C A P Í T U L O X I V

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Desde que tengo memoria, o sea desde los dos años más o menos, siempre he sido el centro de atención por distintas cosas: 

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Desde que tengo memoria, o sea desde los dos años más o menos, siempre he sido el centro de atención por distintas cosas: 

Ser la reina de la primavera en preescolar.
Los bailables de la primaria.
Reconocimientos académicos.
Un primer lugar en esgrima.
Salvar a la clase de una suspensión grupal por haber asustado a un profesor.

Y así una larga lista de etcetera que siempre me ha dado orgullo contar al igual que a mi familia. Ahora que he estado observando a Daven y Danna practicando juntos hasta olvidarme, me doy cuenta que hasta ahora siento lo que es ser la segunda en algo.

Tuve que rogar al entrenador para que lo dejara tomar la clase y él aceptó con la condición de cuidarme mejor porque en poco tiempo hay competencia y debo estar ahí... al igual que Danna y un chico llamado James.

Inhalo y exhalo. Por suerte, todos están lo suficientemente ocupados como para notar mi cara de molesta y evidente decepción. Es más que obvio que a él le gusta ella... que se conocen o han cruzado más que miradas curiosas.

Seguro hay más.

—¿Distraída? — James se sienta a mi lado en la banca, está sudado y el cabello se le pega a la frente.

—Necesitas un corte urgente, cariño. — se lo aparto.

—¿No te da asco?

—Solo es sudor... — desvío la mirada hacia los otros dos.

—No quiero sonar como viborita... pero esos dos no creo que sean amigos y ya...

—Yo tampoco James.

Me hace una señal de cabeza para ir a entrenar juntos lo que resta de la clase.

Al parecer, alguien sí se ha dado cuenta, debo agradecer que no es uno de esos que piensa algo y cinco minutos después todo el mundo lo sabe.

...

—Gracias por ir y traerme — me bajo de la moto — ¿Quieres pasar? Tenemos algo de que hablar.

Hace una mueca de extrañeza, mira hacia los lados y luego a mi.

—Pues... no hay testigos oculares así que no — ahora soy yo la confundida —. He aprendido que cuando una chica dice "tenemos que hablar" es sinónimo de "vas a morir en mis manos porque hiciste-dijiste-pensaste algo indebido". ¿Me equivoco?

Lo observo unos segundos con cara de "es en serio" y él solo se encoje de hombros sin bajar de su transporte.

—Vamos dentro. — digo firme. Sus pasos se oyen justo detrás mio. Al fin pude lograr que haga algo a la primera.

Entramos, cierro la puerta detrás mio.

—¡Mamá! — grito —. Nop, no está. Ponte cómodo, voy arriba a darme un baño y bajo en seguida.

Un chico para el baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora