10. Poniendo limites

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Capítulo contado por Daniela

Y así fue cómo salí de corporativo para dirigirme al estacionamiento, estaba muy molesta pero también nerviosa por verlo, este fin de semana no había sido lo más tranquilo, tenía una montaña de emociones, pero hoy lo único que sentía es enojo por la forma en la que me habló.

Justo antes de abrir la puerta de su camioneta mi tacón se atoró y casi me caigo, Santiago solo se rió y se bajo a ver si todo estaba bien.

-Por lo visto hago muy bien el papel de entretenimiento para ti, mírate ahorita riendo y hace rato muy molesto- ví como su sonrisa se desvaneció

-Tranquila ¿ok?, primero ¿estás bien? ¿Te duele el tobillo?- tenía cara de preocupación

-No, solo me torcí pero estoy bien, gracias-

-Vamos a tu departamento, quiero que me enseñes cómo quedo-

-Primero tengo que avisarle a Karina que estarás en el departamento, tenemos algunas reglas que debemos cumplir y considero importante hacerlo-

-Esta bien, hazlo-

-¿Por qué no mejor hablamos en un café?-le dije

-Por que quiero conocer tu departamento y cómo quedó amueblado, ¿por qué no puedo ir?- me preguntó en un tono muy serio

-Relájate, ya ví que el mal humor no solo es cuando estás trabajando-

No le gusto mi respuesta y solo Me miró de reojo, se concentró en manejar rumbo al departamento, cuando llegamos le ofrecí una copa de vino y comencé la platica.

-Y bien ¿qué te parece ?...

-Nada mal, está hecho a la medida de tu personalidad-

-Santiago, no entiendo estos cambios tan drásticos, trato de comprenderte pero es difícil, no me gusto nada la forma en la que me hablaste en la reunión- dije con molestia

-No te lo tomes personal nena, velo desde el punto de vista profesional, incluso que exigirte más a ti que a nadie, por que cuando la gente sepa de nosotros, creerán que tienes ciertos beneficios por que estamos juntos y sinceramente Daniela, jamás te pongas a asegurar algo de lo que no estás plenamente segura, mi función es obtener el resultado que quiero y el de ustedes hacer las cosas con precisión, detalle y sin errores-

-Vaya esto parece una clase de mentoring- Santiago sonrió

- Esto solo es para que sepas que en el trabajo soy el jefe de tu jefe y próximamente con todo el crecimiento que tenemos, le daré un ascenso a Miguel para ser Director, tendrás otro jefe más-

-Esta bien no me tomaré personal lo qué pasó en la reunión, aún así enserio hay maneras, se que mi experiencia es muy poca pero, algo más sutil o una llamada de atención en tu oficina hubiera sido mejor-

- Ok, lo tomare en cuenta pero sinceramente no creo haber dicho nada fuera de lugar, sin embargo entiendo tu punto-

- Gracias jefe - Contesté

Me levante del sillón y fui por más vino, el
Silencio estaba resultando incómodo, sabía que había mucho por decir pero, ninguno de los dos quería hacer o decir algo que lastimara al otro, así que corte un poco la tensión que había y le di un sorbo a mi copa de vino y le pregunté

-¿Ya estás listo para ir a Boston?-

-Sí, estoy listo quiero decirte que regresando las cosas serán diferentes, quiero que oficialmente seas mi novia y hacer cosas sin tener que disimular o escondernos, ya veremos en el trabajo como lo manejamos, pero sabía que esto es importante para ti y quiero que las cosas estén bien entre los dos-

Tan solo tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora