Capitulo 3

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El profesor Joe siguió con su aburrida clase mientras todos seguían mirándome y murmurando entre ellos, siempre eh sido una chica rara y cayada, mi padre antes de abandonarnos me decía que mi imaginación era tan grande que podría crear mi mundo perfecto, ojala yo pudiera vivir en ese mundo.

>>—La chica rara, buen comienzo para empezar el día. ¿No crees Kasha? —<<

Esta vez sí ignore a Deb, aunque no fue por mucho tiempo.

>>—Vamos, solo uno por favor—<<

Mire la navaja en mi ante brazo y suspire, haciendo un corte profundo apreté los labios del dolor pero me sentía mejor ahora, al menos las risas del salón ya no estaban en mi cabeza solo el dolor físico.

>>—Otro Kasha, as otro—<< 

Me seguí cortando una y otra y otra vez, hasta que la sangre comenzó a gotear el piso del baño, me senté en la taza mirando la puerta, ¿Qué estaba pasando conmigo? Me pregunte mientras suspiraba, cogí un poco de papel de baño y me limpie la sangre, me pregunto si la niña que yo era antes estaría orgullosa de mis cortes o de mi amigo Deb. Salí del baño y me comencé a lavar las mano llenas de sangre de la nada se abrió la puerta y entro Yannick, baje más la mirada avergonzada por lo que había pasado en la clase. Ella solo me miro y me sonrío con naturalidad sin más palabras entro al baño, mientras yo salía ahogando el dolor de mis brazos.  El día siguió transcurriendo, Yannick estaba en todas mis clases, pero siempre se sentaba adelante, habíamos llegado al último periodo del día y estaba decidida a hablarle tenía el corazón como en la mañana latiéndome con fuerza, comencé a caminar pensando. ¿Pero de qué demonios le voy hablar? ¿Qué le voy a decir? ¿Va a creer que soy una extraña total? Estaba a 3 escritorios de ella cuando llego Elena una de sus amigas y comenzó a hablarle, pero que tonta pensé regresando a mi lugar, como creí que ella me hablaría, aun así como pude pensar que me llegaría amar si ella es Heterosexual.

El timbre había acabado el día de clases y todas salieron de sus salones como hormigas, salí del colegio mirando el cielo, que día tan triste el de hoy pensé; las nubes estaba negras como si fuera a llover hasta inundarnos a todos. Me subí al auto bus y me deje caer en el mismo asiento de siempre, mirando la ventana, la lluvia había comenzado a caer al igual que mis lágrimas, no sabía a ciencia cierta por qué demonios estaba llorando, solo sabía que lo hacía, Yannick tomo su lugar delante de mí y comenzó a escuchar música a todo volumen. El viaje se torno en un silencio total, casi todos estaban durmiendo.

>>— ¿Qué tiene ella de especial? —<< Pregunto Deb sentado a mi lado y jugando mis cortadas en el brazo.

—Aun no lo sé, pero sé que ella es especial.

Me baje del auto bus mientras corría bajo la lluvia a la puerta de mi casa la abrí y como siempre mi mamá no estaba, ya estaba más que acostumbrada a estar sola, siempre estoy sola. Camine a la cocina y mire una nota que decía “Tenía que salir, te las arreglas” La arrugue llorando, porque tenía que ser yo la persona más sola de todo el mundo, sin amigos sin familia sin nadie que estuviera a mi lado, yo no sabía que es recibir amor de nadie. Subí las escaleras el estómago me dolía mucho llevaba más de 3 días sin comer más que solo una galleta y agua, me deje caer en mi cama pensando en cómo la gente puede llegar a sentirse tan sola. Hasta que Deb me hablo sentado en el suelo.

>>— ¿Sabes su nombre? —<<

—¿Cómo?

>>—El de la chica, sabes cómo se llama, me refiero a su nombre completo. —<<

Deb tenía razón, llevaba estudiando con ella 4 años y ni siquiera sabía cómo se llamaba, cogí mi ordenador y entre a varias redes sociales buscándola hasta que la encontré.

—Esto tiene que ser una broma—Dije con los ojos abiertos como platos.

>>— ¿Qué cosa? —<<

IRONÍAS DE LA VIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora