Tan solo tú.

14. La verdad

Capítulo contado por Santiago

Llegamos al departamento y comencé a besar a Daniela de forma más apasionada la verdad es que ya no aguantaba las ganas de estar con ella, ahora más que nunca sentía la necesidad de hacerla mía.

La extrañaba tanto y mis sentimientos por ella cada día crecían más.

—Daniela entiendo la reacción que tuviste hoy cuando Paulina se acercó a mi, me pongo a pensar y yo también hubiera reaccionado así o peor no lo sé, creo que en esa parte somos parecidos, solo te pido que antes de enfadarte conmigo me escuches—

—Está bien, solo no quiero que esa tipa se acerque a ti, se nota que está buscando cualquier oportunidad para estar contigo—

—Te prometo que no dejare que eso pase, ni ella ni nadie tiene una posibilidad conmigo por que te amo a ti—

—También te amo y te estaré vigilando— me dijo en tono de broma, aunque conociéndola seguro si lo haría.

—Y ahora por favor, sígueme besando como lo hiciste en el bar— le dije en tono seductor

—Vaya, estás muy seguro que quiero hacer algo contigo mi amor—

—¿Y tú no?—

Daniela empezó a desabrochar mi camisa, y a dejar besos en el cuello, yo le quite la blusa y el sostén empecé a tocarla primero un seno y luego el otro hasta que sus pezones quedaron expuestos para chuparlos

—Te he dicho que me encantan esas tetas, ¿verdad?—

Daniela gemía de placer y desabrocho mi pantalón se agacho y saco mi miembro para ponerlo entera sus senos me volvía loco que hiciera eso, y luego lo metió en su boca, comenzó a chuparme lentamente y después con más fuerza.

—Nena, para por favor no voy a aguantar mucho y me voy a correr en tu boca—

Daniela siguió chupando con más fuerza hasta que la incline más para sentirla una y otra vez hasta que explote de placer en su boca.

—Mi amor, que buena mamada me has dado, la mejor —

—Me encanta verte así por mi— me dijo.

—Estás buenísima, también me encanta que te guste tanto,  ahora quiero estar hundido en ti—

—Hazlo, cogeme muchas veces , no quiero que pares—

—No pararé, créeme te deseo muchismo—

— Empece a besarle el ombligo para ir bajando Poco a poco hasta que mi lengua tocó su ropa interior y roce su clitoris, así fui chupándola hasta que vi que no aguanto más y llegó al orgasmo— Daniela tenía algo que me superaba, con ella no solo era sexo era una entrega total, me gustaba verla como se entregaba a mi y la  forma en la que yo la hacía sentir.

Me puse arriba de ella, le abrí las piernas vi su mirada de deseo, le metí mi miembro y empecé a embestirla poco a poco hasta que me pidió más y con embestidas más  fuertes la hice mía.

Daniela seguía gritando mi nombre y cuando decía más quiero más,mi corazón latía más fuerte hasta que juntos llegamos al orgasmo, estaba extasiado de placer y así podía seguir pero debíamos dormir.

—Me encantas mi amor, me llenas tanto — me dijo

—Y tu a mi también, pero ahora debemos dormir, mañana nos espera un día largo— le dije.

—Me vas a decir ¿quien es la tal Gabriela?

— Si te diré todo mañana, pero no debes preocuparte por favor— le dije