ひきこもり 「Sick!Tododeku AU」

❥･• ろく

Izuku se siente mal por mentirle a Shoto, pero sabe que él ya tiene suficientes problemas como para preocuparse por uno ajeno. Es suficiente con que sepa acerca de la crítica condición que le provoca su osteogénesis imperfecta.

Debido a su caída los doctores decidieron hacerle exámenes para monitorear el estado de su cuerpo completo. Son tantos electrocardiogramas, exámenes de presión, glucosa, entre otros que el pecoso está realmente agotado, por esa misma razón, se ha visto incapaz de utilizar su móvil para contactarse con el joven de ojos bicolores y tampoco ha podido ver el último capítulo de su serie favorita.

Todoroki no quiso comentarle nada acerca de la animación, aunque Midoriya sospecha de que algo le ocurrió a su adorado héroe. Él es de las personas que se emocionan mucho con series y películas, por lo que es muy probable que su corazón se descontrole al experimentar emociones muy fuertes, así que los doctores le han impedido tener comunicación a través de redes sociales para evitar una falla en su órgano vital.

Por otro lado, sus fracturas están sanando lentamente, pero de forma correcta, lo que significa que hoy mismo podrá salir del hospital con todas las advertencias posibles para que no vuelva a caerse o a sufrir golpes.

Izuku es consciente de que morirá pronto. Todos los días se despierta pensando en que puede ser su último día de vida, sin embargo, antes no le tomaba mucha importancia ya que sabe que es una carga enorme para su madre y que ella estará mejor sin él, pero desde que conoce a Shoto, sus ganas de aferrarse a la vida han crecido un montón.

Por eso mismo quiere confesar los sentimientos que tiene por el semi albino, aquellos que ha estado guardando por los últimos meses, aunque no quiere hacerlo a través de un mensaje o de una videollamada, quiere ver a Todoroki en persona, tocar su piel y admirar de cerca esos ojos heterocromáticos que tanto ama.

Le gusta imaginar que su amigo siente lo mismo. A veces se imagina en medio de esas historias juveniles que solía leer en plataformas de internet, donde dos personas se enamoran y pasan por muchos inconvenientes antes de poder estar juntos, porque el poder del amor entre ellos es más fuerte que cualquier cosa, incluso que la muerte.

Shoto le ha dicho que lo quiere. ¿Está bien pensar en que esas palabras están dirigidas a él de forma romántica?

Sí, definitivamente, sí.

Quiere sentirse amado por alguien externo a su familia, quiere experimentar el verdadero amor, quizás encontrar a su alma gemela o, mejor aún, a su llama gemela antes de llegar al final de sus días.

Pensando en lo hermoso —pero doloroso— que sería que Shoto sea su llama gemela se sube al asiento trasero del auto de su madre, colocándose el cinturón de seguridad con dificultad debido al yeso en su brazo derecho. Observa en silencio los movimientos de su progenitora, quién se asegura de que el menor esté cómodo antes de encender el vehículo para llevarlo a casa y permitirle volver a su ambiente tranquilo.

-Mamá- llama. Ella le dedica una mirada por el retrovisor, indicándole que lo está escuchando. -¿Puedes llevarme a casa de Shoto? Me gustaría conocerlo ahora que estoy fuera del hospital-
-Izuku, lo siento mucho, pero sabes que no puedo llevarte- contesta con la mirada fija en el camino, evitando convencerse por la carita de cachorro que seguro su hijo tiene ahora mismo. -Sé que lo quieres muchísimo y que quieres conocerlo pronto, así que ¿Por qué mejor no le preguntas a él si puede venir a nuestra casa? Podemos hacer su comida favorita-
-No puede, te dije que tiene agorafobia, además su papá es malo con él- murmura lo último, desviando su mirada a la ventana semiabierta.
-Mi respuesta sigue siendo no, tus exámenes están muy mal, tienes que mantenerte más seguro que nunca-

El pecoso entonces asiente con tristeza, mirando los edificios del exterior para luego soltar un suspiro largo y cargado de pena. Inko le da una mirada rápida, mordiéndose el labio inferior para no tentarse el corazón.