No es como parece - Ziall Horlik

Capítulo 7

—¡Joder, Niall, cálmate de una vez! —exclamó quitándole la botella que recién había llevado a sus labios, alejándose de él para colocar el alcohol sobre una mesa, mirándolo serio a la vez que sonaban los primeros acordes de Man in the Box de Alice in Chains, el tema que Niall acababa de poner en el estéreo.

—Zayn, estoy bien —respondió con una sonrisa radiante y voz ronca, caminando hacia él y tomando el borde de su camiseta para acercarlo hacia sí con fuerza, mordiéndose el labio inferior—. Son años de experiencia, ¿no?

—Sí, y de borracheras —reprendió, haciéndole soltar una risa entre dientes—. No te cargaré a casa de nuevo. Me dijiste que esta noche te portarías bien.

—Te prometo que no estoy borracho —ronroneó respirando agitado, con ojos oscuros, chocando sus labios un par de veces contra los de Zayn—. Además, lo único que quiero hacer ahora, es besar a mi novio.

—Demonios, Niall, ¿en qué te convertí? —se burló resignado, sin poder negarse ante la invitación, justo antes de apoderarse fieramente de sus labios, revolviendo con frenesí el cabello  de su chico, haciéndole soltar un gruñido ronco mientras saboreaba el vodka desde su boca, terminando ambos liándose de alguna forma sobre uno de los sofás.

—¡Joder, par de exhibicionistas, vayan a un motel! —gritaron tres voces con tono divertido, haciendo que ambos chicos se separaran abruptamente para mirar a sus interrupciones, encontrándoselos de frente, acercándoseles los tres chicos con botellas de cerveza en las manos.

Se separaron entre bromas y se acomodaron más decentemente, viendo cómo sus amigos se sentaban desparramados sobre el sofá gris frente al de ellos.

—Nos vamos cinco minutos y ya están a punto de tener sexo —dijo Zayn meneando la cabeza con una seriedad fingida, dejando su cerveza sobre la mesa—. Ustedes necesitan revisar esas hormonas que tienen. No es normal.

—¿Para qué? —Dijo el de ojos azules, alzando una ceja, ladeando una sonrisa descarada—. La pasamos bien con nuestras hormonas, gracias. Ustedes deberían buscarse una chica y dejar de entrometerse.

—Si Niall fuera una chica, estoy seguro que desde hace un par de años ya tendrían unos cuatro hijos —se burló Louis, mirándolos después un tanto perturbado, como analizando lo que acababa de decir—. Aunque, bueno, no sé quién sería la chica de ustedes dos. Estoy casi seguro que tú, Zayn, te aprovechaste de la inocencia de Niall, mientras le quedaba, pero después él te devolvió el favor. A que sí.

Ambos aludidos rieron y se miraron cómplices.

—¿Estás preguntándonos quién le da a quién?

—De hecho, sí —fue lo que contestó, encogiéndose despreocupadamente de hombros.

Liam le pegó un sonoro manotazo en la cabeza al castaño mientras Zayn se partía de la risa.

—¿Pero qué? —se defendió sobándose la nuca, mirando mal al castaño.

—No es de tu incumbencia quién monta a quién.

Zayn frunció el ceño.

—Oye, Niall no es ningún caballo, no se monta.

El ojiazul sonrió meneando la cabeza, divertido ante la desfachatez de su novio. Era un sinvergüenza.

—¡Oh, te delataron, amigo! —exclamaron los otros presentes después de un medio segundo de desconcierto.

El aludido rodó los ojos.

—Chicos, ¿de verdad creen que con ese hermoso y redondo culo que tiene mi novio, no voy a tentarme de vez en cuando? —Meneó la cabeza—. No sean prehistóricos. Los dos tenemos el mismo derecho de follar al otro.