LA MATE DE LOS REYES

cap, 21.

Cassie pov's.

No quería que se enojars con migo pero tampoco quería ser ante esto se que me ama pero a veces es un poco sobreprotector con migo.

Sabes que no me gusta que andes deambulando en el bosque sola- me lo dijo con esa voz firme que utiliza con todos sus empleados pero no dejaré que me gane esta vez.

Si lo sé, pero ya muchas veces me haces cambiar de opinión y en serio esta vez quiero ser yo quien las recolecte, no iré sola pensaba decirle a las chicas que me acompañaran- se lo dije lo más dulce que podía y con una bella sonrisa, si se pone más necio aunque se enoje iré por esas ballas.

Me miró detenidamente por unos momentos él sabía que si me negaba esto de todos modos lo aria, al final solo dio un suspiro y dijo.

Esta bien pero ira Erick con tigo y las chicas okay- Erick es el beta de la manada y las chicas son muy buenas compañías me agradan demaciado.

Por no discutir dije que si, terminamos de desayunar el se despidió de mi de beso y abrazo y valla beso me vi tentada a no dejar que se fuera y encerrarnos en la habitación pero se que tiene mu has cosas que hacer y cumplir y bueno yo tengo que ir a recoger esas ballas.

Fuy a mi habitación y me puse un vestido ligero blanco me depile el cabello y salí, fuy directo a la cocina tomé una canasta y las chicas también estábamos listas para recolectar tantas ballas encontremos, cuando salimos de la casa Erick estaba afuera esperándonos nos vio salir solo hiso un asentimiento de cabeza y nos siguió.

Nosotras fuimos platicando todo el camino de recetas de comida, ya se no soy la mejor cocinera pero ellas más que yo me daba recenas y unos que otros truquitos para algunas comidas, porque los fines de semana no hay nadie en la casa, ya saben nos gusta estar solos todo el día.

Llegamos a unos arbustos Erick se quedó unos metros por detrás para darnos espacio, comodidad y para registrar el área para que no ubiera ningún problema, yo me fuy recorriendo ellos arbustos hasta llegar casi a la orilla del río, estaba tan concentrada que no vi nada hasta que una chica me gritó. No sabía quién era jamás la abia visto pero en su rostro se reflejaba mucha alegría me gritaba que no me moviera que la esperara, yo no sabia quien era ni que hacer la vi desaparecer en un dos por tres, solo pensé que eso era raro realmente raro y seguir con mi tarea de cortar ballas.

Irina pov's.

Salí de la casa a caminar un poco en todo este años Alex solo se a dedicado a buscarla ya sea viva o muerta pero no ocurre ni una cosa ni la otra, yo creo que la diosa luna se la llevó a un lugar donde no la encuentre porque valla que le hiso daño demaciado diría yo.

Aunque si me gustaría encontrarla podría estar en peligro o peor muerta, Alex no sale, no come, no nada solo se la pasa alcoholizado se que siente culpa pucha por todo lo que le hiso y si la encuentra espero esta vez sea diferente

Hiba tan distraída caminando cuando de repente en el otro extremo del río salió una chica con una cabellera suelta y un vestido blanco la miré y cuando ella levantó la mirada al cielo la vi era ella Cassie, ¿pero que hace del lado de los lobos? Eso no me importó en ese momento le comese a llamar gritando si nombre ella me miraba con miedo, pero a la vez con desconcierto como si no me conociera.

Le grite que me esperara ahí que no se moviera y salí corriendo a casa para avisar a Alex de que por fin la abia encontrado cuando llege escuche los grito, le decía a todos que eran unos inútiles que no la encontraban, ni por todo el dinero que les estaba pagando.

Yo entre sin tocar todos me miraron y Alex con una cara de verdadero enfado me dijo.

-que haces aquí Irina estoy muy ocupado como para escuchar tu ideas de salir, así que por favor retirate.- no me dejaría hablar y así sin más le dije

- Alex la encontré - él me miró y dijo

- ¿a quién encontraste?

- a Cassie, ya la encontré.- se movió muy rápido y llegó a mi, me tomo de ambos brazos y dijo

- esa no es una buena broma irina, si es verdad dime donde- lo mire lo tome de la mano y lo lleve a donde la vi, solo esperaba que aún siguiera en ese lugar.

Cuando llegamos ahí estab ella aún con su canaste y recogiendo esos frutos Alex puso la sonrisa más grande del mundo y le gritó ella levantó la mirada espantada y cuando lo vio su expresión cambió a una de terror y comenzó a retroceder.