✧ Endehawks Week 2020 ✧ [#EHweek Agosto 2020 ]

Dia 4: Mythological creature/Swap

Au: Criaturas mitológicas/Quirkless/ Hawks (Fénix)/Enji (Humano)

El sol aún no había salido, en el cielo brillaban las estrellas y luceros y el viento frío soplaba agitando la pequeña cabaña. La luz de una vela iluminó el pasillo y en la cocina se asomó una pequeña de blancos cabellos con tintes de rojo, ojos grises aún somnolientos y ataviada en una bata de algodón sobre la cual llevaba un chal tejido.

-¿Papá? -llamó la chica a medio bostezo-. ¿Ya te vas a trabajar?

El alto y fornido pelirrojo frente a ella se giró para mirarla. Llevaba una capa de piel de ovejo cubriéndolo del frio, una mochila colgada al brazo y de ésta sobresalía un hacha afilada.

-No deberías estar despierta a ésta hora -recriminó Enji arrodillándose frente a su hija y dándole un beso sobre la frente-. Ve a dormir, cuando despierten en la mañana ya habré regresado.

La niña dejó el candil de su mano en la mesa y se abrazó a su padre.

-Que te vaya bien y los dioses velen por tu seguridad -murmuró la niña-. Te quiero, papá.

-Y yo a ti, princesa -aseguró Enji volviéndole a besar la frente y enviándola a su habitación.

Salió de casa luego de aquello y se dirigió a la montaña más cercana a su casa, tendría que caminar una hora para llegar. Enji trabajaba como leñador y recolector de madera, todas las madrugadas salía de casa directo a la montaña, cortaba madera hasta que el sol despuntaba, la recolectaba en fajos y regresaba a casa donde la seguía cortando en trozos más pequeños para que luego sus hijos fueran al pueblo vecino a venderla para todos aquellos que la necesitasen para sus chimeneas o cocinas, eran algo así como un negocio familiar y podía decirse que les iba bastante bien en comparación a otros pues nadie podía resistirse a la ternura de los cuatro hermanos al momento de comprarles.

La madrugada estaba siendo especialmente fría por alguna razón así que se cerró la capa fuertemente tratando de conservar el poco calor corporal que tenia, a pesar de llevar tantos años en aquel trabajo aún le costaba acostumbrarse a las frías noches de la montaña, prefería más los climas cálidos pero frescos.

Se adentró por el sendero de la montaña hacia el bosque y caminó por unos quince minutos hasta dar con una buena zona para cortar la leña, colgó en una rama su mochila y sacó su hacha para empezar con su trabajo.

Cortar madera no era un trabajo sencillo o que le gustase demasiado pero lo hacía porque la verdad era un trabajo accesible, le daba buenos ingresos para su familia y le permitía estar en casa casi todo el tiempo con sus cuatro preciosos hijos que eran la razón de su existencia.

A veces le daba algo de lástima tener que dejar a sus pequeños a media madrugada sin cuidado alguno debido a que ellos no contaban con una madre para cuidarlos, su esposa y madre de sus hijos había muerto hacía unos seis años luego de dar a luz a Shoto, su hijo menor, nadie culpaba al niño de lo ocurrido pues Rei era de salud delicada y no se pudo hacer nada al respecto pero en ocasiones le gustaría que ella siguiera viva para ver crecer a los niños y cuidar de ellos cuando él no estaba en casa. Muchas veces Touya y Fuyumi, sus hijos mayores le preguntaban si no estaba interesado en conseguir una nueva pareja a lo que Enji decía que en realidad no lo necesitaba si los tenía a ellos.