Cinco

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Capítulo cinco.

1960

Mateo subió al tren, se sentó en uno de los asientos cerca del de Manuel, esperó unas estaciones más hasta que por fin el castaño se subió.

Lo miró, tenía ojeras y se veía cansado. Vainstein ni lo miró, seguramente por lo cansado que estaba. Palacios se sentó al lado suyo, haciendo que Manuel abriera los ojos.

--- Hola.--- Saludó Mateo sonriendo.

--- No estoy para tus bromas hoy.--- Habló Vainstein volviendo a cerrar los ojos.

--- Oh, bueno...--- Pensó un rato.--- ¿Querés café?, traje un poco y capaz te despierta.--- Sonrió.

Manuel abrió un solo ojo examinando al morocho.

--- Solo porque tengo que despertarme.--- Soltó agarrando el café.

Los minutos pasaban y Vainstein intentaba no cerrar los ojos mientras tomaba la bebida que su amigo le había dado.

Mateo solo admiraba la cara del otro, a pesar de estar cansado y con ojeras, se veía realmente hermoso o al menos eso pensaba él.

Nunca había tenido amigos, los adolecentes de su edad generalmente lo odiaban por ser muy hiperactivo, pero él no tenía la culpa, solo quería darle color a los malos días.

"Quiero darle color a los malos días de Manuel" Pensó.

Desde que vio a Vainstein en el tren y se le acercó, notó que no era muy alegre y él quería cambiar eso, quería que Manuel sonría más.

Palacios sonrió pensando como sería la sonrisa del rapado, seguramente hermosa, ya que todo él lo es.

Sin darse cuenta, llegó su estación, así apuradamente tomó su mochila y vio a Vainstein, éste todavía no había terminado el café. Manuel estaba por darselo, pero Mateo se negó.

--- Estás muy apagado, quedatelo por hoy, mañana me lo das.--- Sonrió mirando al castaño.

--- Pero...--- Quiso decir pero una mala mirada de parte del morocho lo hizo parar.--- Está bien, gracias.--- Sonrió por primera vez desde que conoció a Mateo.

--- Linda sonrisa.--- Dijo Palacios bajando del tren. Pero realmente no pensaba eso, "lindo" era muy poco para lo que era su sonrisa y esa vez, Mateo bajó del tren mucho más feliz que los otros días.
















𝗧𝗿𝗲𝗻 - 𝗧𝗿𝘂𝗲𝗽𝗹𝗶𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora