Aphrodite's Club [Kookgi]

Intentos fallidos

[11]

Sus labios se unían, sin cansancio...

Sus respiraciones al compás...

Jadeos, gemidos, rugidos de placer...

El azabache besaba y chupaba el cuello de YoonGi mientras embestía ferozmente al rubio; y este gemía y gritaba sin parar.

Era sostenido de las muñecas con una sola mano de su amante, y la otra sostenía su cintura, estaba echado de espaldas frente al azabache que ahora lo besaba con lujuria y lo devoraba completamente.

- Oh ángel, eres tan delicioso - Decía entre embestidas - Y eres solo mío, me perteneces solo a mi.

YoonGi asentía y trataba de decir que si entre gritos pero solo salían balbuceos sin sentido a causa del placer.

Apenas el rubio había llegado a la habitación su amante le había quitado la capa tirandola mientras arrancaba su lencería de encaje negra, YoonGi soltó un pequeño jadeo de sorpresa pero aún así también arrancó la camisa blanca que llevaba su amado.

Los botones volaron por todo el suelo y mirando a sus ojos volvieron a unir sus labios.

La desesperación los había llenado y ahora su amante lo follaba con brutalidad haciendo que sus pensamientos fueran un revoltijo.

- Ángel mío - Dijo besando sus labios y chupando su labio inferior - Di que me perteneces, deja que te tome.

A pesar de la sobrecarga de placer YoonGi gimió y arqueando la espalda gritó:

- ¡Soy tuyo!

El hombre sonrió descaradamente y siguió con sus embestidas que hicieron a YoonGi balbucear una y otra vez...

- Soy tuyo, tuyo... solamente tuyo...

Así YoonGi llegó temblando y gimiendo deliciosamente, saboreando cada beso y cada caricia del hombre; que después de hacerlo echo gritar de placer ahora acariciaba su rostro repartiendo besos.

YoonGi enredado entre las sábanas sonrió agotado y devolvió las caricias jugando con los mechones azabaches de su amante.

Ambos se besaban vagamente, degustando sus labios y sonriendo a pesar de su agotamiento.

Las luces de las velas besaban suavemente la piel de YoonGi haciendo verlo más angelical que de costumbre y haciendo que la piel de su amante se viera más dorada y seductora.

- Ángel mío, quisiera nunca tener que dejarte - Susurró en sus labios y YoonGi frunció el seño.

- Pero tú puedes tenerme - Besó sus mejillas - Yo soy tuyo, lo sabes...

Su amante lo miró, sus ojos parecían preocupados, pero YoonGi no podía ver más detrás de ese antifaz.

- Ángel, hay cosas que tú no sabes...

Antes de que YoonGi pudiera preguntar su amante se retiró a una ducha rápida, y aunque lo evitó el rubio cayó en brazos de Morfeo.

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La mañana era un poco fría, nublada y casi tormentosa pues veía una que otra nube negra que amenazaba con descargar gotas de lluvia.