❥・• なな

757 150 21
                                    

Han pasado más de dos semanas, sin embargo, su tos no ha mejorado para nada. Todos los exámenes que le han realizado en su estadía en el hospital muestran que se trata de un resfriado común, aunque en él son más fuertes que en personas normales, por ende, se le han recetado mil medicamentos para combatir el virus ya que el sistema inmune del pecoso es demasiado débil para hacerlo por cuenta propia.

Shoto es el único entre sus contactos de LINE, por lo que no debe buscar mucho para encontrar su ID y apretar el botón de llamada. El joven de cabello bicolor acepta la llamada casi al segundo, haciendo múltiples preguntas acerca de su estado de salud, afirmando que ha esperado esa llamada y que está realmente preocupado por todo lo que le sucede.

-Sigo enfermo, pero ya no me duele tanto el pecho al toser, así que creo que estoy mejorando- sonríe débilmente, acomodándose bajo las ropas de su cama para quitarse el frío. -¿Y tú? ¿Cómo vas?-
-Pude estar diez minutos en la sala, mi padre no está en la casa, así que no me siento tan nervioso, ya me siento más preparado para recibirte- asegura, evitando tocar el delicado tema del abuso en su contra.
-Parece que me tardaré mucho más- tose, sorbiendo su nariz poco después. -Mi mamá no me deja estar fuera de la cama por más de cinco minutos-
-Espero que mejores luego, Izuku, no me gusta verte así, me da miedo que algo más te pase-
-Tengo mucho frío- murmura, temblando notoriamente. -¿No te molesta si me escondo entre las sábanas? Siento que me estoy congelando-
-Adelante-

Todoroki observa como la cámara se mueve bruscamente, haciéndole saber que el pecoso ha dejado caer el móvil accidentalmente al intentar buscar calor en su cama, aunque no puede decirle nada ya que él está en la misma situación. Después de dos minutos vuelve a ver el rostro del rizado, quién ha apoyado el aparato en una de sus almohadas para esconder sus manos entre sus piernas, en un intento de calentarlas.

-De seguro el clima no permite que te mejores-
-Creo lo mismo, los doctores dicen que es un resfriado común, aunque me hicieron muchos estudios para saber cómo mi cuerpo está enfrentándolo- suspira, cansado.
-¿Cómo están tus huesos?- inquiere, con una ceja alzada.
-Mi brazo ya está curado, pero seguiré con el yeso en la pierna por al menos un mes más- responde, teniendo que cubrir su boca para toser tan pronto termina de hablar. -Este frío no es normal, voy a minimizar tu llamada unos segundos para pedirle a mi mamá que me traiga una taza de chocolate caliente-

Separa sus manos de sus piernas y utiliza sus congelados dedos para teclear un corto mensaje a su madre. Pronto escucha como ella se mueve por los pasillos del departamento para cumplir con su pequeño capricho, sin preguntar si necesita algo más, porque obviamente le llevará cosas para comer y para entrar en calor.

-Ahora sí, espero que beber algo caliente ahuyente el frío- comenta, volviendo a su posición anterior.
-¿Tienes una estufa o un calentador encendido? Quizás tu cuarto está frío y sólo necesitas regular el ambiente- añade.
-Sí, tengo varias mantas sobre mi cuerpo y la estufa eléctrica está prendida, pero creo que mi interior está congelado- bromea, riendo por pocos segundos antes de volver a toser.
-Izuku, ¿Te he dicho que te quiero?-

El pecoso siente como sus mejillas enrojecen ante la mención de esas palabras, pero, a pesar del calor en su rostro, el resto de su cuerpo sigue frío, lo cual es un problema que le impide disfrutar de la sensación de ser querido.

-S-Sí, yo también te quiero- balbucea.
-Pero no cómo amigos... Sé que nunca nos hemos visto en persona, pero hace unos meses comencé a tener estos sentimientos extraños y preferí buscar en internet si... ¿Por qué tienes esa cara?- inquiere con vergüenza ante la sonrisa del joven de ojos verdes.
-¿En serio buscaste en internet?- ríe suavemente.
-Es normal, no he salido de mi casa en años y nunca me había enamorado- suelta, sincero. La sonrisa en los labios del pecoso se borra.
-¿E-Estás ena-enamorado? ¿De mí?- se apunta a sí mismo.
-Creo que sí, tu compañía, tus palabras, que me hayas aceptado, todo eso me provoca un sentimiento muy agradable ¿Te parece raro?-

Midoriya no sabe que contestar, y como si los planetas se hubiesen alineado a su favor —o quizás en su contra—, escucha unos golpecitos en la puerta, indicándole que su madre le ha traído lo que pidió. Se disculpa con el semi albino antes de salir de su escondite bajo las mantas, aunque sin quererlo, aplasta la pantalla de su móvil con la palma de su mano al incorporarse, pulsando justo el botón que da fin a la llamada.

-Te traje un sándwich y tus pastillas- habla Inko al hacer ingreso al cuarto, caminando hasta la cama del pecoso para dejar la bandeja en la mesita de noche. -¿Estás bien? ¿Por qué estabas tan escondido?-
-Estoy hablando con Shoto, pero tengo mucho frío, así que me metí bajo todas las mantas para estar calentito- responde inocentemente, tomando la taza para darle un sorbo a su sabroso contenido. -Con esto se me pasará, muchas gracias, mami-
-Bien, cualquier cosa que necesites, me avisas- ella corta la distancia para darle un beso en la frente a su hijo. -Te quiero, cariño-

La mujer abandona la habitación con una sonrisa, cerrando la puerta para que el calor del cuarto no escape. El joven de pecas entonces se acomoda con la espalda apoyada en el respaldo de la cama, dejando su taza a un lado para recoger su móvil.

-¿Shoto en qué...? ¿Eh?- parpadea dos veces al notar que la pantalla está apagada.

Hace un puchero al pensar que Todoroki pudo haber colgado la llamada, pero luego se da cuenta de que la palma de su mano está marcada en la parte inferior del aparato, por lo que lo desbloquea, llamando nuevamente a su amigo para continuar escuchando lo que le estaba diciendo acerca de sus sentimientos.

-Creí que no querías seguir hablando después de lo que te dije- el pecoso niega varias veces.
-Quiero escuchar todo lo que quieras decirme- sonríe tras acomodar su móvil y recoger su taza.
-Creo que perdí todo el valor cuando me colgaste la llamada- suspira, tratando de ocultar su sonrisa. -Sólo quiero decirte que me gustas mucho, de forma romántica-
-Acepto felizmente tus sentimientos- aclara, sintiendo, por primera vez en todo el día, una sensación de calidez. -Me gustas mucho, no importa que aún no podamos vernos en persona-

Todoroki lleva una de sus manos a su pecho, con la sonrisa más grande que sus labios le permiten realizar. Su corazón late con fuerza y sus piernas tiemblan, pero está realmente feliz, tanto que no le importa nada más.

-Espero que podamos vernos pronto, me gustaría... Ya sabes, darte un beso- confiesa con las mejillas coloradas.
-M-Me pone nervioso pensarlo, pero quiero lo mismo, quiero abrazarte y darte muchos besitos- ríe suavemente, cubriendo parte de su rostro con la taza con vergüenza. -Te quiero muchísimo, Shoto-
-Te prometo que haré mi mayor esfuerzo para superar mi miedo e ir a verte para así cumplir todo lo que deseas-

Las palabras de Shoto están cargadas con sentimientos positivos, llenas de optimismo y amor, y aunque Izuku desea que esa promesa pueda cumplirse, sabe que él será el primero en romperla, sin embargo, se permite ese pequeño lujo, ignorando que su reloj vital cada día está más cerca del cero.

ひきこもり 「Sick!Tododeku AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora