|EROTICISM| guns n' roses [PAUSADA]

[13] Duff/Slash

Precauciones: Contenido sexual explicito y lenguaje fuerte.

Aclaraciones: 2840 palabras. 

Tags: trío; sexo; atracción; daddy!kink;

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Era loco, indebido e improvisado, ni siquiera sabía si era lo que en verdad quería, pero estuve dispuesta a no ocultarlo por más tiempo. Claro que si, esa idea rondaba en mi cabeza desde la primera vez que pensé en alguien que no es mi novio, y desde ahí, vivo con ese pensamiento sucio. ¿Que diría papi de mi?

Y mientras mas lo pensaba, mas indebido sonaba, y el salir de mi boca podría ser peor. 

No debo interrumpir a papi en sus ensayos, o se molestara. 
Tampoco puedo nombrarlo seguidamente, nadie puede saber lo que ocurría entre los dos; y también era una orden de mi papi.

Tal vez esta sería la primera vez que alguien podría saber lo que rondaba en mi cabeza, a detalles.

—Oye, bebe, ¿Puedo hablar contigo? 

Obedecí, quedando en aquella distancia que siempre era nombrada, esperando a que él me mirara a los ojos para dar ese segundo paso, cerca de su anatomía. Y asi fue, me miro a los ojos, dándome ese paso a seguir.

—¿El bebe eres tu, o soy yo?

—Yo lo soy. 

—Muy bien. —beso mi frente, sonreí gustosa. —Dime, ¿Qué es lo que sucede? ¿Paso algo contigo?

Negué con la cabeza repetidas veces, mirándolo a los ojos.

Y aveces el era otra persona, dejando su lado sobre obediente y esos tantos otros aspectos serios y secos por su parte, era alguien delicado, para dar mucho amor, y también obtener bastante de aquel.

—Es solo que, quiero algo.

—¿Qué es lo que quieres?

—Es complicado, pero quiero tu aprobación para implementarlo.

—Dispara nena. Sabes que si quieres algo, yo puedo conseguírtelo, dártelo.

Estaba nerviosa, pero era obligación no hacer cabizbajo frente a él, frente a mis asuntos. Siempre con la cara en alto, el me aplicaba esa función.

—Quiero que Hudson y tu me follen.

[...]

Me encontraba en mi habitación, pensando en que era lo que había hecho mal. 

No, no había hecho nada mal, estaba segura de que no había hecho nada mal, y que tampoco lo había hecho de mala manera. 

Tenía su atención, toda su atención a mi, menos en las noches. Un beso en la frente le era suficiente para darse vuelta e ir a dormir. Y aunque estuviera con sus copas de más, sus hormonas se apagaban al mirarme a los ojos, su ceño siempre estaba fruncido.

No podía decir nada, debía obedecer a sus palabras y a sus peticiones. 

Y la más importante; "no puedes tocarte".

Así eran nuestros juegos, raros para algunos; único para nosotros.

Y pensaba, seguía pensando. Los días habían pasado y aun no había obtenido ninguna aprobación o negación por su parte. Y estaba casi decidida en que era un no.

Mis hormonas estaban hasta el maldito cielo, no había sido tocada durante días y se sentía como el mismísimo infierno, mi tacto no se comparaba con los de sus manos, o sus labios; o cualquier parte del cuerpo que hiciera que el mío se estremeciera, se encendiera.