—Kasha, dime que hiciste hoy en el colegio—Me preguntaba siempre antes de irme de darme el beso de las buenas noches en la frente.
—Aprendí como se divide.
— ¿Y la felicidad?
— ¿Cómo?
—Jamás olvides Kasha, que mientras no estés muerta y enterrada lo único que debes hacer es encontrar tú mundo perfecto. Tú felicidad.
—Está bien papá.
—Feliz noche, hija.
Desperté de mi pequeño recuerdo mientras me miraba las manos, apreté fuerte los puños estaba cien por ciento segura que en esta vida no encontraría mi mundo perfecto, mucho menos mi felicidad chasquee la lengua y baje las escaleras sin ver a mi madre me acerque a la puerta y la abrí y antes de salir ella dijo sin despegar la vista del televisor.
—No estaré en casa.
—Me da igual, cuando estas en casa es como si real mente no estuviera en ella.
Cerré la puerta con fuerza y limpie algunas lágrimas de mi cara, de regreso al infierno pensé mientras abordaba el auto bus, me deje caer en mi lugar mirando la ventana, siempre la miraba tal vez lo hacía para olvidar la vida o porque siempre que salía en el auto con mi papá él me decía, mira la ventana Kasha, y dime que vez, siempre le decía que miraba muchos árboles y el camino. La verdad no sé porque me ponía a jugar con las cosas que miraba, tal vez lo hizo para que yo jamás olvidara lo que veo, o para que cada vez que yo viera las ventanas de cualquier vehículo lo recordara a él y a sus juegos tontos. Pasaron los minutos y el auto bus freno mientras Yannick se subía esta vez ni siquiera la vi, estaba tan pérdida en mi mundo, intentado encontrar ahí la felicidad, que solo sentí que alguien se sentó a mi lado voltee la cara y a mi lado estaba ella sonriéndome, abrí los ojos y le sonríe mientras bajaba la mirada.
—Hola—Me dijo.
—Hola—Respondí.
>>—Di algo más imbécil—<< Dijo Deb mirándome con enojo.
—Hola—Repetí como idiota, y ella comenzó a reír leve mente y negó con la cabeza. —Yannick, así te llamas ¿No?
Ella asintió con la cabeza y sonrío—Te llamas Kasha, verdad.
Asentí con la cabeza, pero que más le puedo decir, no tenía tema de conversación ella era tímida, y yo rara, creo que esta charla no va bien.
—Yo…—Dije pero volví a sentir que me ahogaba, me puse las manos en el pecho y baje la mirada.
— ¿Estás bien? —Pregunto tocándome la espalda, que me deje de tocar pensé, porque así menos me llega el aire a los pulmones. — ¿Eres asmática o algo así?
Negué con la cabeza, ¿asmática?, no, jamás me había faltado el aire como en estos días —Creo que necesito bajarme del auto bus—Dije levantándome de mi lugar, salí como pude del asiento caminando hacia delante, los pies me comenzaron a temblar y la viste se me nublaba todo comenzó a ponerse más lento de lo normal, escuchaba las risas de todos en el auto bus como si se estuvieran alejando poco a poco, después de quedarme de pie mi cuerpo cayó al suelo.