O6.

841 168 16
                                    

Capítulo n. 6,

D I S T A N C I A

Observaste como algunas nubes tapaban el sol, el día estaba bastante nublado y frío, pensaste que estaba acorde a tus sentimientos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Observaste como algunas nubes tapaban el sol, el día estaba bastante nublado y frío, pensaste que estaba acorde a tus sentimientos. Estabas algo decaída por las repentinas acciones de Fukunaga, después de que te hiciste amiga del chico que estaba enamorado de ti, que resultó ser un nuevo integrante del club de escritura que vino con retraso, el rematador había estado evitándote constantemente o simplemente poniendo excusas para irse.

Caminabas tranquila escuchando música, replanteando si habías hecho algo que hubiera podido dañar a tu amigo, pero lo único que podías pensar es en que había asumido que lo habías cambiado por el chico de tu club, pero si pensaba eso estaba totalmente equivocado. Sin darte cuenta pasaste la ruta de camino a la cueva, pasando de largo, seguiste sin rumbo hasta que llegaste a una parte más profunda y frondosa del bosque, a un par de metros había un pequeño lago cristalino, parecía no tener mucha profundidad.

Suspiraste tranquilizándote, te sentaste en la orilla, en una gran roca mientras tus brazos descansaban sobre tus rodillas y tu cabeza se apoyaba en tus antebrazos. Todos los días ibas a pasear junto con Fukunaga pero ahora estabas sola, todos los días ibais juntos a la escuela pero ahora él se adelantaba, estabais en la misma clase, prácticamente sentados uno al lado de otro, tan cerca. Pero a su vez se sentía tan distante.

Ya no recibías sus pequeños gestos; no te sonreía, no te miraba a los ojos, no agarraba tu mano, no revolvía tu pelo cariñosamente... se sentía tan mal alejarse de alguien a quien amas tan solo por un mal entendido. Claro que no ibas a dejar las cosas así, pensabas hablar con él de una manera u otra, pero simplemente ahora no era el momento, entendiste que a lo mejor Shohei no se sentía del todo bien y lo mejor era darle su espacio.

Él siempre tuvo presente el sentimiento de que lo abandonarías, a pesar de que ahora tenía amigos en los que confiar, no sería lo mismo si tu lo dejas. Esos pensamientos siempre comían su cabeza todas las noches. Que idiota era al pensar eso. Sin querer un par de lágrimas se escaparon de tus ojos, mojando tu sudadera, tu labio tiritó por unos instantes sintiendo la fría brisa mañanera.

Frotaste tus brazos para obtener calor, deseando que el chico estuviera ahí para poder envolver su cuerpo en un cálido abrazo. Empezaste a marearte recordando todos los momentos bonitos con tu amigo, aunque prácticamente el simple hecho de estar junto a él ya era bonito.

De un momento a otro caíste sobre el césped con una respiración pesada, sintiendo como tu cuerpo se desvanecía junto con tu dolor. Una sonrisa se coló en tu cara al sentir tanta tranquilidad.

La sensación de incomodidad golpeaba el pecho del muchacho, que estaba tumbado en su cama con la mente hecha un lío

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La sensación de incomodidad golpeaba el pecho del muchacho, que estaba tumbado en su cama con la mente hecha un lío. No paraba de dar vueltas por toda la cama mientras abrazaba un cojín de gato que tú le habías regalado.

Tiró el cojín fuera de su vista para no pensar más en ti, porque no podía parar de pensar en ti, pero es que todo lo que veía o tenía le recordaban a tu persona. Tenía miedo. Miedo de perderte. Quizá no hizo lo correcto al distanciarse durante unos días, pero no podía mirarte a la cara, podía sonar un poco egoísta pero no quería que tuvieses alguien tan cercano como él. No quería que alguien ocupara su puesto.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, alarmando sus instintos, entrecerró los ojos al estornudar, un mal presentimiento se cruzó por su mente, por instinto levantó la vista para mirar directamente a la ventana, una corriente de frío atravesó su cuarto. Cuando se acercó a cerrarla algunos copos de nieve caían lentamente hasta el suelo, su ojos viajaron hasta el horizonte donde se podían ver algunos árboles de la zona de vuestro lugar.

Tragó saliva aún con ese mal presentimiento volando por su cabeza, agarró su chaqueta y gorro rojo de lana para salir, estaba empezando a oscurecer y la nieve se estaba amontonando poco a poco. Sus pasos eran acelerados, sentía el corazón en la garganta, sin saber porqué comenzó a correr hasta la cueva que ahora tenía una fina capa de nieve sobre el suelo.

Al ver que no había nadie sus instintos se pusieron aún más alerta, causándole angustia, con la respiración agitada volvió a correr sin saber muy bien donde ir, su cuerpo se congeló por unos instantes. Estabas tirada en el suelo cubierta de nieve y sin ropa que realmente abrigase de tal frío. Agarró tu cabeza colocándola en su regazo, notando que tus labios estaban algo azules y tus respiración era irregular, rápidamente se quitó el abrigo para colocarlo sobre ti, cargándote hasta su casa.

Ahora más que nunca estaba sintiendo ese miedo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗦𝗲𝗲 𝗬𝗼𝘂 𝗟𝗮𝘁𝗲𝗿┃Fukunaga ShoheiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora