|EROTICISM| guns n' roses [PAUSADA]

"Miradas impuras"/Slash

"Tenemos ojos para una sola persona,
decían... Aquí lo que paso fue,
una falla en mi cabeza.
No puedo sacarte de mi mente".

—Vamos, tienes que venir... Los amigos de Saul estarán aquí, yo sé que te gusta el rubio.

—¡Cállate! Sabes que ninguno me atrae, solo son conocidos Cami... -Emboce en la llamada.

—Vamos, ven y acompáñame... Sabes que las fiestas son aburridas sin ti...

—Pero... Luego de que yo esté allí, me dejarás sola y te iras con él.

—Sabes que no te cambiaría por nadie, eres tú y nadie más pequeña... -Sentí por un momento que había sonreído, copiando el mismo acto.

—No me esperes amiga, lo siento... De verdad que ando muy agotada últimamente, y mis ganas de salir son nulas.

Finalmente había entendido, y claramente me había disculpado con ella por mi respuesta negativa. Hablamos por un rato más, reímos mientras me contaba las anécdotas con su novio, Slash. La dejaríamos ahí, ella como yo debíamos hacer "nuestras cosas".

Era una de mis otras escusas, claramente mi día se basaba en estar en mi cama hasta el refrigerador, desde el sofá hasta el patio. Y así sucesivamente.
Debía mantenerme calmada, y nada mejor que un poco de música mientras preparaba un poco de alcohol.
Mi teléfono había sonado, supuse que era Camila para avisarme lo que harían, o para insistirme una vez más en asistir a esa fiesta. Solo pude encontrarme el nombre artístico de uno de mis amigos. Conteste la llamada.

—¡Hey, Axl!...

—Muñeca... ¿Dónde estás? Te estamos esperando...

—Ya le había dicho a Cami que no me esperarán, no iré... Me quedare en mi casa, Rose.

—¿Qué? No... Ponte algo bien sexy y vente, todos están preguntando por ti... Duff, Steven... Hasta Slash que es él menos insistente...

—¿Sí? -Estaba emocionada por dentro, sentía como el corazón saldría por mi boca.

En sí, él era la respuesta a todas sus insistencias, y mis palabras negativas... No es por el simple hecho de tratar de evitarlo, sino porque mi debilidad no me permitiría alejarme otra vez.
Slash, el muchacho del que todos hablan, el muchacho que no sale de mi cabeza ni un segundo. Aquel que con tan solo ver, se me paralizan todos mis pensamientos.

—¿Ana?... ¿Me escuchas?... -Hablo el pelirrojo, recobre mi cordura y salí de aquella nube, respondí.

—No estoy muy de acuerdo, de verdad que...

—Hazme caso muñeca, no te arrepentirás...

—¡Esta bien! -Grite en seco, el de cabellera larga rió.

—Sé que has dicho que sí, por mí... No lo niegues nena...

—Calla tu puta boca, Rose. -Colgué, reí por mis actos.

Se me había venido la idea más loca que cruzo por mi cabeza, en sí, es la idea más loca y problemática que podría llegar a tener en toda mi vida.
Deje lo que estaba haciendo, y fui hacia mi habitación... ¿Debía arreglarme como Axl me lo dijo? No lo sé, lo primero en hacer fue enviarle mi mensaje de aprobación a mi amiga.

[...]

Toque la puerta varías veces, pues la música allí era un estruendo terrible. Finalmente la habrían abierto para mí, era él.

—¡Llegaste!

—¡Saul, hola! -me sentía incomodada, pues sus ojos no dejaban de mirar la pequeña gran apertura en mi abdomen, mi vestimenta se basaba en poca tela para el cuerpo.