Narra España.

Después de que ella saliera corriendo, inmediatamente salí detras de ella, no llegó mucho porque a la mitad del camino ella se desmayo.
Al verla caer apresuré el paso para verificarla. Suspiré de alivio al ver qué era solo por el hambre. ¿Cómo lo sabía? Pues en su cuerpecito se notaba, su carita estaba un poquito más delgada y supuse que era por eso.
La llevé cargando hasta los barcos, ella se irá conmigo a Europa; alguna que otra colonia está también hay. Pero no estoy seguro de si la presente.

...

Ya llegando a España, la bajé con cuidado, aún seguía dormida.
Antes de entrar, les ordene a mis hombres de que cuidaran que no los viera algunas de mis colonias, tal vez no sería el momento para presentarla.
Llegamos a una habitación y hay la dejé, tan hermosa mientras duerme. Ahora buscaría ropa para ella, esos arapos no quedaban con su hermosa carita.

...

Al llegar al castillo, lo primero que hice fue revisar en la alcoba dónde dejé a Nueva España.
Vi que todavía seguía dormida así que me dispuse a hacer de almorzar para todos los críos.

Ya casi terminando de almorzar, todos los presentes escuchamos un golpe en la parte de arriba, al principio no le tomamos importancia, de no ser de que volvimos a escuchar el golpe, ahora un poco más fuerte.
Les ordene a todos que se dirigieran al jardín.
Cuando todos se dispersaron, salí de inmediato a la parte de arriba.
Llegué a la habitación de mí pequeña y justo antes de entrar se escuchó un golpe más intensificado, derribando la puerta.

Al no reaccionar a tiempo, la puerta cayó encima mío. Nunca pensé que la puerta pesará un poco más.
Luego sentí más presión en mí estómago.
Por instinto quité la puerta, para después ponerme encima de ella.

Pero ahora no era la puerta.

Narradora omnipresente.

España al observar que no era la puerta, se asustó un poco pero no lo suficiente para querer quitarse.
Estaba arriba de Tenochtitlan, o "Nueva España".
Esta por el otro lado se quedó en shock al ver de quien se trataba.

—... Achka.— [... Cerca]

España frunció el ceño levemente, ya estaba arto de ese idioma.
Decidió levantarse para tratar de no perder la cabeza, ese idioma lo fastidia. Para antes de que desapareciera, escuchó la voz de la pequeña.

— Chia!— [espera!]

—... ¿Necesitas algo?—

—... Kuasneki...— [... Quiero comer...]

España no pudo hacer más, al no entender la tiene que adivinar lo que quiere. Tarea muy difícil para él.

Mañana le enseñaría el español, por ahora va a darle de desayunar por primera vez en semanas.





 ಌ ᴍɪ ᴘᴇǫᴜᴇñᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ ಌ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora