Asamblea pt2

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—Despierta, no estamos en el coño de tu puta madre, anormal.

Mi cuerpo se comenzó a sacudir de un lado a otro, estaba por llegar a la cima del monte donde presentía la revelación de todo, pero por su culpa no llegué a verlo.
Abrí de apoco mis ojos con pereza.

—Joder, pareces un mapache.

¿Mapache?

EL MAQUILLAJEEEEE.

Me reincorporé rápidamente para verme a través del retrovisor, y sólo vi una mancha desbordarse a lo bajo de mi ojo.

—Joder, ya estás teniendo comportamientos de una nena.

—No sabes el trauma que me dejó Horacio haciéndome repetir una y otra vez que no me refriegue los ojos o que no me tocara la cara. -hago una seña para que me deje salir ya que estaba bloqueando la puerta con su cuerpo, se aparta y así puedo tomar aire fresco. Lo primero que reconocí era que estábamos en un aparcamiento de un edificio.-

—¿Estamos en un motel, superintendente? -me estiro suavemente a la vez cerrando mis ojos.-

—Deja de decir gilipolleces, baja el culo ya.

Le hice caso y salgo del carro, últimamente he estado durmiendo demasiado, el Horacio siempre dice que vaya a ver un médico por diferentes cosas que me a estado pasando, pero no deseo oler de nuevo ese aroma de enfermo que contiene el hospital. Lo odio.
Nos adentramos a la torre, bueno, yo estaba arrastrando los pies, me estaba arrepentido de haber obedecido como un perrito. Conway reservó dos habitaciones, capaz que nos encontramos en un hotel de 5 estrellas y no lo sé; este hombre es de pocas palabras, mientras exploraba el primer piso, me dio un gran impulso de fumar, solo porque vi que vendían cigarrillos de una planta rara en una parte, pero me agarraron del cuello de mi jersey y me jalaron hacia afuera.

—No tenemos que perder el tiempo. - estando afuera me suelta.— ¿Ya estás lista?

Miré hacia abajo en busca de algún defecto y no encontré nada, solo que de mi pequeño bolso cojo mi perfume y me vuelvo a poner en el cuello.

—¿Por qué no trajiste el que te regalé? -se cruzó de brazos.-

—Porqueee... Quería ponerme éste. -contesté inseguro.-

No dijo nada y solo comenzó a caminar hacia el auto de nuevo, ¿en serio para ésto me despertó? ¿Para reservar las habitaciones? En serio que me va a tocar bastante la polla.
Volvimos a estar en el interior de su vehículo, salimos del aparcamiento pasando por la ancha calle de "El Pueblo" hemos estado aquí unos años, pero por motivos tuvimos que irnos a otra ciudad, y así sucesivamente hasta llegar a Los Santos, me trae tantos recuerdos pasar por aquí de nuevo.
Habrían pasados unos 20 aprox y llegamos a otro edificio, ahora sí que el estacionamiento estaba colapsado, no sabría decirte si habría algún espacio para dejar el carro, estaban todos ocupados.

—Mierda.

—Todo por su culpa. -me pegué a la ventanilla y trato de ver si alguien deja el puesto, pero al parecer nadie saldría hasta que acabe el evento.— ¿Qué hacemos?

—¿Cómo qué hacemos? Tenemos que atravesar este caos hasta encontrar el nuestro.

Todavía tiene esperanza de que haya uno, pobre. Avanzó, avanzó y avanzó hasta que uno decía en los bajo del suelo "Superintendente Jack Conway" AAAAAAAH, a eso se refería, claro que lo sabía.
Bajamos después de que haya apagado el motor, nos reunimos en la parte trasera del transporte y agacha la vista para mirarme.

—Como tengo que ser caballero en estas reuniones de mierda.

Se pone firme dejando un espacio entre su antebrazo y parte posterior de su cuerpo. Me confundí un poco hasta que capté su mensaje.

𝙗𝙖𝙗𝙮 𝙜𝙞𝙧𝙡 - IntendenteplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora