30 days of smut ✿ yoonmin

6. striptease

—¿Hyung?— Susurró, asomándose con cuidado por la puerta de la habitación. —¿Puedo pasar?—

—Pasa— Susurró Yoongi de vuelta antes de que un fuerte ataque de tos molestara su pecho y su garganta.

—No te escuchas muy bien— Jiminnie se acercó lentamente hasta la cama, donde el mayor estaba arropado hasta el cuello, sus mejillas y nariz teñidas de rojo, una fina capa de sudor cubriendo su frente y su respiración ligeramente irregular. Efectivamente, no se veía para nada bien, su garganta se escuchaba un poco raspada y su nariz goteaba de vez en cuando.

—No me siento muy bien tampoco— Rió bajito, regalándole una débil sonrisa al pelirrosa.

—Estás hirviendo, hyung. ¿No tienes calor ahí abajo?— Posó su mano en la frente del mayor, preocupándose al sentir su piel tan caliente.

—Al contrario, me estoy muriendo de frío— Tembló un poco bajo las colchas, enrollándose más entre las mismas. —Me duele un poco la cabecita— Gimió ante un dolor punzante en la parte frontal de su cabeza que lo obligó a cerrar fuertemente los ojos.

—Oh, hyung~ — Jiminnie acarició suavemente las mejillas calientes de Yoongi, dibujando círculos en ellas para distraerlo un poco del dolor. —Me gustaría poder hacerte sentir bien, las medicinas trabajan muy lento—

—Haces de más cuidando de mí, amor. Te estoy muy agradecido por eso— Yoongi ronroneó ante el reconfortante toque en sus mejillas, sintiéndose como un pequeño gatito siendo mimado. —Que me mimes también me hace sentir bien— Una plena calidez invadió el corazón del pelirrosa al ver a Yoongi tan cómodo con él acariciándolo. Normalmente no se dejaba tocar, pero ahora siendo tan indefenso, no podía quejarse y tampoco era como si quisiera hacerlo, se sentía muy bien.

—¿Y como sigues de la pancit-?— Un gemido de molestia lo interrumpió cuando inconscientemente había bajado una de sus manos al vientre bajo del mayor. —¿Qué pasa? ¿Te duele?—

—Estoy bien...— Gimió devuelta.

—Déjame sentir— Pero antes de que siquiera pudiera tocar las colchas para destaparlo, las manos ajenas tomaron sus muñecas, inmovilizándolas.

—No... Estoy bien, Jimin-ah—

—Si estás bien, entonces déjame sentir, hyung— Y por supuesto que se quería negar, sería vergonzoso que Jimin viera lo que realmente molestaba bajo las cobijas, pero ser en la tierra que logre resistirse a los ojitos llorones de Jimin cuando pide algo, definitivamente no es humano.

—Ugh... Por favor, no te rías— Suspiró con derrota. Nunca iba a ganar contra Jimin ni aunque fuera un ser todopoderoso.

—¿Por qué iría a reírme?— Y por fin permitió que removiera las cobijas hasta sus rodillas, revelando algo que por nada del mundo esperaba encontrar allí. —¿Era esto lo que te molestaba?— Asintió, aún muy avergonzado.

Yoongi estaba demasiado apenado porque desde hacía ya unas horas que tenía una molesta y dolorosa erección bajo su ropa interior que de ninguna forma había podido calmar, lo intentó e intentó incontables veces pero simplemente no se podía. Su cuerpo no tenía fuerzas para manejar el placer, sentía que se desmayaría si en algún momento llegaba a correrse.

—Intenté tocarme muchas veces, pero no funcionó y mi cuerpo está muy débil— Jimin no respondió, pero su cabeza maquinaba a mil, como si no hubiera un mañana por una excitante idea que pasó por su cabeza para complacer a Yoongi.

—Hyung, ¿puedo intentar algo contigo?— No recibió ni esperó por una respuesta para cuando se puso de pie frente a los pies de la cama, encarando al pelinegro desde ahí.