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I hate the way you're always right

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I hate the way you're always right

Pasaron varios días después de aquella pequeña fiesta. Pero, él cambió entre ambos era obvio para todo aquel que los viera.

Ambos cuidaban del otro y un día Luzu iba a casa de Samuel, al otro, Samuel lo iba a visitar.

Juntos pasaban buenos ratos, eran momentos tranquilos llenos de mimos.

Tal vez no eran iguales, pero se complementaban perfectamente. Samuel solía enterarse de todo y ponerse muy alterado, preocuparse o enojarse, y Luzu solía ser su calma, le ayudaba a poder pensar antes de actuar.

—Samu... —sonrío levemente mientras alzaba las cejas, acercándose al de ojos morados, el cual dormía plácidamente en su cama. Luzu tenía dos tazas de café en sus manos.

Dejó aquellas tazas en la mesita de noche y se acercó a su novio. Su novio. Que bien sonaba, se acercó a Samuel y se colocó sobre él, dejando algunos besos en el rostro de este.

—¿Umh...? —susurro Vegetta, reaccionando a los besos que él le dejaba.

—Hoy debemos ir a ver con los chicos, podríamos tener una misión — le dijo, mientras dejaba un camino de besos desde su cuello hasta parte de su pecho.

—No quiero ir... —murmuró el chico quejándose un poco; mucho. —Ellos estarán de tontitos y no quiero arruinar mi día lidiando con ellos. —se encogió de hombros.

Luzu rio con algo de ganas.

—Pues para tu desgracia debemos de ir con ellos... —dijo el castaño algo divertido. —Prometo que ellos no serán tontitos...—dijo el de ojos rojos mientras hao a un pequeño mohín.

—Y yo te digo que si lo serán. —dijo Vegetta enfurruñado.

—Debes de ir, Samuel de Luque, tienes que asistir a esa junta o el día de la misión estarás preguntando todo y yo no te diré nada. —amenazo Luzu.

Vegetta suspiro y se inclinó besando cortamente a su chico. Luzu acarició sus mejillas y se separó lago divertido.

—No, ni aún que me beses me vas a convencer de no ir... —dijo Luzu riendo levemente y Samuel se quejó entre risitas.

—Jo, y yo que creía que sí podría... —dijo refunfuñando.

[***]

Se arreglaron entre mimos y pequeños besos, cuando estuvieron listos salieron de la casa flotante de Vegetta, y Luzu acarició la mano de su chico con calma. De manera inconsciente intentaba darle ánimos a Vegetta. Odiaba que en eso tuviera razón. Sabía perfectamente que sus compañeros estarían haciendo el tonto, porque así eran.

Eran expertos en volver toda situación una burla. Elecciones, misiones importantes, un problema que alguien tuviera.

—Hombre, ¿cómo estamos? —pregunto riendo levemente Luzu mientras entraba a donde estaban la mayoría de los héroes.

—Bien, Luzu, muy bien, pero tú te ves muy sonriente... —le pico Willy mientras dejaba de prestar atención a Fargan para sonreír un poco.

—Me gusta sonreír...a ti te gusta tener los ojos de chino, son cosas de la vida. —dijo divertido.

—Que cabrón... —dijo riendo Fargan.

Willy golpeó al mitad búho, haciendo que este se riera aún más y que mirara al chico.

—Perdón, perdón... —dijo negando.

—Dormirás con el perro... — siseo Willy.

—No tenemos perro... —rio aún más alto Fargan.

—Entonces dormirás en el sótano.

—¡Pero ahí cae agua del acuario! —se quejó Fargan.

—Me importa muy poco. —dijo Willy.

Lolito reía levemente ante aquella boba pelea. Alex también parecía muy entretenido. Pero, Luzu noto más miradas, Rubén observaba a su Vegetitta, y Auron lo observaba a él.

Se sintió incómodo. Pero también sintió la mano de su príncipe morado abrazándolo con firmeza.

—Ven Luzu, hay que sentarnos... —le dijo sonriendo levemente.

Luzu se perdió en esa sonrisa. Porque amaba esa sonrisa que Vegetta le estaba dando.

No recordaba que Auron y Rubén estaban ahí no recordaba que ellos no sabían de la relación, y se dejó llevar. Beso a su novio. Porque tenía derecho y porque él de ojos morados se veía genial.

No escucho las preguntas ni de Auron ni Rubén y cuando se separó de este, simplemente siguió observando a su chico.

—¿No sabían? — sonrió levemente Willy, llamando la atención de todos. —¿Ya son novios? — pregunto mirando a Vegetta y Luzu.

Luzu sintió sus mejillas calientes, y miro a su novio.

—Sí...ya hace una semana empezamos a salir...— sonrió bobamente mientras se recargaba un poco en la mesa.

—Bueno...tampoco es tanto tiempo...—dijo algo seco Auron, mientras ni si quiera lo veía.

Luzu rodo los ojos algo irritado por aquella frase.

—Vegetta tenía razón, ustedes la mayoría del tiempo son tontos, aunque algunos a veces imbéciles. — dijo mientras se cruzaba de brazos.

—Sera mejor empezar...— dijo Alex, algo incomodo, pues, nadie parecía disgustado o enojado con aquella relación más que Auron y Rubius, quienes habían perdido a las personas que los querían, por ser unas simples ratas.

Pasaron hablando acerca de la misión que deberían de hacer en unas semanas, pero, Luzu podía notar las miradas que Rubén le enviaba a su Vegetta y como es que no parecía dispuesto a dejar de verlo en ningún momento.

No se sintió celoso, porque Vegetta ni prestaba atención al hibrido, hablaba sobre como coordinarse para la misión y tenía su mano tomada, que se jodan Auron y Rubius.

Luzu mandaba en el corazón Vegetta, así como Vegetta mandaba en el corazón de Luzu.

10 things I hate about you ||Luzugetta|| #PremiosKarmaland2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora