Había pasado un mes desde que Izuna acepto a Itachi como su hermano. Un largo, pero productivo mes donde se había adecuado a su nueva vida.
Aceptar al pequeño niño en su vida fue la llave para aceptar al resto de la familia natural de Sasuke. Después de todo, Mikoto y Fugaku eran los padres de Itachi.
Esto le hizo darse cuenta de que si bien jamás podrían reemplazar a sus padres, la pareja era parte de su familia.
Así Mikoto pasó a ser Mikoto-baa-san y Fugaku a ser Fugaku-jiji (No los llamaba de esa manera a su cara por obvias razones, pero así pensaba de ellos), pasó a considerarlos sus tíos (la clase de tíos que te adopta dentro de su familia cuando tus padres mueren) y comenzó a tratarlos como tales.
Con esto en mente, su relación con ambos mejoró y las cosas regresaron a la normalidad.
O por lo menos algo bastante cercano, puesto que Izuna no perdió tiempo y al día siguiente empezó a entrenar las catas básicas del estilo de taijutsu del clan, a meditar por lo menos una hora diaria para que su rango de percepción y sensibilidad al chakra se expandieran, y a exigir más "horas de cuento"
Sus "padres" aprobaron el cambio y parecían bastante emocionados de tener otro "Prodigio" en casa. ¿Acaso no era triste que lo que ellos consideraban un "prodigio" para Izuna solo fuera la manera correcta cómo debía ser un niño?, eran este tipo de cosas lo que le dejaba en claro que tanto habían cambiado las cosas de cómo eran cuando no existían las aldeas shinobi. También era lo que le hacía pensar en los pros y contras de vivir en una.
Konoha era la realización del sueño de Madara-nii (era de las muchas cosas que había aprendido de las "horas de cuento" que Itachi le había enseñado antes de que su mente despertará y que sólo ahora podía comprender) por lo que era importante para él, pero después de su análisis aun no podía decidir si había sido o no una buena idea el fundarla.
Su hermanito por su parte (Sí, porque no importaba que técnicamente Itachi fuera mayor, seguía teniendo seis años y eso lo hacía su muy adorable, pero maduro y socialmente incompetente, hermano pequeño por el que mataría y moriría sin dudar) aceptó el cambio en su personalidad y actuar sin mucho escándalo y simplemente fue con la situación, como si fuera cosa de todos los días que un bebé de dos años hablara a la perfección y pudiera tener debates sobre las cosas que le narraba por pedido del mismo.
Izuna se comportaba como lo había hecho cuando tenía la edad que aparentaba con sus "padres" y con todo el mundo en general. Pero no con Itachi, con el otro azabache podía ser él mismo. Y por esa razón llegó a la conclusión de que su Itachi-nii era asombroso y realmente se merecía todo su respeto.
Durante esta "hora de cuento" Izuna había preguntado todo lo que necesitaba saber: Historia (Interna y externa), geografía, estructura política, situación del clan, situación general de los otros clanes, que era la policía militar, los Hokage (todo lo relevante a ellos) y la situación económica, política y social de Konoha. Itachi le había respondido sus interrogantes dentro de su capacidad e Izuna se lo agradeció profundamente.
La Información era lo más importante para un shinobi, pues la falta de esta o peor aún, el tenerla mal podía llevarte a la muerte. Esta premisa había sido grabada a fuego en su mente cuando era un niño por Tajima y por ello busco comprender su entorno.
Durante ese mes había aprendido muchas cosas.
Muchas de ellas le hacían querer quemar la aldea a cenizas. Por todo lo que le habían hecho a su clan (Izuna fue líder de los Uchiha junto a su hermano y en su mente aún era responsable por el bienestar de su gente) desde que Madara-nii dejó Konoha al darse cuenta de que Izuna había tenido razón al decir que confiar en los Senju era un error.