La Novia de la Muerte

Sitio Secreto

El bosque siempre fue el lugar romántico entre los chicos de preparatoria. El bosque tambien a sido el sitio donde los hombres llevan a las jovenes para abusar de ellas y matarlas. Tienen los mejores escondites para esconder un cuerpo. Aunque huela a cuerpo muerto nadie lo puede oler. Es como el dicho del arbol que cae. ¿Si nadie lo escucho caer verdaderamente hizo ruido para caer? ¿Si nadie ve o huele el cuerpo sigue estando ahi? De seguro lo mio era lo primero, ya que si me queria matar la muerte lo hubiera hecho hace mucho tiempo. Pero el bosque no dejaba de ser uno de los grandes temores.

-¿Estas seguro de que no nos hemos perdido?- pregunte por desisima vez.

-Selena, es literalmente el bosque detras de mi casa. Piensalo como un jardín en grande sin tantos cuidados.-

¿Como pude besarlo hace una horas?

-Hemos estado aqui por horas Antonio. Estamos caminando en circulos. Ve ese arbol con la rama rota ya lo vi aunque sea tres veces.-

-Hay muchos arboles con ramas rotas, Selena. Dame un minuto mas. Mas bien cierra los ojos.-

Cerré los ojos odiando la idea de no ver. Me tomo de la mano para guiarme hasta que sentí una rica grande que me quito el balance.

-¡Antonio!-

-Lo siento no la vi

-Se supone que eres el único de los dos que puede ver

En de vez de ayudarme a levantarme me tomo en sus brazos sin ningun esfuerzo.

A de tener músculos escondidos este flacucho.

-No habras los ojos- repitió.

Había muchisima agua y olía a flores. Me sento Antonio me sento en lo que parecía un roca grande.

-Ya los puedes abrir-

Era hermoso. La naturaleza cantaba con lo que no era de ella. Este mundo era demasiado perfecto, como ser parte del cielo. Había una cansacada que era tan alta que no tenia fin y se podia ver el agua callendo del cielo. Varios arcoiris aparecían en la cascada noble.

La tierra estaba llena de flores rellenando los lugares que no tenia arboles. Había un coulumpio hecho de madero hecho suficientemente grande para dos personas. Una area de fogata estaba cerca de ese arbol tambien.

-¿Lo hiciste tu?- pregunte con un suspiro.

-Algunas partes- sonrojo. -Le puse algunas estatuas en la entrada pero no las vistes por tener los ojos cerrados.-

Toque el agua que caia de la cascacada. Era un poco mas fria que la temperatura. Había una sombra atrás.

-Hay algo detras de la cascada- comente.

-¿Como lo sabes?-

-Mira la sombra. Esta menos obscura ahí. A de ver una cueba.-

-Esta muy alto.-

Me meti atras de la cascada tocando la pared que tenía. Solo había escalado piedras unas cuantas veces con mi papa, pero podia sentir las piedras fuertes para sus tener mi peso.

-Antonio, ven

Apareció al lado mio.

-Estas loca. Esta maravilloso todo lo de aya y quieres encontrar una cueva.-

-Parece que alguien mas a usado ese lugar. Ocupamos uno secreto para nosotros.- explique empezando a escalar.

-Solo se vive una vez dices ustedes.- me acompañó.

-Ten cuidado esta mojada la pared de aqui- le adberti a la mitad del camino.

-Ya me canse- se río.

-Cuando lleges en donde estoy yo no respires. Estiy por estar a la cueva y me metere un poco a la cascada.-

Entre a la cueva esforzando a mis brazos tener la fuerza suficiente. Adentro estaba grandísimo. Tan grande que podía ser parte de una mansion.

-Selena- oi una voz desesperada.

-Sujeta mi mano Antonio- los dos tratamos de hacer que entrara.

-wow, esta perfecto- sonrio.

-Ya te había dicho que lo seria.-

-Nunca me dejas de maravillar escaladora-

-Se puede crear un cuarto aqui. Y mira hay túneles. Vamos.-

-Sele-

-A que le temes, eres la muerte. Ahora ven.-

-A perderme o caer de un lugar alto. A quedarme atorado aqui adentro. ¿Y tu le temes a algo?-

-Si, pero no me quiero enfocar en eso. Vamos a entrar. De todos modos como que apareses y desapareses cuando quieres.-

-Sólo si cinosco bien el lugar. Mi poder tiene limites.-

-Ya que. Así es la vida llena de riesgos.- entramos al túnel guiadonis por una llamada que creo Antonio. -Sin riesgos eres aburrido.

-Parece que deje de ser aburrido cuando te traje aqui.-

-Tengo cuidado donde pisas- dije. - Que triste vida aburrida llevabas.-

Se río un poco.

-¡Espera!- me advirtió pero ya era tarde. Caímos adentro de un túnel que paresia togogan. Gritamos hasta tocar fondo en el lago.

-Querías nadar, Selena.- me avento agua jugando.

-Quería una aventura- Sonreí aventadole agua también. Nos carcajiabamos. -La caminada valio la pena.-

-¿Y yo?-

Lo mire fijamente, -aunque fueran drástica la manera que lo hiciste no lo cambiaría.-

-Ni yo- se acerco mucho. -Tengo un picnic preparado. Hay que ir antes de que sea muy tarde.-