Aphrodite's Club [Kookgi]

Secretos

[7]

YoonGi habia regresado al Club sólo, pues según lo que Jimin le había dicho  no iría más, al menos no por el momento.

Taehyung y Jimin no necesitaban tanto verse allí pues pronto se habían mudado juntos, después de oficializar su relación.

Ya estaban juntos y se veían más enamorados que nunca.

En un mes las cosas habían cambiado demasiado.

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El salón estaba lleno como siempre, mujeres y hombres, besandose, tocándose, bebiendo y fumando.

El candelabro de cristal que alumbraba con luz tenue y la música era de un estilo casi igual al tango.

YoonGi lucía una sexy lencería negra, se había vuelto un hábito usarla pues su piel lechosa resaltaba mucho más, haciéndolo ver un chico bonito y mortalmente caliente.

¿Quién diría que un virgen inexperto terminaría siendo un experto en seducción?

Y es que YoonGi sabía ya como usar su cuerpo a su favor, sabía cómo mover las caderas para que fijes tu vista en él y te quedes con ganas de más.

Bajaba las escaleras suavemente, su mano apoyada en el pasamano de madera tallada, los guantes de encaje se veían elegantes y hacía ver sus manos bastante atractivas.

Usaba una tanga y unas medias que eran sujetadas por el liguero y un corset que amoldaba su estrecha cintura.

El antifaz solo dejaba ver sus característicos ojos gatunos y su cabello rubio con algunos mechones sueltos por allí; la capa era llevada hacia un lado para dejar ver sus clavículas y uno de sus hombros desnudos.

Veía que varios hombres lo miraban con deseo, pero nada le importaba más que el hombre de ojos ámbar que lo miraba atentamente al final de las escaleras.

Le tendió la mano y este tomándola fue guiado hacia el centro del salón.

- Oh ángel, te he esperado tanto que casi muero de la preocupación, pensé que te habías olvidado de tu amado - Dijo en un tono juguetón y travieso.

YoonGi sonrió y beso profundamente al hombre mientras esté tomaba sus caderas y guiarlo suavemente por el ritmo.

Llevó sus brazos a su cuello y suspirando en sus labios susurró:

- No podría olvidarte ni aunque quisiera, ya eres parte de mí...

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El hombre de ojos ámbar gemía y gruñía, estába al borde de la desesperación por hacerle el amor a su ángel.

YoonGi sonrió casi imperceptiblemente mientras seguía chupando su polla como si fuera una paleta dulce y deliciosa, su lengua se arremolinaba y su garganta trabajaba hasta que el polla del hombre entrara casi completa en su interior.

- Ángel, deja que entre en tí, has desaparecido durante una semana este mes - Jadeó cuando sintió una succión más fuerte - Ángel deja que he haga el amor por favor - Rogó.

Habían pasado ya dos meses desde el primer encuentro de ambos amantes, seguían viéndose en el Club, sin mantener relación con nadie más y tampoco sin saber sus identidades.